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Entrevista con Elena Ruiz Valderas: "no había referencias escritas a la existencia del Teatro Romano de Cartagena"

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Vista panorámica del recinto del Teatro Romano con la
Catedral Vieja en la parte superior derecha. Foto cedida por
el Museo del Teatro Romano.
El Teatro Romano de Cartagena es uno de esos espacios recuperados del olvido no hace mucho tiempo. Apenas teníamos constancia de su existencia hasta que unas obras de rehabilitación urbana del barrio que se situaba sobre él, lo sacaron al descubierto a comienzos de la década de los 90. Desde entonces, los progresos arqueológicos en la ciudad han sido muy destacados, así como la labor de las instituciones para su puesta en valor. Mediterráneo Antiguo ha querido conversar con Elena Ruiz Valderas, la directora del Museo del Teatro Romano de Cartagena, para conocer con mayor detalle la evolución de este espacio.

Proyecto de recuperación integral del
Teatro Romano. Foto cedida por
el Museo del Teatro Romano.

Pregunta - El Museo del Teatro Romano de Cartagena es un ejemplo de integración en la ciudad de un espacio arqueológico de forma moderna y didáctica. ¿Qué podría argumentarse ante aquéllos que ven la inversión en cultura y, especialmente, en yacimientos arqueológicos, como un gasto?
Respuesta - La puesta en marcha del  Museo del Teatro Romano de Cartagena es el resultado final de un largo camino que se inicia con la identificación de los restos arqueológicos, el 6 de febrero de 1990, en plena crisis de reconversión industrial de la ciudad, y continúa con una larga lista de intervenciones arqueológicas en el monumento que desde muy pronto despertaron un gran entusiasmo en la ciudadanía. En un momento tan delicado, las excavaciones en el teatro romano contribuyeron a la recuperación de la autoestima de una ciudad castigada profundamente por el cierre de numerosas empresas, y estimularon la recuperación patrimonial como potencial recurso económico en el futuro modelo de la ciudad. En 1996 las administraciones autonómica y local junto a la entidad financiara Cajamurcia firman un convenio de colaboración que puso las bases para el desarrollo de un proyecto que sin el interés y esfuerzo de estas instituciones hoy no hubiera podido ultimarse. El proyecto de recuperación y puesta en valor del monumento necesitaba además  la integración de sus restos en el tejido urbano, así como una adecuada actuación orientada a su conservación y restauración. Siguiendo con estos objetivos y en el marco del convenio, las instituciones implicaron al arquitecto Rafael Moneo para la elaboración del proyecto integral; la Fundación del Teatro Romano de Cartagena, creada en marzo de 2003, se convirtió en la herramienta de gestión que canalizó la redacción de distintos proyectos elaborados en el estudio del arquitecto encaminados a integrar el teatro en la ciudad y en su entrono más inmediato. Por tanto, el proyecto integral ha permitido recuperar para la ciudad moderna uno de sus barrios y uno de los monumentos más emblemáticos de su patrimonio arqueológico, que ha sido visitado en menos de cuatro años por más de 500.000 personas, convirtiéndose en el referente cultural y turístico más destacado de la Región de Murcia. Además los servicios del museo están dotando a la ciudad de un gran equipamiento cultural y científico, tanto su salón de actos, receptor en estos días de diversos eventos culturales, como sus salas de investigación y biblioteca destinadas a desarrollar  las funciones de Centro de Estudios de Arquitectura Romana y los convenios de colaboración con la Universidad de Murcia, tienen por objeto impulsar este Centro como referente de la arqueología clásica europea. Desde su apertura ha crecido el número de establecimientos comerciales y hosteleros en los alrededores, y se han duplicado las cifras de cruceristas y viajeros a la ciudad. En consecuencia debemos valorar positivamente la recuperación patrimonial del monumento tanto por la riqueza cultural que genera como por el impacto en la actividad económica y turística. 
 
Vista del recinto del teatro en 1991, antes de las excavaciones. 
Foto cedida por
el Museo del Teatro Romano.
Pregunta - El Teatro Romano de Cartagenafue localizado tardíamente, aunque no se tenían vestigios de su existencia. Háblenos de los trabajos que condujeron a su puesta en valor.
Respuesta - El hallazgo del Teatro Romano de Cartagena ha sido uno de los descubrimientos más sorprendentes de la arqueología de la ciudad en estos últimos años, ya que no existían referencias escritas a su existencia ni tampoco datos arqueológicos. Este silencio fue debido a la enorme superposición de fases documentada sobre el espacio urbano que ocupa el teatro, cuya estructura fue transformada en el siglo V en un complejo comercial. Sobre él se instaló un barrio comercial de época bizantina, abandonado hacia el 625 y recuperado de nuevo como solar urbano dos siglos más tarde con viviendas islámicas pertenecientes a la Madina de Qartayanna al Halfa. En consecuencia,  la mayor parte de las estructuras del teatro se encontraban soterradas bajo 14 fases constructivas, con una potencia estratigráfica entre los cuatro y siete metros, que constituyen el libro arqueológico más completo de la historia de Cartagena. Los restos del teatro  romano ocupan una extensión de 5000 metros cuadrados, a los que hay que añadir otros 2000 metros cuadrados más que corresponden al pórtico ajardinado situado tras el escenario. En la trama urbana moderna toda esa superficie estaba ocupada por un humilde, aunque popular, barrio decimonónico que con el paso de los años se había convertido en una de las zonas más deprimidas y deterioradas del casco antiguo. La recuperación de los restos arqueológicos, en consecuencia, ha trascendido los límites del mero proyecto de investigación para convertirse en el motor de regeneración de un amplio sector de la ciudad.A partir de la década de los noventa y, especialmente tras la firma del convenio de 1996, se llevó a cabo un programa de intervenciones anuales que completó la excavación de casi todo el Teatro, pudiéndose percibir en toda su grandiosidad y esplendor. La marcha de estos trabajos se vioimpulsada con la creación en el año 2003 de la Fundación del Teatro Romano de Cartagena, creada en el marco del convenio de 1996. Este modelo de gestión  ha permitido ejecutar los distintos proyectos a buen ritmo y sin interrupciones hasta la inauguración del Museo y Teatro Romano el 11 de Julio de 2008. En la actualidad, con la restauración del Palacio Consistorial y la construcción del Museo, la plaza del Ayuntamiento se ha convertido en el principal lugar de recepción de viajeros y visitantes que vienen a disfrutar de la excelencia de este proyecto cultural, devolviéndole el ambiente cosmopolita del que disfrutó en distintos periodos de su historia.

Sección transversal del recinto del Museo del Teatro Romano. Foto cedida
por el Museo del Teatro Romano.
Pregunta -¿Qué criterios se siguieron para la restauración de este espacio?
Respuesta - La restauración del Teatro Romano de Cartagena ha sido objeto de un proceso de reflexión encaminado a definir en primer lugar la función y uso final del monumento, pues  dependiendo de su uso debía plantearse el patrón a seguir desde el punto de vista de la restauración. Teniendo en cuenta los antecedentes más recientes en cuanto a la recuperación de espacios teatrales de la antigüedad, y el reto que suponía la restauración de nuestro edifico a inicios del siglo XXI, se ha optado  por  la recuperación  del teatro  comoun monumento visitable que se devuelve a la sociedad para su contemplación y disfrute en sí mismo, y como transmisor de las señas de identidad de la Cartagena romanaLa restauración ha seguido, por tanto, unos criterios básicos orientados principalmente a una mejor comprensión del monumento, por lo que ha sido necesario reponer con obra nueva aquellos restos del graderío que habían desaparecido por completo, sin alterar en ningún momento su fisonomía, mientras que se ha consolidado y dejado visible toda la obra original. Se ha realizado una reposición de los accesos para garantizar la visita y recorrido por el interior del edificio y se ha restituido parcialmente la fachada escénica integrando elementos originales. Además, se han tomado las medidas necesarias para asegurar la reversibilidad de la obra separando las partes añadidas mediante un entramado de tiras de fibra geotextil, lo que permita aislar la obra original y facilita la reposición al estadio original. Para reducir el impacto visual se han empleado materiales afines a los originales, reproduciendo las técnicas utilizadas en la construcción del edificio romano.

Pregunta - El teatro es uno de los más antiguos de la península, háblenos de sus características. ¿Cuáles son las piezas de más valor, en su opinión, que están expuestas en el Museo? ¿Y las zonas de mayor valor histórico?
Vista general de los elementos arquitectónicos expuestos
en la sala 1. Foto cedida por el Museo del Teatro Romano.
Respuesta - Efectivamente, el teatro romano de Carthago Nova, construido a finales del siglo I a.C., es uno de los teatros hispanos más antiguos. Para su construcción se utilizó un extenso solar localizado en la vertiente noroccidental del Cerro de la Concepción, la más elevada de las cinco colinas existentes en el interior del área urbana. Su ubicación en la ladera del cerro facilitó la construcción del graderío, de manera que la parte central e inferior de la cavea estaba excavada en la propia roca base del monte mientras los flancos laterales se apoyaban en galerías abovedadas.La cavea con un aforo de 7.000 espectadores, tiene diámetro máximo de 87 metros, se articula longitudinalmente en tres sectores o maeniana, divididos a su vez transversalmente por cinco escaleras radiales en la ima y nueve en media y summa cavea. Frente al graderío se levantaba la scaenae frons, que se puede restituir con una planta articulada de tres exedras de tendencia curvilínea, y un alzado de casi 16 metros de altura con dos pisos de columnas. En su  parte posterior se desarrolla la porticus post scaenam, ubicada a una cota inferior del cuerpo escénico, cuyo proyecto de recuperación se abordará en una segunda fase. Respecto a las piezas más emblemáticas que podemos destacar del Museo, resaltaremos  los capiteles corintios labrados en mármol de Carrara que reproducen los modelos desarrollados en la arquitectura oficial de la Urbs, en los años que preceden al cambio de Era. Junto a los elementos pétreos de la fachada escénica, realizados por artesanos de primer nivel,  se exponen también en la sala 1 los capiteles de la porticus post scaenamen este caso realizados en arenisca local. También debemos destacar los dinteles conmemorativos que coronaban las puertas de ingreso al teatro, expuestos ahora en la sala 2, dedicados a los dos jóvenes príncipes, Cayo y Lucio César, nietos de Augusto y sus virtuales herederos, quienes además debieron participar en la financiación del edificio y probablemente en la elección de su programa ornamental. Un programa decorativo cargado de mensajes ideológicos entre los que destaca la introducción de los cultos a las divinidades tradicionales del Estado Romano a través de tres altares donde se representan los símbolos de la Triada capitolina, piezas labradas en mármol de Luni de gran excelencia, que  presiden la parte central de la sala. La sala 2 enlaza con el corredor bajo la iglesia Santa María la Vieja, donde se conserva una vivienda romana republicana amortizada por la construcción del teatro, así como los muros de aterrazamiento de la iglesia primitiva del siglo XIII y otros restos medievales. Este corredor tiene además una misión fundamental para el arquitecto, la de preparar al visitante para la contemplación que tendrá al final de su recorrido: una visión completa del Teatro, tan magnífica como inesperada.

Vista cenital que permite comprobar la superposición de la
Catedral y el Teatro. Foto cedida por el Museo del Teatro
Romano.
Pregunta - Se dice que la Catedral de Santa María fue visitada por el apóstol Santiagoen su hipotético viaje a la península ¿tenemos algún vestigio de ello?
Respuesta - La  Catedral Antigua, Santa María La Vieja cuenta con una dilatada tradición en la ciudad, al ser considerada heredera de la primera iglesia cristiana fundada por Santiago. Sin embargo en esas fechas del hipotético viaje del apóstol, el solar donde luego se erigió el templo estaba ocupado por el Teatro Romano. Las excavaciones arqueológicas  realizadas en su interior sí han permitido precisar la primera construcción de la Iglesia/catedral hacia finales del siglo XIII, así como se han podido documentar las sucesivas ampliaciones de la misma a lo largo de los siglos XVI y XVII. La superposición parcial de la Catedral Vieja sobre la parte superior del teatro romano, ofrece hoy en día una de las mayores singularidades de este conjunto arqueológico, y acrecentando su valor monumental.

Pregunta -¿Será visitable en algún momento el recinto de la Catedral Vieja?
Pregunta - En los últimos años se han llevado a cabo distintos trabajos de restauración con el objeto de poner en valor la iglesia y poder compartir un uso religioso y museístico, si bien este mismo año se ha desarrollado una fase importante de obra con la restauración de las capillas de la nave sur, queda pendiente una segunda fase de intervención para su futura apertura al público.

Pregunta -¿Qué actividades realiza el Museo del Teatro Romano a parte de las puramente relacionadas con su función expositiva y de conservación del monumento?
Altares con la leyenda de la Tríada Capitolina, expuestos en
la sala 2. Foto cedida por el Museo del Teatro Romano.
Respuesta - El Museo, desde su Centro de Estudios de Arquitectura Romana, además de gestionar las solicitudes y atender a los investigadores, se dedica a las tareas de ordenación y control de la documentación arqueológica generada en veinte años de investigación en el monumento. Otra de las líneas de trabajo es la formación de la Biblioteca del Museo (que se inicia en 2008), especializada en Arqueología Clásica y en concreto en arquitectura romana, teatros romanos, restauración de monumentos clásicos… En la actualidad este proceso se encuentra plenamente afianzado gracias a la participación del museo en la edición de diversas publicaciones científicas, que han permitido materializar un buen número de intercambios bibliográficos con instituciones tanto de ámbito nacional como internacional, a lo que debemos sumar el reciente depósito de la Biblioteca personal de José María Luzón Nogué, Catedrático de Arqueología de la Universidad Complutense de Madrid,  y de Mª Carmen Alonso. Su depósito enriquece  proverbialmente nuestros fondos y nos va a permitir formar una verdadera Biblioteca de Humanidades. Además, el Museo organiza, junto a otras instituciones, cursos, seminarios y congresos internacionales. Entre ellos debemos resaltar el celebrado en marzo de 2012 en colaboración con la Casa Velázquez sobre “La crisis urbana a finales del Alto Imperio”. Respecto a su dinámica cultural y educativa, el Museo con su aula didáctica organiza talleres escolares orientados a diversos niveles educativos. También participa y organiza exposiciones temporales junto al Servicio de Museos de la Región de Murcia y se implica en todos los eventos culturales de la ciudad, como la Noche de los Museos.

Respuesta -¿Cuáles son los siguientes proyectos del Museo?
Respuesta - Como hemos señalado anteriormente el Teatro Romanoha tenido una actividad arqueológica de cerca de veinte años, por tanto ahora toca impulsar el conocimiento y difusión del monumento en todos los aspectos. En la recámara quedan pendientes la intervención integral del pórtico tras la escena y la fase final de actuaciones en Santa María La Vieja, proyectos que sin duda se van diseñando y  se abordarán en el momento oportuno. Entre tanto, los objetivos más inmediatos están vinculados a la visibilidad del proyecto científico y monumental, a la mejora del posicionamiento del Museo y Teatro tanto a nivel nacional como internacional y al desarrollo del programa Amigos del Museo. También se está trabajando en la difusión del Museo para todos los públicos; fomentando las visitas y disfrute de todos los colectivos sociales, así como en colaboración con el Centro de Profesores de Cartagena en la elaboración de nuevas herramientas educativas a todos los niveles.

Autor
Mario Agudo Villanueva

Artículo - Maratón: la eterna carrera

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Ladera oeste del Filopapos, desde la que se observa Salamina
a la derecha y Egina a la izquierda. Autor: Alejandro de Ancos.
Casi todos los maratonianos de Occidente sabemos – antes o después – lo que significa Maratón y tal vez conozcamos un poco de la historia de aquella ciudad y que de ahí le viene el nombre a la carrera que nos engancha como ninguna otra. El que corre un maratón se queda, dice el dicho y es cierto. Una vez acabados los primeros 42 kilómetros somos maratonianos de la misma forma que en la antigüedad se denominó así a los que pelearon contra el persa en aquellas tierras, a quienes también se conoció como maratonomacos (defensores en Maratón). Era la Primera Guerra Médica.

El origen de la contienda
Dado que los medos (ya persas o aqueménidas) se las traían duras desde hacía varias décadas contra los griegos de Jonia y que Atenas estaba involucrada en defender a sus paisanos de la otra orilla, se suponía y bien, que a poco que pudieran las huestes de Darío, que deambulaban por el Egeo conquistando islas capitaneadas por Datis y Artafernes, pronto se presentarían a las puertas de la ciudad del Ática. Y así fue. La historia nunca transcurre de forma lineal, sino que tiene muchas aristas y ésta de la Primera Guerra Médica no puede centrarse en una batalla y se acabó. Hay todo un cúmulo de circunstancias (revuelta Jonia) y machadas (Aristágoras de Mileto), de traidores (Hipias el ateniense) y de reparos (los espartanos odiaban y temían abandonar su Laconia), intentos de cerrar y asegurarse la frontera oeste (Darío) por mar y ampliar el imperio aqueménida por el este, etc. El caso es que Datis, con unos veinte mil soldados y varios centenares de barcos, conquistó el Egeo y se presentó en la bahía de Maratón con la idea de arrasar Atenas. El primer historiador en narrar los hechos fue Herodoto, seguido años más tarde por Pausanias y Plutarco, que dieron fe del día de la batalla (en torno al 12 de septiembre) y de la cifra de combatientes: nueve mil atenienses y mil platenses. En total y a ojo, unos diez mil hoplitas. Los espartanos aparecieron – 300 que no debemos confundir con los de las Termópilas– días después de la batalla. Y aquí aparece por primera vez el nombre del correo ateniense o  hemerodromos Filípides (hay quien le llama Fidípides) que merece unas líneas en singular. Sabedores los atenienses de las aviesas intenciones de los persas, envían a Filípides hasta Esparta, 238 kilómetros monte a través, para pedirles ayuda en forma de guerreros pues las cosas pintaban muy mal en el Ática. Los espartanos, ni más ni menos religiosos que otros helenos de la época, adujeron que estaban en las fiestas Cárneas y primero eran los dioses; que esperaran un poco. Así que Filípides vuelta hasta Maratón (no a Atenas) corriendo para dar la mala noticia, más de 500 kilómetros en cuatro días. Aquí Herodoto no menciona para nada la palabra nenikekamen y mucho menos el fallecimiento del corredor, pero para la posteridad y el cine o los libros, queda bonito. Cuando llega, los griegos estaban enzarzados contra los persas en lo que sería la primera batalla de cinco. Luego, diez años más tarde y Segunda Guerra Médica, vendrían las Termópilas, Salamina, Platea y Micala, que concluyeron con la expulsión casi definitiva de persas de tierra helena.
Vista de Salamina desde la ladera oeste de la Pnyx. Autor:
Alejandro de Ancos.
El transcurso de la batalla y la verdadera Maratón
Prosigamos. Los persas desembarcan su caballería y la infantería en la llanura de Maratón (se dice que debe el nombre a que era un campo de hinojos) y esperan unos días – costumbre de la época de las guerras caballerescas – a que se instale el ejército contrario. Los diez mil atenienses y plateos al mando de Clímaco y Milcíades, deciden en un momento dado atacar contra todo pronóstico y a la carrera, provocando tanto desconcierto que los persas se dejaron más de 6.500 hombres en la batalla; los platenses, 11 y los atenienses, 192. El mismo número de metros que mide la carrera que hizo famosos a muchos corredores en los juegos de la Grecia Arcaica y de la Grecia Clásica: el Dromos, la carrera de velocidad. Los griegos que vencían en esta carrera recibían como premio un trípode y la gloria consistente ni más ni menos que en dar su nombre a la Olimpiada correspondiente. Pero 192 son también las metopas del Partenón, esculpidas – se dice – en honor de aquellos hombres.
Sigamos. En la batalla pierden la vida – entre otros – el polemarco Calímaco y Cinegiro, hermano del gran poeta trágico Esquilo– también maratoniano – que llevado de su furor e ímpetu, persiguió a los persas hasta las naves, colgándose de una barandilla hasta que le cortaron los brazos. En fin, que los persas logran huir en sus barcos y se encaminan vía cabo Sunión hacia el puerto de Falero (inmediaciones del actual Pireo) y aquí viene la verdadera “Carrera de Maratón”. Los hoplitas atenienses tenían dos caminos para volver a su casa e impedir que los persas arrasaran la ciudad: el más corto y boscoso que se adentraba por el norte del Pentélico, el monte que también prestó sus mármoles a la Acrópolis de Pericles, que es también el camino más duro por su continua subida de más de 7 kilómetros y su largo descenso hacia Pentelis y Halandri para embocar la llanura de Atenas. Un camino que pocos maratonomacos tomaron hace 2.500 años, cuando les dieron para el pelo a los persas. Dice la tradición que por allí caminaron o corrieron los más jóvenes, los menores de treinta años. El otro camino, prácticamente por el que transcurre la carrera del maratón de Atenas actualmente, es mucho más llano y más largo, pero también más cómodo para los guerreros de más edad que tenían que volver rápidamente después de enterrar a sus 192 muertos en el túmulo que todavía hoy se contempla en el bello pueblo de Maratón. Unos caminando, cansados y alguno malherido, otros a paso ligero y los demás a toda velocidad, toman uno de estos caminos y se dirigen a proteger la ciudad, llegando la mayoría justo al tiempo que las naves de Datis aparecen por Falero y Microlimanos. Se dice que llegaron hasta el lugar en que luego se instalaría el famoso gimnasio de Cinosargos, que daría nombre a los filósofos cínicos con Diógenes al frente, al pie de Licabeto, cerca del demo de Alopece, donde nacería años más tarde Sócrates.

Santuario de Pan, al pie de la Pnyx. Autor: Mario Agudo
Villanueva.
El desenlace
Y como solo soy un aficionado a la lectura y al deporte, no seré yo quien lo desdiga, pero si puedo aportaré un poco de conocimiento en vivo. En el lado Oeste de la Colina Pnyx y al otro lado de la actual Bema, donde los oradores atenienses juzgaban y sentenciaban e incluso festejaban, hay una explanada bastante amplia y con base de piedra, desde la que se divisa perfectamente el actual Pireo. Un lugar más cercano e idóneo que Alopece y Cinosargos, distantes del puerto más de 12 kilómetros en línea recta, y alejados de la ruta de entrada desde Maratón a Atenas. La Historia dice que allí se congregaron los más de siete mil combatientes – los primeros maratonomacos– y la mayoría del pueblo de Atenas, con sus esclavos y sus mujeres y niños, todos a la vista de Artafernes, que ante el espectáculo, recordando la tunda que les acababan de propinar y las pocas ganas que tenían de otro enfrentamiento en tierra ajena, se dieron la vuelta hacia Cilicia y se dedicaron a solidificar su imperio porque tenían alguna que otra satrapía levantisca. Al respecto de esta historia hay un libro digno de ser leído por toda persona que se diga amante de la Historia y de la carrera: Maratón, de Richard Billows, editorial Ariel. En ella se nos narra todo lo concerniente a los hechos, con infinidad de datos y fechas. Repito, digno de ser leído. Dato anecdótico. Se dice que los atenienses y platenses durante la batalla, infundieron a los persas “pánico”, una palabra que por si lo dice todo y cuya etimología viene del dios Pan, que junto al héroe Teseo, ayudó a los atenienses en la batalla. Pero hay más. Cuenta Herodoto que cuando Filípides venía de vuelta con la noticia de que los espartanos estaban de fiesta, se le apareció el dios en un bosque del camino a Tegea y le reprochó, a él y a sus conciudadanos, la poca devoción que le tenían y los escasos santuarios que su ciudad le había erigido. Los atenienses prometieron dedicarle un altar y lugar de culto, que puede verse en la actualidad en la base de la Colina Pnyx, en las inmediaciones de la fuente del mismo nombre. Todos contentos. La visión del lado persa es muy distinta. Para ellos solo fue un encontronazo y una escaramuza, pues tanto Datis como Artafernes prosiguieron su campaña en el Egeo y posteriormente por Cilicia y Caria.

Autor
Alejandro de Ancos, aficionado a la historia y maratoniano. Organizador de la maratón de Asturias

Interview Paul Yule: "Considering Zafar to be a Christian settlement is like calling ancient Rome the same thing"

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Most of the sculpture excavated at Zafar shows 
neither Christian nor Jewish iconography
(Yule).
Archaeologically speaking, Yemen is a country which only has become known in Spain, but its strategic position in the southeast corner of the Arabian peninsula, close to the African continent, earned great importance in antiquity. Paul Yule, professor at the Heidelberg University, has worked in the area for many years, particularly in the archaeological site of Zafar. His discoveries have shed new light on the history of the area and, especially, on the birth of Islam. Mediterráneo Antiguo has contacted him to discuss all these aspects. 

Question - You have been working in the highlands of Yemen at an archaeological site called Zafar. You suggest this city could have had around 25.000 citizens and their tribal confederation attained great power in most of Arabia. Could you tell us about the remains of this city?
The crowned man, 3D scan.
Lindenbeck
Answer - Zafar was the capital of the Himyarite tribal confederation which came to power in 110 BCE and lost independency in 525 CE at the hands of Aksum (Abyssinia). For some 250 years with their allies the Himyar dominated all of Arabia politically and militarily together. This is the first unification of Arabia. Today 450 individuals inhabit the village which is posed on top of this once-great place. In order to localise the habitation of this place we mapped a surface of 1000 x 1200m and two outside  irrigation systems. It turned out that much of the town area shows no traces of habitation. However, erosion is a major problem which obscures the original habitation distribution. If one uses as a parameter the population of a pre-modern village, this can be applied to Zafar in order to reach a population estimate. The mountain in the centre – the Husn Raydan – was the seat of the royal palace complex and presumably its villas. As centre of a major tribal empire, the lack of water resources in Zafar are paradoxical. The logistics for the population are difficult to imagine. We located the badly degraded palace zone, its wall, the fragmentary city wall, irrigation works, roads and cemeteries. We simply chose for excavation what promised the best results: a cemetery and a stone building on the south-western flank of the Husn Raydan.

Question - You found an interesting Christian relief in the excavation, please could you talk about it?
Plan of the archaeological
site of Ẓafār, Yemen (Yule-Hilbrig).
Answer - Over the years Zafar was exploited on an industrial scale as a source of building material. This quarrying took place at a time prior to the development of thought that pre-Islamic art and architecture might be of value. Moreover, there was no sense of property, but rather the stone was a kind of natural resource. At the southern end of a 9 m long relief wall we uncovered a standing figure 1.70 m in height which wore an elaborate headdress – a crown. It took considerable time to arrive at ways to date the figure. First the dating evidence of archaeology, iconography and epigraphy in some ways contradict each other. The inscription wd ʾb which flanks the figure’s head is pagan which requires explanation if we assume a Christian origin for the image. First, this name means Wadd is father, an invocation to be respectful in the presence of the image. But this formula may have been used later, after Wadd no longer was officially worshipped. I advanced the theory that the figure dates after the end of the pagan period (to 380 CE) in order to make better fit into the history of the Stone Building in which it occurred. This in turn should fit into the history of Zafar as we know it. The perceived resemblance of the crown with those of Aksumite kings also inspired this dating. The figure also compares with those from mosaics of the 6th century in Jordan. I date it to 525 – c. 542 CE. While not all are convinced, at least I have forwarded arguments. If, however, the crowned man relief cannot be equated with the end of the Stone Building, then its dating is less secure and certainly earlier, in the 4th – 5th century to judge from radiocarbon.

Question - In your opinion in 523 A.D. a Negus or king of Aksum arrived in this area to spread
the gospel. How many colonies do you think they founded?
Answer - The Aksumitic conquest of South Arabia took less than two years’ time. The notion of conquest is linked directly with that of the occupation of the land which is difficult to understand as a result of our meager sources. The economic model is one of exploitation. Until the uprise of the Aksumite renegade king Abraha around 535 the polity of Himyar was an Aksumite colony. Thereafter the link with Aksum weakens.

Question - What was the reason that Zafar and the other polities fell and when did this take place?
The interpretation of descriptions of the 
Sanaa cathedral are difficult to interpret. 
B. Finster and J. Schmidt (Bamberg) 
attempted different graphic 
reconstructions (Yule).
Answer - Zafar and the Himyarite tribal confederacy faced great challenges which all drained the resources. The resource base of Himyar consists first of its agricultural potential. Trade played some role, but little is still understood about it. Himyar’s very tribal structure was centripetal. Simply holding the tribes together was a major accomplishment. Contributing to Himyar’s destabilisation are the influx of Arabic-speaking tribes from the north. New evidence reaffirms the old theories regarding the occurrence of major debilitating droughts – the research results of the climatologist Dominik Fleitmann and his colleagues on climate archives contained in stalagmites from the Hoota cave in central Oman. Although the evidence derives from Oman, it holds for the entire Peninsula. Hardly investigated are the effects of the pandemic which took place around 541–3 throughout the Near East and Europe, 

Question - You think that Sanaa was the most important Christian church built in Yemen. What kind
has remained of this ediface?
This reconstruction shows the plan
without a transept (Yule after Serjeant).
Answer - Zafar was the capital of the Himyarite tribal confederation. With its proud aristocratic traditions, its tribal leaders resented the takeover of the Aksumite king Abraha (535–565). After he put down a general insurrection, he changed the capital from Zafar to Sanaa. There he built a cathedral, the likes of which Arabia had never seen. It was about 100 m long – the match of representative buildings in the capitals of Constantinople and Ctesiphon. But the very monumentality of this church was a challenge to the Muslims. The structure seems to have survived perhaps until the 13th century. Its stone was used to build the Great Mosque in Sanaa. The place in the south of the old city where it stood still bears the name ‘church hollow’ (Ghurqat al-Qalis).

Question - This great Christian settlement was founded near Mecca, do you think these archaeological sites could cast new information about the Early Islam? Why?
Answer - First of all, considering Zafar to be a Christian settlement is like calling ancient Rome the same thing. Prior to the Aksumite conquest of 525 members of the upper class had converted to Judaism, as we know from the inscriptions. But the worship in the city of the monotheistic Rachmanan represents another strain, close to but not Jewish. Since there were one or more churches, Christians already were present. After 525 this number must have increased as a result of conversions. In addition, the newly excavated visual arts show few images or artefacts which are clearly Jewish or Christian. On the other hand many effigies exist from levels dated to c. 300 – the 540s which seem pagan or polytheist, perhaps as household idols. This need not mean that the population is pagan since an individual can be monotheist and still worship such lesser deities. The main point is, however, that key words and practices in the pre-Islamic period carry over into Islam. Since vocabulary and cultural content do not end but are handed down from OSA, particularly Ḥimyarite culture, one wonders what exactly Islam would be like without such adaptions such as pilgrimage to holy places, the notions of miḥrāb (chancellery of a king or notable in Sabaic), zakāt (favour, grace of god), ṣalāt (prayer) and others. For this reason, Himyarite religion is not the enemy of Islam but rather is a close ancestor. It must have passed ‘genes’ on to its successor.
Paul Yule

Question - Yemen is a dangerous place to work at right now, what do you expect in the future?
Answer - Since 2009 the central government no longer has the interior under firm control. It is not possible legally to enter the Highlands or carry out research. It is difficult to offer a prognosis for the country’s political future. The question of declining resources, population expansion and Third World symptoms bring the awesome spectre of a Somalisation of the country. The colleagues who worked in the Yemen up till 2009 all want to return. Those with on-going, free-wheeling budgets have the first shot at returning if the tide of political disintegration somehow turns.

More information about the archaeological site of Zafar: Zafar archaeological memory.

Author
Mario Agudo Villanueva


Entrevista con Paul Yule: "considerar que Zafar es un asentamiento cristiano es afirmar lo mismo de la Antigua Roma"

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Relieve del hombre coronado. Escáner
3D. Lindenbeck.
Arqueológicamente hablando, Yemen es un país que vamos conociendo poco a poco en España. Su posición estratégica en la esquina sureste de la península arábiga, muy cerca del continente africano, le confirió una gran importancia en la Antigüedad. Paul Yule, profesor de la Universidad de Heidelberg, ha trabajado en la zona durante muchos años, concretamente en el yacimiento de Zafar. Sus descubrimientos han arrojado nueva luz sobre la historia de la zona y, especialmente, sobre el nacimiento del Islam. Mediterráneo Antiguo ha contactado con él para hablar sobre todos estos aspectos.

Pregunta - Usted ha estado trabajando en las montañas del Yemen, en el sitio arqueológico de Zafar. Sugiere que esta ciudad estuvo habitada por 25.000 personas y que su confederación tribal alcanzó un gran poder en gran parte de Arabia. ¿Podría usted contarnos qué restos quedan sobre el terreno?
Respuesta –Zafar fue la capital de la confederación tribal himyarita, que alcanzó el poder en el año 110 a.C. y perdió su independencia en el 525 d.C. de la mano de Aksum (Abisinia). Durante cerca de 250 años, los himyar dominaron toda Arabia política y militarmente junto con sus aliados. Se trata de la primera unificación de Arabia. Hoy, 450 individuos habitan la villa, situada en la parte superior de este lugar que un día fue grande. Con el objetivo de localizar la ubicación de este sitio, mapeamos una superficie de 1000x1200 metros y dos sistemas de riego externos. Resultó que gran parte del área de la ciudad no mostró signos de habitación. Aunque la erosión es un gran problema que oscurece la distribución original del yacimiento. Si uno utiliza como parámetro la población de una villa premoderna, esto puede aplicarse a Zafar para alcanzar una estimación de población. La montaña situada en el centro – Husn Raydan – fue el asiento del complejo palaciego real y presumiblemente de las villas. Como centro de un gran imperio tribal, la ausencia de recursos acuíferos en Zafar era paradójica. La logística para la población era difícil de imaginar. Nosotros localizamos la zona del palacio gravemente degradada, su muro, fragmentos de muralla, trabajos de irrigación, carreteras y cementerios. Simplemente elegimos para la excavación lo que prometía mejores resultados: un cementerio y un edificio de piedra en el flanco suroeste del Husn Raydan.

Muchos de los relieves localizados en Zafar tienen
características próximas al judaísmo y al cristianismo. Foto:
Paul Yule. 
Pregunta - Encontraron un interesante relieve supuestamente cristiano en la excavación, por favor, háblenos de él.
Respuesta– Durante años, Zafar fue explotada a escala industrial como fuente de material de construcción. Esta extracción tuvo lugar en un tiempo anterior al desarrollo del pensamiento de que la arquitectura y el arte pre-islámico podrían ser de valor. Es más, no había sentido de propiedad, sino más bien la piedra era considerada una especie de recurso natural. En el extremo sur de un muro de 9 metros de largo descubrimos una figura de pie de 1,70 metros de altura que llevaba un tocado elaborado – una corona. Nos llevó un tiempo considerable conseguir una manera de fechar la figura. Primero, la evidencia de la datación arqueológica, iconográfica y epigráfica se contradecían de alguna manera entre ellas. La inscripción wd ʾb que franquea la cabeza de la figura es pagana, lo que requiere una explicación si asumimos un origen cristiano para la imagen. Primero, el nombre Wadd significa padre, una invocación a ser respetuoso en presencia de la imagen. Pero esta fórmula puede haber sido utilizada más tarde, después de que Wadd ya no era adorado oficialmente. Avancé la teoría de que la figura se fechaba después del final del período pagano (hacia el 380 d.C.) con el objetivo de hacer que encajara mejor en la historia del edificio de piedra en el que se produjo, lo que debía encajar también en la historia de Zafar como la conocemos. El parecido de la corona con la de los reyes de Aksum también inspiró esta datación. La figura también se compara con algunas otras de mosaicos del siglo VI en Jordania. La fecho hacia el 525-542 d.C. Aunque no todos están convencidos de ello, al menos yo he presentado argumentos. Si, sin embargo, el relieve del hombre coronado no puede ser equiparado con el final del edificio de piedra, entonces la datación es menos segura y ciertamente más temprana, en los siglos IV y V, para determinar con radiocarbono.

Plano arqueológico del sitio de Zafar.
Yule-Hilbrig
Pregunta - En su opinión, en el año 523 a.C. un Negus o rey de Aksum llegó a esta área para extender el evangelio. ¿Cuántas colonias se han identificado en la zona?
Respuesta– La conquista aksumita del sur de Arabia llevó menos de dos años. La noción de conquista está unida directamente con la de ocupación de la tierra, lo que es difícil de comprender como consecuencia de nuestras escasas fuentes. El modelo económico es el de la explotación. Hasta el levantamiento del rey Abraha, aksumita renegado, alrededor del 535, la forma de gobierno de Himyar fue la de una colonia aksumita. A continuación, el enlace con Aksum se debilita.

Pregunta - ¿Cuál fue la razón por la que Zafar y las otras colonias cayeron y cuando se produjo esta caída?
RespuestaZafar y la confederación tribal himyarita enfrentaron grandes desafíos por el agotamiento de los recursos. El recurso base de Himyar consistía primero en su potencial agrícola. El comercio jugó algún papel, pero poco se sabe de él todavía. La estructura tribal de Himyar era muy centrípeta. Simplemente el hecho de mantener juntas a las tribus fue un gran logro. Contribuyendo a la desestabilización de Himyar está el influjo de las tribus árabes del norte. Nuevas evidencias reafirman las viejas teorías sobre la aparición de grandes sequías debilitadoras – la búsqueda de resultados del climatólogo Dominik Fleitmann y sus colegas en los archivos climáticos contenidos en las estalagmitas de la cueva de Al Hoota, en Omán central. Aunque la evidencia procede de Omán, se mantiene para el resto de la península. Apenas investigados son los efectos de una pandemia que tuvo lugar alrededor del 541-543 a través de Oriente Próximo y Europa.

Las descripciones sobre la estructura de la catedral de Saná
son difíciles de interpretar.  Este es uno de los modelos
elaborados por B. Finster y J. Schmidt (Bamberg) - Yule.
Pregunta– Usted piensa que en Saná se construyó la iglesia cristiana más importante de Yemen. ¿Qué restos quedan de esta edificación?
RespuestaZafar fue la capital de la confederación tribal himyarita. Con sus orgullosas tradiciones aristocráticas, sus líderes tribales se resintieron con el rey aksumita Abraha (535-565). Después de sofocar una insurrección general, éste cambió la capital de Zafar a Saná. Allí construyó una catedral de una talla que nunca había sido vista en Arabia. Tenía alrededor de 100 metros de largo – al estilo de los edificios representativos de las ciudades de Constantinopla y Ctesifonte. Pero la monumentalidad misma de esta iglesia fue un desafío para los musulmanes. La estructura parece haber sobrevivido tal vez hasta el siglo XIII. Su piedra se utilizó para construir la Gran Mezquita de Saná. El lugar, en el sur de la ciudad vieja, todavía conserva el nombre de “Iglesia sagrada” (Ghurqat al-Qalis).

Pregunta– Este gran asentamiento cristiano fue fundado cerca de La Meca, ¿piensa usted que podría arrojar nueva luz sobre las fases iniciales del Islam? Si es así ¿por qué?
Otro de los intentos de reconstrucción de la base y alzado
de la catedral de Saná. Yule y Serjeant.
Respuesta– En primer lugar, considerar que Zafar es un asentamiento cristiano es como decir lo mismo de la antigua Roma. Antes de que la conquista de los aksumitas en 525, miembros de la clase más alta se habían convertido al judaísmo, como sabemos por las inscripciones. Pero el culto monoteísta a Rahman en la ciudad representa otra variante, cerca pero no judía. Puesto que había una o más iglesias, los cristianos también estaban presentes. Después del 525 este número debió haberse incrementado como resultado de conversiones. Además, manifestaciones artísticas recién excavadas muestran algunas imágenes y artefactos que son claramente judíos o cristianos. Por otra parte, existen muchas efigies en niveles datados entre el 300 y el 540 que parecen paganas o politeístas, quizás ídolos domésticos. Esto no significa necesariamente que la población sea pagana, ya que un individuo puede ser monoteísta y adorar en menor medida a estas deidades. El punto principal es, sin embargo, que las palabras clave y las prácticas en el período pre-islámico llevan al Islam. Dado que el vocabulario y el contenido cultural no se extinguen, sino que se transmiten desde el OSA (Old South Arabian), particularmente de la cultura himyarita, uno se pregunta que sería exactamente el Islam sin algunas adaptaciones como la peregrinación a lugares sagrados, la noción del miḥrāb (cancillería de un rey o notable en Sabaic), zakat (favor, gracia de Dios), ṣalāt (oración) y otras. Por esta razón, la religión himyarita no es enemiga del Islam sino que es un antecedente próximo. Debe haber pasado genes a su sucesor.
Paul Yule.

PreguntaYemen es un lugar peligroso para trabajar ahora mismo. ¿Qué espera del futuro?
Respuesta– Desde 2009, el gobierno central no consigue mantener el interior del país bajo un control firme. No es posible entrar legalmente en las tierras altas o hacer investigaciones. Es difícil ofrecer un pronóstico del futuro político del país. La cuestión del agotamiento de los recursos, la expansión de la población y otros síntomas tercermundistas traen el impresionante espectro de la somalización del país. Los colegas que trabajaron en Yemen hasta 2009 quieren volver todos. Aquellos que tienen investigaciones en curso y tienen vía libre para el presupuesto, tienen la oportunidad de regresar si la marea de la desintegración política se resuelve de alguna manera.

Puedes descargar el informe de las excavaciones clicando aquí: Memoria de excavaciones en Zafar.

Autor
Mario Agudo Villanueva



Entrevista con Martín Almagro: "Pompeya es el yacimiento arqueológico más importante del mundo"

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Molde de escayola de un hombre caído sobre una escalera.
Foto cedida por Canal de Isabel II Gestión.
"A pesar de que murió en la destrucción de tierras bellísimas, al mismo tiempo que sus poblaciones y ciudades, en una catástrofe inolvidable que parecía destinada a que su recuerdo esté vivo siempre y, aunque él escribió numerosas e inolvidables obras, sin embargo la inmortalidad de su gloria perdurará aún más gracias a tus escritos". Estas son las palabras que Cayo Plinio escribió al historiador Tácito para narrar la muerte de su tío, C. Plinio el Viejo, en la erupción del Vesubio en agosto del 79 d.C. La intuición del romano fue cierta, aquella tragedia ha mantenido vivo su recuerdo hasta nuestros días gracias a que el volcán que apagó la vida de Pompeya, Herculano y Estabia las envolvió en su manto de lava y ceniza para transportarlas prácticamente intactas hasta la actualidad. Hoy podemos recorrer parte de esta historia en el Centro Arte Canal, gracias a una exposición comisariada por Martín Almagro Gorbea y organizada por la Comunidad de Madrid y el Canal de Isabel II Gestión. Mediterráneo Antiguo ha pasado por allí para recorrerla de la mano de su comisario.

Pregunta -Pompeya, Herculano y Estabia han aportado un gran conocimiento sobre la vida cotidiana y el arte romanos, ¿Qué destacaría de estos yacimientos más allá de los aspectos ya conocidos?
Retrato atribuido a Safo. Foto cedida por el
Canal de Isabel II Gestión.
Respuesta – Como arqueólogo destacaría que Pompeya es el yacimiento arqueológico más importante del mundo, el más visitado y el que más aha contribuido a que la arqueología sea la ciencia actual que es hoy. Pongo dos ejemplos: en el siglo XVIII buscar antigüedades era coger piezas para colecciones, que quedaban descontextualizadas. En Pompeya se dan cuenta de que las piezas salen en su ambiente originario y revelan la vida de los pobladores, que es el concepto actual de arqueología. En segundo lugar, ningún yacimiento ha sido tan estudiado y por tanta gente como Pompeya. Solo por eso ya ocuparía un puesto muy honroso. Además, es el yacimiento más visitado del mundo.

Pregunta - La bahía de Nápoles está salpicada de cuatro volcanes: el Vesubio, los Campos Flégreos, Procida e Isquia, que ya sepultaron la población de Nola allá por la Edad del Bronce, la llamada Pompeya de la Prehistoria, o Afragola. Háblenos de estos yacimientos.
Respuesta– Ofrecen para la Edad del Bronce la misma riqueza documental que Pompeya. En la exposición se pueden ver objetos de madera de este yacimiento o las espectaculares huellas de la gente que huía de la erupción. Se conservan también ruedas, comederos de madera, improntas de cabañas… Cosas que en otros yacimientos no es posible observar porque se desintegran con el paso del tiempo.

Pregunta - La exposición comienza con un audiovisual impactante y acompaña al visitante hasta envolverlo en la atmósfera de aquel día de agosto del año 79. Se ha apostado por una puesta en escena espectacular ¿De qué manera complementa la visita?
Fresco que representa el puerto de Puteoli. Foto cedida por
el Canal de Isabel II Gestión.
Respuesta– Es la idea esencial. Pompeya y Estabia eran las playas de lujo de época romana y la vida refinada de esas gentes desapareció en apenas 48 horas de la faz de la tierra. Todos hemos visto las consecuencias de tsunamis o terremotos y su efecto sobre muchas zonas del mundo en la actualidad. Es un tema muy humano. Cómo el hombre, a pesar de su cultura, no domina la naturaleza. Esta reflexión tan profunda se ofrece a través de las bellísimas piezas de Pompeya y Herculano. La exposición tiene dos ámbitos: disfrutar del arte romano y de esta reflexión sobre la naturaleza humana. Fue una buena idea del Canal de Isabel II Gestión la de concebir así la exposición.

Pregunta - El relato de Plinio es muy humano, realista y estremecedor...
Respuesta - Lo que más me llama la atención de su relato es la actitud valiente de su tío, que sabiendo el peligro que corría, se acercó para ver de cerca aquel fenómeno e, incluso, ante la proximidad de la muerte, no hizo caso a sus amigos, que le recomendaban retirarse y permaneció allí, al pie de la erupción. Pone de manifiesto una gran entereza y una gran dignidad para afrontar la muerte.

Pregunta - Recorriendo la exposición uno descubre que no hemos cambiado tanto como parece: vajillas, aperos, gastronomía...
Respuesta– Sí que hemos cambiado. Nuestra vida ha cambiado, pero solo nos damos cuenta de la vajilla de plata porque nos da cierta envidia. Si tu ves un fórceps romano se parece a los de hoy en día, pero nadie se pondría en manos de un médico romano. La idea de que un tiempo pasado fue mejor es un falso espejismo. El papel de nuestros antepasados ha sido fundamental, pues gracias a su evolución nosotros podemos disfrutar de la vida que vivimos, pero no me cambiaría por ellos.
Estatua de bronce de un corredor. Villa de los Papiros.
Foto cedida por el Canal de Isabel II Gestión. 

Pregunta - Una de las piezas más destacadas es el retrato atribuido a Safo. Háblenos de esta obra.
Respuesta– Es una pieza señera de la historia del arte universal. Pompeya es el mejor conjunto de pinturas de la Antigüedad que ha llegado hasta nosotros. De todas ellas, hay piezas particularmente significativas. La Safo es finura, dulzura, transmite una gran capacidad intelectual. Es una joven, evidentemente de la elite romana, como muestra la redecilla de oro que cubre su cabello, de una gran elegancia, tal y como se ve en la forma de mantener la tablilla y el stilus para escribir. Uno puede estar muchos minutos dialogando con ella. Aconsejaría también que junto a esta pintura se disfrute del pequeño cuadro del puerto de Puteoli, que está realizando con una técnica casi impresionanista y con un gusto paisajístico exquisito. Son obras que merece la pena ver por sí mismas y más en la capital del arte pictórico como es Madrid, que goza del Museo del Prado. En la exposición podemos disfrutar de bastantes ejemplos de pintura pompeyana de gran importancia.

Pregunta– La Casa de Menandro es el centro de la muestra ¿tenían las domus romanas un papel importante en la vida pública?
Respuesta– Esa casa es una de las más significativas de Pompeya. Entender cómo eran las casas de la elite romana, en la que estaban patricios, plebeyos, libertos o esclavos, es una manera de conocer la sociedad y cultura de Roma. Comprendiendo los objetos que hay en la Casa de Menandro podemos ver también como era la sociedad de estas ciudades.

Estatua colosal de Holconio Rufo, gobernador
de Pompeya. Foto cedida por el Canal de
Isabel II Gestión.
Pregunta - La exposición pone de manifiesto el gran interés de los romanos ricos en adornar sus casas, pero también su carácter supersticioso. ¿Eran realmente tan supersticiosos los romanos?
Respuesta– La suntuosidad de las casas era una forma de mostrar públicamente la calidad económica y el prestigio social. La superstición, como señalas, es otro tema interesante que se puede ver en la exposición. Cómo el mundo romano era un mundo de creencias no racionales. Son creencias religiosas que entran en el mundo mágico. Los romanos no entendían por qué un volcán entraba en erupción o la relación entre beber agua y enfermar. Ellos atribuían esas cosas a la magia, interpretaban la realidad a partir de su cosmovisión. En su época no eran supersticiones, eran creencias.

Pregunta - Y también nos enseña el valor que le daban al sexo...
Respuesta– Sin exagerar la nota, no solo muestra la importancia del sexo. El falo era un amuleto apotropaico, era símbolo del bien, servía para evitar el mal y buscar la salud. En muchas casas hay falos, pero no porque fueran particularmente obsesos, sino por sus creencias. No tenían los condicionantes culturales nuestros y además era un elemento que estaba relacionado con la procreación. Tenía unas connotaciones que hoy hemos olvidado, quizás en exceso.

Pregunta - La parte más sobrecogedora, quizás, es la de las huellas de la tragedia: molde de escayola de un cadáver humanos y animales, alimentos carbonizados, esqueletos...
Respuesta– Son algo más que moldes, es la huella que ha dejado el individuo muerto y envuelto en la lava que lo selló. No hay que ver moldes, son nuestros compañeros. El grupo de la mujer que coge a su marido por la cabeza con su hijo en medio es de las cosas más dramáticas que hay en arqueología.

Hipólito de Estabia. Foto cedida por el
Canal de Isabel II Gestión.
Pregunta - Pompeya también pone de manifiesto un fenómeno interesantísimo en la Antigüedad, el del sincretismo religioso y la adopción de cultos orientales: Isis, Júpiter-Amón, Harpócrates... Incluso apareció una estatuilla de la diosa hindú Lakshmí¿era un mundo más tolerante en lo religioso?
Respuesta– Sí, probablemente. A partir del final de la República y del inicio del imperio empiezan a llegar a Roma las religiones orientales, más intimistas, que anticipan la llegada del cristianismo. El ritual romano quedó vacío de significado y el cristianismo llenó ese hueco. Lo que el hombre busca en la religión es la tranquilidad que le da tener una explicación para lo que viene después de la muerte y es lo que aporta el cristianismo.

Pregunta– El recorrido presta atención especial en su parte final a Carlos III¿qué papel jugó el monarca en la investigación arqueológica?
Respuesta– Es difícil saber qué hubiera sido de Pompeya sin Carlos III. Antes de su reinado iban sacando estatuas que mandaban a las colecciones particulares. Es él quién se da cuenta de que hay que excavar sistemáticamente, busca ingenieros en minas, porque había que hacer las excavaciones a gran profundidad, manda localizar dónde se sacan los hallazgos y hacer planos, luego tiene interés en ver cómo salen las cosas. Sus hallazgos son importantes porque no solo salen piezas, sino también se descubre cómo era la vida de los romanos, lo que cambió la arqueología. Buscó los mejores restauradores y eruditos para restaurarlos y estudiarlos creando la academia ercolanense para reunirlos y hacer que estudiaran los hallazgos. Crean la revista Antiqueta, que es la primera serie monográfica de arqueología, crea el primer museo monográfico en su Palacio de Portici y deja todo en Italia porque entiende porque entiende que es la historia de Italia, por eso le hemos denominado el rey arqueólogo. Yo interrogaría al visitante que se cuestione si alguien ha hecho más por la arqueología. Es una parte muy bonita de la exposición, pues era madrileño, pero italiano en la manera de ser. Es una cosa que vincula Pompeya con España, sin hacerla nuestra, en sentido cultural.

Fórceps de la Casa del Cirujano. Foto cedida
por Canal de Isabel II Gestión.

Pregunta– La exposición se despide con un recorrido por las pompeyas españolas: Segóbriga, Itálica, Ampurias… ¿Qué han aportado los yacimientos arqueológicos españoles al conocimiento de la Antigua Roma y su relación con nuestro país?
Respuesta– En la exposición lo que se pretende es que, gozando las piezas tan bonitas aparecidas en España, se comprenda que nosotros éramos las mismas gentes que vivían en Pompeya, eso es lo que nos da esa profunda afinidad con los italianos. El visitante puede ver que los retratos que hay en Segóbriga o Mérida son los mismos que los de Pompeya. Es una reflexión bonita para todo el que visita la exposición.

Pregunta - ¿Qué destacaría para finalizar?
Respuesta - Yo resaltaría el buen hacer del Canal de Isabel II Gestión al ofrecer a los madrileños cada año, como regalo de navidad, una exposición tan significativa, que ha pasado a formar parte de la vida cultural de Madrid y que contribuye a que Madrid sea una de las ciudades con una vida cultural más desarrollada.

La exposición puede visitarse hasta el 5 de mayo. Más información en la web http://www.pompeyaenmadrid.es/

Autor
Mario Agudo Villanueva

Artículo - balance de la campaña arqueológica en la iglesia de Santa María (Catedral Vieja de Cartagena)

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Figura 1. Vista general de la cabecera de la iglesia
superpuesta al teatro
Este singular y poco conocido edificio se sitúa en la parte superior del cerro de la Concepción, uno de los cinco promontorios que conforman el centro histórico de Cartagena, y que en buena medida fosilizan el perímetro de las ciudades púnica y romana subyacentes. La elevada altitud del cerro y su proximidad al área portuaria de la ciudad sin duda influyeron en su elección para construir el teatro en época del emperador Augusto, aprovechando la acusada pendiente de su ladera, y siglos después esos mismos factores resultaron determinantes para el desarrollo de la ciudad medieval en la cima y laderas del mismo cerro. Aunque nuestra información sobre la estructura urbana de la madína de Qartayannat al-Halfa es aún muy limitada, resulta notorio que tras la conquista cristiana de la ciudad comienzan a definirse los dos elementos más relevantes del paisaje urbano bajomedieval y moderno: el castillo, cuya génesis es la propia alcazaba islámica, y la iglesia de Santa María construida en el extremo occidental de la población, superpuesta en parte a las ruinas del teatro romano (Fig. 1) y englobada dentro de la muralla urbana. Ambas edificaciones se convertirán  en sus principales referentes visuales, tanto por mar como desde los caminos de entrada a la ciudad.

Precedentes de la iglesia
Figura 2. Pavimento de opus signinum decorado
con teselas,
perteneciente a una de las
viviendas romanas del siglo II-I a.C
(Autores: J. G. Gómez y J. Gómez).
Respecto a los precedentes de la iglesia se han planteado diversas hipótesis sobre la existencia de una basílica y una mezquita previas, considerando en buena medida la existencia de un área sagrada prácticamente sin solución de continuidad entre la antigüedad y nuestros días. Pero a día de hoy la información arqueológica disponible no muestra esa idealizada secuencia temporal. La hipótesis de la basílica paleocristiana se gesta a finales del siglo XIX tras el hallazgo en el subsuelo de la iglesia de una estancia pavimentada con opus signinum (Fig. 2), que fue erróneamente fechada en época constantiniana y asociada a una basílica, e inmediatamente relacionada con la leyenda de la venida del apóstol Santiago a la ciudad  gestada en la España del Setecientos. Estos principios fueron recogidos y propagados sin ningún espíritu crítico por sucesivos eruditos e investigadores locales, afianzándose a finales de los años cincuenta tras el descubrimiento, durante la excavación dirigida por Pedro San Martín, de una sólida construcción bajo la nave norte. En los años ochenta ya se determinó con argumentos científicos que la estancia pertenecía a una edificación construida con anterioridad al cambio de era, parte de la cual ha podido ser excavada recientemente, definiéndose como una de las domus que articulaban todo este sector de la ladera durante los siglos II-I a.C.; en esta misma intervención también se ha podido identificar como la estructura documentada en los años cincuenta se corresponde en realidad con la fase inicial de la iglesia, mientras que las únicas evidencias tardorromanas documentadas en su subsuelo responden a niveles domésticos  del siglo V d.C., lo que en principio aleja esa hipótesis sobre la basílica paleocristiana. En cuanto a la posible ubicación de una mezquita, su fundamento reside tan solo en el hecho frecuente pero no reglado de la consagración de edificios religiosos islámicos al culto cristiano bajo la advocación de Santa María tras la conquista, si bien no disponemos por el momento de ninguna constatación arqueológica que lo sustente o descarte plenamente.  

Intervención arqueológica
Durante la intervención de restauración y puesta en valor del teatro romano desarrollada entre los años 2005-2007, se pudo acometer la excavación de algunos sectores de la iglesia no alterados por anteriores intervenciones, evidenciando esa superposición de fases culturales tan característica de enclaves que, como en el caso de Cartagena, presentan una ocupación prácticamente ininterrumpida desde la antigüedad hasta nuestros días, y que al mismo tiempo nos permitió avanzar en el conocimiento de la evolución arquitectónica del edificio. De esta manera, la primera fase constructiva de la iglesia se nos muestra como una edificación de nueva planta dispuesta bajo los pies de la actual, y con epicentro en la nave central, cuyos paramentos externos están realizados con paños centrales de mampostería y esquinas reforzadas con sillería. En su interior se han podido documentar parcialmente algunas de las cimentaciones de los pilares o columnas que lo articulaban, así como parte de sus rellenos constructivos que permiten fecharla entre finales del siglo XIII y los inicios del XIV. Cotejando estos datos con la documentación histórica, se podría plantear su relación con ese proyecto impulsado por el rey Alfonso X para revitalizar el puerto de Cartagena como base de su política exterior mediterránea, plasmado en la fundación de la Orden militar de Santa María del Mar, y especialmente la restauración del antiguo obispado Carthaginense en 1250 con sede en la ciudad, si bien es muy probable que el edificio no llegara a concluirse como consecuencia de la convulsión política que también afectó al reino de Murcia durante los últimos años de la vida del  monarca, y el posterior traslado del obispo a la capital en 1291. No será hasta bien avanzado el siglo XIV cuando se detecte una nueva fase constructiva, relacionada con una posible ampliación o al menos un anexo al edificio fundacional por sus extremos este y probablemente norte.

Figura 3. Vista general de las capillas de la nave sur,
destacando en primer término las yeserías
de la Capilla del Cristo del Socorro (1691).
La fase arquitectónica de mayor entidad en toda la historia del edificio se corresponde sin duda con los grandes pilares cruciformes conservados en la parte central y occidental de la iglesia, que sostenían unas cubiertas con bóvedas de crucería cuya datación se sitúa preferentemente durante el siglo XVI. A partir del siglo XVII se inicia un periodo marcado por los problemas estructurales del edificio, en un contexto de paulatina despoblación de la parte alta de la ciudad que progresivamente ocupará las zonas más bajas, donde a finales del siglo XVIII se inaugurará el nuevo templo de Santa María de Gracia. A comienzos del siglo XX la iglesia vieja es objeto de una reconstrucción historicista de estilo neorrománico dirigida por el arquitecto Víctor Beltrí, siendo destruida décadas después durante un bombardeo de la guerra civil, permaneciendo en pie tan solo los muros perimetrales, parte de los pilares de sustentación de las cubiertas, y algunas de las capillas de la nave sur.

Fases de intervención en 2011 y 2012
Y son precisamente estas capillas las que han sido objeto de una primera fase de actuación entre noviembre de 2011 y junio de 2012, con el fin de detener los procesos de deterioro que les afectaban. Se trata de un conjunto de cinco capillas construidas entre los siglos XVI y XIX, que desde los pies hasta la cabecera se denominan del Bautismo, San Ildefonso o de las Lágrimas, Cristo del Socorro, del Concejo y Sala Adyacente (Fig. 3). A excepción de la primera de ellas cuyo encaje en el sustrato rocoso  resulta visible, en el resto de capillas se han planteado sondeos arqueológicos con el fin de ampliar nuestro conocimiento sobre las fases pretéritas de este sector y precisar la datación de sus diferentes fases constructivas. El sondeo practicado en la capilla de San Ildefonso ha permitido aumentar nuestro conocimiento sobre algunas de las infraestructuras perimetrales del teatro romano, caso de la cisterna dispuesta en el subsuelo de dicha capilla y de la nave sur, que estaría asociada a la conducción y captación de pluviales en el perímetro superior de la cavea; el sondeo ha permitido documentar una pavimentación de mortero hidráulico delimitada al sur por un muro que forraba un recorte practicado en la roca para encajar la cisterna, recorte que condicionaría en lo sucesivo la disposición de otros espacios posteriores ligados a distintos usos, hasta concluir entre los siglos XV y XVI con la propia configuración que presenta actualmente la capilla.

Figura 4. Interior del corredor que atraviesa
el subsuelo de la iglesia de Santa María;
en la parte derecha, muro de aterrazamiento
de una domus; al fondo cimentación bajomedieval,
en la parte izquierda muralla islámica
(Autor: D. Frutos).
En el resto de las capillas no se constatan restos materiales adscribibles al período medieval ni fases constructivas de la iglesia en dicho período. Si las hubo, debieron estar situadas a una cota superior con respecto a la que queda configurada en el interior de las capillas a partir del siglo XVII, cuando los niveles preexistentes fueron rebajados excavando en superficie la roca de base. Durante los siglos XVI y XVII se produce un impulso constructivo detectado en las cuatro capillas, que está asociado a niveles de enterramiento, salvo en la capilla de San Ildefonso. En la capilla del Cristo del Socorro fue posible documentar parcialmente el extremo oriental de una fosa de inhumación donde se diferenciaron dos secuencias de enterramientos, aunque alteradas por las infraestructuras de andamiaje relacionadas con la edificación de la nueva capilla barroca concluida en 1691. En la capilla de los Cuatro Santos pudo constatarse de igual forma el nivel que a partir del siglo XVI aparece asociado a una secuencia de tres niveles de enterramientos superpuestos, no excavados, depositados en el interior de una gran fosa practicada sobre la roca de base. Durante las excavaciones de 2005-2007 se pudo definir el importante papel que cumple el edificio a lo largo de su historia como cementerio, apreciándose como la mayoría de los enterramientos responden a un proceso pausado y prolongado en el tiempo, salvo en un momento muy concreto de la época moderna en el que se produce una variación brusca en el ritmo y forma de enterramientos, con numerosas fosas comunes practicadas de forma simultánea, a la que creemos que pertenecen la mayoría de enterramientos documentados en las capillas, reflejando en su conjunto los efectos devastadores de una crisis de mortalidad ocasionada por alguna de las epidemias que afectan a la ciudad durante el siglo XVII.

La iglesia en la actualidad
En la actualidad iglesia y teatro se perfilan  como dos monumentos parcialmente superpuestos, que conforman un espléndido conjunto histórico-artístico. Los restos descubiertos en el subsuelo de la iglesia durante las intervenciones de 2005-2007, en el marco del Proyecto de Recuperación Integral del Teatro Romano de Cartagena encargado al arquitecto Rafael Moneo, y con la dirección científica de Sebastián Ramallo y Elena Ruiz, se encuentran integrados en un corredor subterráneo que conecta el Museo con el Teatro, ofreciéndole al visitante la oportunidad de conocer la evolución arquitectónica de la iglesia mediante la contemplación de parte de sus cimentaciones (Fig. 4). En cuanto a la parte emergente del edificio, la actuación realizada entre noviembre de 2011 y junio de 2012, financiada por el Ministerio de Cultura bajo la dirección técnica del arquitecto  Juan de Dios de la Hoz, ha sentado las bases para su futuro uso y puesta en valor, que deberá completarse en sucesivas intervenciones. 

Autores
Antonio Javier Murcia Muñoz y Martín Guillermo Martínez

Bibliografía
BELDA, C.: “El arte bajomedieval. Sus testimonios en Cartagena”, en Historia de Cartagena, vol. VI, 1986, 353-394.
DE LA HOZ, J. D., DE LA HOZ, L., GUILLERMO, M.: “Resultados de la Fase I de intervenciones en la antigua catedral de santa María o de la asunción de Nuestra Señora en Cartagena”,  XXIII Jornadas de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia (e.p.).
Martín, M., Pérez, M. A., Roldán, B.: “Iglesia Santa María La Vieja. Catedral Antigua de Cartagena”. Memorias de Arqueología. Excavaciones arqueológicas en Cartagena 1982-1988, 1997, 96-113.
MUNUERA, D.: Tras las huellas medievales de Cartagena, en Cartagena Histórica. Cuaderno Monográfico nº 21, 2002, 2-28.
PREGO, A.: “El mosaico romano de la Catedral Antigua”, Cartagena Histórica, nº 21, 2007, 42-58.
SAN MARTÍN, P. A.: "La catedral antigua de Cartagena",  Mastia, 2, 1973, 1-9.
RAMALLO, S. F.: Mosaicos romanos de Cartago Nova. Hispania Citerior Murcia, 1985.
RAMALLO, S. F., RUIZ, E.: El Teatro Romano de Cartagena, Murcia, 1998.
RAMALLO, S. F., RUIZ, E., MONEO, R., MURCIA, A.J.: Ruiz Valderas, E. (Coord.) Museo Teatro Romano de Cartagena. Catálogo, Cartagena 2009.
VIZCAÍNO, J.: La presencia bizantina en Hispania (siglos VI-VII). La documentación arqueológica, Antigüedad y Cristianismo, XXIV, Murcia, 2009.

Reportaje - el Aula Arqueológica de Aguilafuente: un paseo por la historia

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Fragmento de mosaico localizado en la villa romana de
Aguilafuente.
El Aula Arqueológica de Aguilafuente es un espacio expositivo en el que se presenta la historia y características de la villa romana y la necrópolis romana de Santa Lucía, situada al sur del casco urbano de dicha localidad. En ella el visitante podrá conocer de primera mano las características más interesantes de una villa romana, junto con las costumbres de sus habitantes.
A diferencia de otros espacios expositivos similares, en el caso de Aguilafuente se cuenta con una ventaja de gran valor añadido, ya que el Aula Arqueológica se encuentra en el interior de la iglesia románica de San Juan Bautista, edificio del último tercio del siglo XI posteriormente reformado en el XV, que permanecía cerrada al culto desde 1843. Dicha iglesia ha sido rehabilitada en diversas fases durante los años 90 para poder albergar finalmente con total idoneidad el Aula Arqueológica de Aguilafuente y conseguir así un marco apropiado para la exposición a la vez que se dota de funcionalidad a un edificio religioso antes en ruinas.
 
El descubrimiento
El descubrimiento de los primeros mosaicos de la villa romana de Santa Lucía tuvo lugar en marzo de 1868. La noticia llega a la Real Academia de la Historia, quien envía a Carlos de Lecea a realizar un informe del hallazgo, documentándose restos romanos y medievales. Los primeros pertenecían a una villa romana y los segundos a una ermita conocida en primer lugar como San Mamés y posteriormente como Santa Lucía, nombre que en la actualidad conserva el paraje.
Mosaico de la villa romana de Aguilafuente.
Cien años después, en 1968, el yacimiento vuelve a salir a la luz gracias al programa de TVE“Misión Rescate”. Es entonces cuando llegan los profesores de la UAM Rosario Lucas y Vicente Viñas para realizar las excavaciones arqueológicas entre 1968 y 1972. En ellas aparece la pars urbana de una villa romana del siglo IV d. C., una necrópolis visigoda de finales del siglo VI y principios del VII, y los restos de un edificio religioso medieval que se correspondía con la ermita de Santa Lucía. Son muchos y muy valiosos los materiales que aparecen en estas campañas, que son interrumpidas indefinidamente por desacuerdos entre los directores de la excavación y la corporación municipal.
Una vez concluidas las excavaciones en el año 1972, el yacimiento de Santa Lucía es abandonado a su suerte. Con la villa romana a medio excavar los restos son víctima de la intemperie hasta el año 1993, que se produce una campaña de recuperación por parte de la Junta de Castilla y León. En ella se realiza una limpieza del área habitacional, se consolidan los muros y se cubren parte de los restos con malla geotextil y grava. Así se mantiene el yacimiento hasta nuestros días, cada vez más degradado por el tiempo y sus consecuencias.
Respecto a los materiales que aparecieron en las excavaciones sufren dos destinos muy diferentes: una parte se conserva en el Museo Provincial de Segovia y la otra se encuentra en manos del ayuntamiento de Aguilafuente. Este último crea con parte de ese material el Aula Arqueológica, que abre sus puertas el 26 de octubre de 2001.
 
El Aula Arqueológica
El Aula Arqueológica se encuentra estructurada en once secciones que van introduciendo al visitante en el mundo romano bajo imperial y el posterior periodo visigodo, todo ello aderezado con la utilización de medios audiovisuales, ordenadores, proyecciones y replicas de los objetos encontrados durante las campañas de excavación. Además se pueden contemplar los mosaicos romanos originales que se extrajeron de la villa durante las excavaciones.
Reproducción del fresco con caballos y las inscripciones
Eufrata y Tajus.
El recorrido comienza desde un imaginario túnel del tiempo que nos retrotrae a través de diferentes hitos históricos desde el siglo XXI hasta el IV. Tras este viaje temporal, entramos de lleno en el mundo de las villae rusticae, las villas rusticas romanas, grandes propiedades que poseían vastos latifundios agrícolas. Proliferaron desde el siglo I hasta el final del Imperio Romano, alcanzando su máximo apogeo en los siglos III y IV. Conoceremos como estaban decoradas, que características de ubicación eran las más usuales, incluyendo incluso pasajes de los tratadistas de arquitectura romana y agrónomos más conocidos, como Vitrubio o Columela. El visitante también tendrá información de primera mano sobre los talleres de artistas que se encargaban de la decoración musivaria y pictórica.
En la siguiente sección se habla de las técnicas de construcción romanas aplicadas a los edificios enclavados en zonas rusticas: qué materiales de edificación se utilizaban, de qué sistemas de confort dotaban a este tipo de vivienda, haciendo hincapié en la existencia dentro de la propia villa romana de Santa Lucia de sistemas de calefacción como el hipocaustum, del que aún quedan vestigios, conducciones de agua junto a depósitos de almacenamiento e, incluso, la presencia de una zona termal.
Dibujo perteneciente al material de apoyo del Aula
Árqueológica
Siguiendo nuestro recorrido subimos al coro restaurado de la Iglesia de San Juan y nos encontramos con la quinta sección en la que se nos explica el proceso de restauración y rehabilitación que ha experimentado el templo en los últimos años y además encontramos una maqueta a escala 1:50 de la villa romana en la que podemos visualizar de manera general todas las estancias de que constaba. Junto a ello se pueden observar diversas laminas que nos muestran imágenes y pormenores de ciertas partes de la villa.
La sexta sección se denomina “Los caminos interiores” y en ella el visitante encontrara una réplica de los únicos frescos de pintura que se hallaron en la villa, se trata de unos estucos que representan a un caballo y unas aves sin definir. Esto sirve de “excusa” para hablar sobre la pintura y la decoración en el mundo romano, profundizando en la creación de pintura al fresco y sus diversas técnicas.
Tras esto entramos en secciones monográficas dedicadas a los habitantes de la villa: trabajadores y familia del dominus. En la sección de los habitantes de la villa y los trabajos agrícolas se muestran, mediante un original sistema de armarios iluminados, las diferentes categorías de trabajadores que llevaban a cabo las diferentes labores de la villa: esclavos, libertos, colonos, artesanos, etc.
Por su parte la cabecera de la iglesia muestra la sección dedicada a los señores, sobre los mosaicos originales del oecus de la villa se ha creado una ambientación de una sala noble con triclinios, estucos, cerámica de lujo romana (terra sigillata), vidrio y cerámica común. Aquí podemos contemplar dos parejas de caballos que adornaban el centro del mosaico de esta estancia, incluso ha llegado hasta nosotros el nombre de dos de ellos: Tagvs y Evfrata (Tajo y Eufrates).
Maqueta de la villa romana de Aguilafuente.
La recta final de la parte dedicada al mundo romano se completa con una proyección multimedia que sirve de resumen a todo lo visto anteriormente. Tras ello se pasa a una reproducción a escala de un atrio y peristilo romano donde el visitante puede, si lo desea, enfundarse una túnica y una toga romana.
La visita finaliza con el paso a la última sección, la reproducción de una necrópolis visigoda que aprovecha lo que en la sala anterior era el peristilo de la villa romana. Bajo un ambiente sobrecogedor dotado de medios audiovisuales se nos introduce en los rituales de enterramiento del pueblo invasor germánico, señalando las características de sus tumbas y los ajuares que acompañaban a sus difuntos.
En esta sección el visitante concluye su visita y tiene la sensación de haber estado viviendo durante algo más de media hora en la antigüedad clásica, participando de ella como si fuera el protagonista de una película de romanos y, sobre todo, ha adquirido un conocimiento más profundo del periodo bajo imperial y su transición al mundo visigodo.

Autora
Laura Frías Alonso
 
Información adicional y visitas
En el caso de que deseen visitar el aula pueden llamar previamente al teléfono 605 842 481.
Puedes descargar más información sobre la villa clicando aquí.

Entrevista con Nikolaos Stampolidis: "las mujeres fueron una importante vía de transmisión de elementos culturales en el Mediterráneo antiguo"

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Trono y escabel de madera, siglo VIII a.C.
Verucchio (Rímini), Tumba 26/1969 de la
Necrópolis de Moroni. Museo Arqueológico
Municipal de Verucchio. Cedida por el Museo
Cicládico de Atenas.
El Museo de Arte Cicládico de Atenas organiza la exposición "Princesses of the Mediterranean in the dawn of History", un interesante recorrido que abarca el período comprendido entre los años 1000 y 500 de antes de nuestra era para conocer con mayor profundidad el papel de mujeres que, a partir de los hallazgos arqueológicos de sus enterramientos, nos hablan de su papel en la sociedad de los albores de nuestra civilización. Mediterráneo Antiguo se ha puesto en contacto con el profesor Nikolaos Stampolidis, director del Museo y comisario de la muestra, para profundizar en los detalles de esta magnífica exposición, que se podrá disfrutar hasta el 10 de abril.

Pregunta– La exposición nos presenta princesas en un sentido amplio. ¿Qué tipo de mujeres podemos ver en la exposición del Museo de Arte Cicládico ?
Respuesta– El término "princesas" en el título de la exposición no se refiere necesariamente a princesas de un linaje real o principesco – aunque éstas también están presentes. Dado que los regímenes, roles y propiedades de las personas de poder y prestigio difieren unos de otros en el Mediterráneo central y oriental durante el largo período de tiempo cubierto por la exposición (1000-500 a.C.), los términos rey/reina y príncipe/princesa no pueden definirse de forma únivoca. Además, los términos príncipe/princesa (del latín princeps) son usados aquí en un sentido amplio para designar a una persona que por su linaje (familia), prestigio, riqueza u otra razón fue distinguida entre los demás miembros de la sociedad en la que él/ella vivían y participaban. Por supuesto, no me estoy refiriendo a mujeres míticas, sino a mujeres reales de la Antigua Chipre, Grecia e Italia. Mujeres de carne y hueso, o mejor dicho de hueso, puesto que sus huesos son los que sobreviven, junto con las ofrendas de sus tumbas, joyas y otros objetos personales, y suponen las herramientas que nos ayudan a descubrir el velo del tiempo y resucitar a estas mujeres de la mejor forma posible. Damas o princesas, sacerdotisas o curanderas, mujeres de conocimiento que recibían y adoptaban los elementos culturales de otras sociedades, ya sea porque viajaban de una a otra tierra para casarse o por otras razones, o porque permanecieran en su patria. Estas son las mujeres sobre las que se centra esta exposición. Información que, cuando es combinada con el tipo de tumba y enterramiento, costumbres y, sobre todo, sus ofrendas funerarias y otros objetos con los que eran enterradas (vestigos, joyas), que fueron elegidas por la fallecida o por sus familiares antes de cruzar el prado de Perséfone, pueden resucitarlas potencialmente en la medida, por supuesto, que puede hacerlo el pensamiento y la interpretación arqueológica a través del levantamiento del velo del tiempo para ver su aspecto, aunque solo levemente.
Bracelete de oro que representa una Potnia Theron,
señora de los animales, de la vida y de la muerte. Cedida por el
Museo Cicládico de Atenas.

Pregunta– Las mujeres fueron una vía muy importante de expansión de los horizontes culturales de su patria a otras naciones en el mundo Mediterráneo antiguo. Por favor, explíquenos cómo ocurre este fenómeno.
Respuesta– Por ejemplo, la “princesa” enterrada en Salamis, en Chipre, se piensa que procedía de Grecia debido a la gran cantidad de cerámica ática que acompañaba su enterramiento. Su presencia, junto con la evidencia proporcionada por otras ofrendas funerarias y el uso de la cremación para la mujer, está considerada como una evidencia no sólo de contactos comerciales entre Salamis y el Ática, sino como la posible identificación de la fallecida como una “princesa” griega, una aristócrata ateniense, que se casó con uno de los “príncipes” o reyes de Salamis y quién, después de su muerte, fue quemada de acuerdo con la costumbre ática y enterrada dentro de la tumba de su marido con su dote de jarrones áticos. Los hijos de la “princesa” griega de Salamis fueron criados en dos culturas: la griega y la chipriota. Otro ejemplo es la historia de Demarato de Corinto, quién se asentó en Tarquinia a mediados del siglo VII a.C. y la selección de su hijo más joven, Lucio Tarquinio Prisco, como rey de Roma, con todos sus aspectos – transacciones comerciales, acumulación de poder, migraciones, matrimonios mixtos y cría bicultural de los niños (griegos y tirrenos/etruscos). El matrimonio de sus hijos con mujeres de la aristocracia Tarquinia y, finalmente, el ascenso de Lucumo (Lucio Tarquinio) al trono de Roma es una representación histórico-literaria de la imagen arqueológica dibujada por las ofrendas funerarias de las tumbas de las “princesas” etruscas en una versión tangible, visible, de parte de la historia.

Pregunta– Han seleccionado 24 ejemplos de “princesas” de Grecia, Chipre, Sur de Italia y Etruria desde el año 1000 al 500 a.C. ¿Hay características comunes a todas ellas?
Dama de Egas, siglo V a.C. Museo
Arqueológico de Egas. Cedida por el
Museo Cicládico de Atenas.
Respuesta– En cualquier lugar, los objetos de arte encontrados entre las ofrendas funerarias y las imágenes de las “princesas” son similares. Por ejemplo, el cristal de roca y el collar de oro de la princesa griega de Salamis, en Chipre, están emparentados con una princesa veinteañera que murió durante el parto en Elefterna, en Creta. La mayoría, sin embargo, de los objetos que son comunes y se colocaron en las 24 tumbas de la exposición por motivos simbólicos corresponden a la tejeduría. Incluyen ruedas de huso de piedra, arcilla u otros materiales, planos o decorados (Tumba AZVII de Egas, tumba 59 de Poggio Selciatello, Tumba 392 de Guardia Perticara, Tumba 40/2006 en el cementerio de Lippi en Verucchio, Tumba II en el cementerio de Banditella, etc). Otros objetos relacionados con tejeduría son 118 carretes de cerámica (de la tumba de Poggio Selciatello y de la Tumba 40/2006 del cementerio de Lippi), contenedores de lana e hilo (del ajuar de la Dama Rica ateniense y de la llamada “Tumba de Isis") y, finalmente, huesos y ruecas de materiales preciosos y semipreciosos (un huso de bronce de la Tumba 22 del cementerio de Melenzani; un huso de bronce, ambar y hueso de la Tumba 24 del cementerio de Lippi; un huso de plata de la Tumba Regolini Galassi, etc). Todo lo anterior, particularmente los valiosos usos (más allá de útiles), fueron símbolos del mundo femenino, en los que las mujeres aristocráticas –reinas, princesas o sacerdotisas- eran a la vez un modelo para la reflexión de su fuerza productiva para el hogar, como la Atenea Ergani, la diosa-trabajadora por excelencia en la Atenas Clásica; o la reina Penélope, que no esperó ociosamente el regreso de su marido, sino que se mantuvo ocupada con paciencia en el telar; o la princesa troyana, mujer de Antenor y la sacerdotisa de Atenea, representada en el acto de hilar la lana con su huso mientras recibe a un grupo de enviados extranjeros con toda formalidad en una crátera corintia del siglo VI a.C. o, finalmente, la mujer aristocrática de Atenas, en cuya procesión llega el peplo que había tejido para Atenea, la divinidad patrona de la ciudad, capturada para la posteridad en el friso de la fachada este del Partenón. Al mismo tiempo, en el ámbito del hogar, las costumbres de la convivencia del Mediterráneo Oriental y Grecia fueron transmitidas a las cortes de Etruria, donde fueron inmediatamente adoptadas por las mujeres nobles. Por tanto, encontramos soportes de vasijas de bronce; estanterías donde se colgaban las vasijas utilizadas en los symposium... El mismo tratamiento se le da a los asadores y sus soportes, como los de la necrópolis de Bolonia (siglos VIII-VII a.C:), que son réplicas de asadores reales encontrados en las tumbas de los reyes y guerreros de Chipre y Creta (siglo IX a.C.).

Marfil, siglo VII a.C. Marsiliana d'Albegna (Grosseto). Cementerio
de Banditella, Círculo de los Marfiles. Museo Arqueológico de
Florencia. Fotos: Fernando Guerrini y Mauro del Sarto. Soprintendenza
Archeologica della Toscana. Archivo fotográfico©. 
Pregunta– Analizando los conjuntos funerarios presentes en la exposición ¿qué puede explicarnos sobre las creencias sobre la otra vida en los albores de la historia del Mediterráneo?
Respuesta– La respuesta a esta pregunta es doble. La primera concierne a los datos arqueológicos examinados conjuntamente con la información dibujada en las fuentes escritas, particularmente Homero. Para la segunda cuestión debemos buscar las respuestas en el dominio de la metafísica y esto, como puedes darte cuenta, no es un problema fácil de responder. Los datos arqueológicos, no obstante, permiten investigar aspectos relacionados con prácticas antiguas, en particular de costumbres de enterramiento y cremación, que parecen coexistir durante este largo período y en todas las regiones geográficas presentadas en la exposición, dependiendo por supuesto de creencias locales de la comunidad en cuestión.

Pregunta– Los enterramientos nos hablan a veces de la estructura social. ¿Qué podemos decir sobre esto basándonos en lo que podemos ver en la exposición?
Respuesta– Te daré otro ejemplo que podemos deducir del estudio de los numerosos objetos funerarios (por encima de ochenta) de la Dama Rica ateniense enterrada en el Areópago a mediados del siglo IX a.C. Este enterramiento incluye varios objetos importados de pasta de vidrio, loza, collar de cristal de roca o pendientes de oro. Si es verdad que fueron hechos por un artesano extranjero afincado en el Ática y, finalmente, sellos de hueso que, junto con la riqueza de los objetos locales del Ática indican el desarrollo de contactos y relaciones con los egeos y el Oriente Próximo. Uno de los más importantes hallazgos de este enterramiento es el pixis de cerámica con forma de caja que presenta cinco modelos de granero en su tapa. Si ciertamente son modelos de granero, entonces su presencia en un vaso usado principalmente por mujeres para su adorno personal podría confirmar, junto con la opulencia de otras ofrendas funerarias, el status social de la fallecida y su linaje aristocrático. De acuerdo con Aristóteles (Constitución Ateniense, 3.1.) la distinción de los ciudadanos atenienses se hacía sobre la base de sus activos existentes tras la legislación de Solón, que a comienzos del siglo VI a.C. dividió a los atenienses en cuatro clases de acuerdo con su renta agraria. Esta Dama Rica ateniense probablemente perteneció a la más alta clase social de la ciudad, los pentakosiomedimnoi, como sugieren los cinco graneros que decoran el pixis, una ofrenta funeraria única por su simbolismo socio-político.

Pregunta - ¿Podemos ver algún tipo de influencia fuera del Mediterráneo en la exposición?
Lámina pectoral de la Dama de Lefkandi. Siglo X a.C. Museo
Arqueológico de Eretria. Foto: Eirini Mieri. Archivo fotográfico©. 
Respuesta– Podríamos hablar de importaciones relacionadas principalmente con materias primas brutas o trabajadas, como ambar que solía importarse del Báltico, o marfil originario de Asia o África. No hace falta decir que a finales del siglo VIII a.C. tenemos evidencia de intensas influencias de Oriente Próximo en la mayor parte del Mediterráneo.

Pregunta– La exposición se presenta en orden cronológico. ¿Cuál es la evolución más destacable desde los primeros enterramientos, como el de la Dama de Lefkandi, hasta los últimos, como la Dama de Egas?
Respuesta– La exposición se centra en un extremamente interesante y variado conjunto geográfico con interés político, económico-comercial, cultural e ideológico, el paisaje del Mediterráneo Central y Oriental (Chipre, Grecia e Italia) en un tiempo particularmente significativo cuando, después de la caída de los centros principales del Bronce tardío (siglos XII-XI a.C.), las sociedades de la alta Edad del Hierro emergen y arrancan los albores de la Historia, justo antes de un momento histórico muy importante: el conflicto entre griegos y persas (490-480 a.C.). Por tanto, incluye el período creativo completo desde el siglo X hasta el VI a.C., también conocido como Protogeométrico, Geométrico y Arcaico. Este fenómeno no es fácil de explicar, debido a su compleja naturaleza. El enterramiento de Lefkandi es tan importante para el período que representa como el de la Dama de Egas para Macedonia en el siglo VI a.C. Ciertamente, hacia mediados de la Edad Hierro, sobre los siglos IX-VII a.C., se observan diferencias entre zonas geográficas diferentes del Mediterráneo. Estas diferencias están mejor ejemplificadas en el período inicial de Egas, Bolonia así como también en las fases iniciales de Etruria. Es decir, cualquier desarrollo no es igual de región a región, pero podría ser posible rastrear entre las comunidades del mismo horizonte geográfico a lo largo del tiempo, lo que es también un proceso complejo.

Pregunta– La cantidad, variedad y calidad de los objetos que podemos ver en la exposición nos demuestran la importancia de la industria de la joyería en el Mar Mediterráneo Antiguo. ¿Cuáles eran los lugares de producción más importantes?¿Y las técnicas más utilizadas?
Respuesta– Los centros de producción de joyería varían en función de los períodos, con la excepción de la joyería importada desde Oriente Próximo. Famosos en el mundo griego eran los talleres cretenses, atenienses, rodios y macedonios, principalmente activos durante el siglo VI a.C. Así como la producción etrusca temprana, vale la pena mencionar la de Tarquinia.

Cabeza y torso de una estatua funeraria femenina.
Siglo VII, a.C. Vetulonia. Museo Arqueológico
Nacional de Florencia. Fotos: Fernando Guerrini
y Mauro del Sarto. Soprintendenza
Archeologica della Toscana. Archivo fotográfico©.  
Pregunta– Esta es la primera vez que los hallazgos de la tumba de la pequeña princesa de Verucchio (un trono de madera y su reposapiés con otros artefactos) viajan fuera de Italia. ¿Podría hablarnos un poco más de este enterramiento?
Respuesta– El territorio de Verucchio, en el interior de Rímini, consiste en llanuras costeras, colinas y valles fluviales, lo que contribuyó de varias maneras a propiciar que Villanova fuera centro de la economía. Las tumbas de Verucchio, en varias de ellas se hallaron artefactos hechos en materiales perecederos como la madera, textiles y ámbar en un excelente estado de conservación, nos permiten reconstruir con relativo detalle varias prácticas funerarias, tales como el ritual del “vestido” de la urna de cenizas, como si se intentara representar simbólicamente el cuerpo que había sido destruido (y por tanto representado indefenso). El análisis del ajuar funerario mostró que las mujeres aristócratas de Verucchio estaban a cargo de recursos alimenticios: los enterramientos de mujeres contienen muchos más y variados vasos de arcilla que los enterramientos de hombres. Y casi una característica constante de los enterramientos femeninos es la presencia de instrumentos de tejeduría, a menudo hechos de materiales preciosos, lo que significa que no tenían una función práctica. Probablemente, la tejeduría no cubría de forma exclusiva las necesidades de la familia. Además, la distinción entre diferentes roles dentro de los enterramientos de mujeres en los que se habían empleado tejidos no parece tener conexión con una clase social o edad, sino más bien con la organización de una actividad con una gran importancia económica, entre otras cosas. Los rituales funerarios parecen expresar la creciente especialización de mujeres en varios sectores de los procesos de producción, de un arte predominantemente femenino, cuyo potencial de producción contribuyó al reconocimiento social de las mujeres dentro de la comunidad, como lo demuestra la evidencia iconográfica, tanto como las representaciones en el trono de la Tumba 98/1972 o el famoso tintinabulum (campana) de la Tumba Arsenal de Bolonia. La presencia casi constante de arreos, o de partes de carro, o ambos, en las tumbas de tejedores es también importante, ya que indica una clase social particular y posiblemente una presencia activa dentro de la región (las riendas de los caballos muestran a menudo señales de desgaste). Un gran número de mujeres –casi tantas como hombres- parecen haber utilizado carros. El examen de los restos quemados de un esqueleto en la urna funeraria de la Tumba de la Pequeña Princesa identifica a la fallecida como una niña joven, de aproximadamente trece años. Los objetos personales y una rueda de huso de bronce indican que es una mujer. Esto da un especial significado al mobiliario de madera, más notablemente al trono y al escabel, y a la riqueza de los objetos personales, que incluyen numerosas fíbulas y pendientes de bronce y ámbar, varios cinturones y un pectoral decorado hecho con lámina de cobre. Ciertamente, aparecen aquí como símbolos de una determinada clase social, una familia aristocrática, más que como objetos usados por el fallecido. De hecho, la joyería, demasiado grande para una niña de su edad, fue probablemente la parte de una dote que sería usada en su vida adulta. Además, la representación en el trono de una escena similar a la del famoso trono de la Tumba del Guerrero en Lipi (Tumba 89/1972) sugiere que el enterramiento de la pequeña niña en la Tumba 26/1969 fue destinado a un papel de gran prestigio y significado.

Pregunta– También es la primera vez que la Dama de Archontiko de Pella es presentada al público. ¿Podría hablarnos de la devoción macedonia hacia la práctica de tradiciones de enterramiento?
Uso. Primera mitad del siglo VII a.C. Necrópolis de Lippi, Verucchio.
Tumba 24/2005. Bolonia. Servicio Arqueológico de Emilia Romana. 
Respuesta– La riqueza, el simbolismo y la calidad de la joyería y otras ofrendas funerarias (particularmente la presencia de una máscara y tres diademas de oro) sitúan a este enterramiento con la categoría más alta (cuarta) y sugieren que la Dama de Archontiko, que murió aproximadamente hacia el 540-530 a.C., fue un miembro de un poderoso clan local de la aristocracia macedonia y posiblemente una sacerdotisa. Otras tres damas del cementerio oeste, encontradas en el mismo grupo de enterramientos que unos ricos guerreros, pertenecen también a esta categoría. Estos miembros prominentes de los clanes aristocráticos recibieron enterramientos heroicos, que continúan las tradiciones funerarias de la Edad del Bronce y la Edad del Hierro, colocando armas y objetos específicos como ofrendas funerarias, mientras que la introducción de oro y otros objetos emblemáticos elegidos por la aristocracia local, que favorecieron los reyes Teménidas, como un medio para mostrar su poder, riqueza y popularidad. Detrás del esplendor de las máscaras de oro, las placas y joyas se encuentra la fe en el más allá y la regeneración bajo la protección de las deidades asociadas con la variedad de símbolos presentes, tales como la granada del pendiente y los broches de vainas de amapola. En el caso de la máscara, las criaturas de la tierra y el mar, motivos vegetales y geométricos y motivos astrales simbolizan el cielo, la tierra y el agua, aportando un significado cosmológico, religioso y político, como creencias en la vida en el más allá.

Pregunta - ¿Qué destacaría de la exposición a parte de estas damas?
Respuesta– Podríamos referirnos a un gran número de elementos distintos conectados con mujeres. Por ejemplo, las tumbas que en muchos casos tienen la apariencia de construcciones monumentales, los carros que las llevaron a su última morada, los banquetes que tuvieron lugar en su honor durante la ceremonia de enterramiento... Algunos enterramientos de la exposición muestran, de forma explícita, en términos de prácticas y ritos, el paso de una era a otra.

Autor
Mario Agudo Villanueva


Artículo - el rompecabezas de los códices jordanos

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Figurilla hallada junto con los códices de plomo. Autor: David Elkington.
Docenas de pequeños libros de plomo han sido encontrados. Eso es lo único cierto. El resto de esta apasionante historia está envuelto en una red de secretos, medias verdades y mucho dinero. Hace cinco años me mostraron unas fotografías de unos pequeños libros de plomo que habían sido encontrados en el norte de Jordania ¿o fue en Israel? Había dos historias, porque de dónde hubieran sido encontrados dependía qué gobierno se apropiaría legítimamente de ellos.
Los códices habían sido encontrados unos pocos años antes ¿o habían sido encontrados mucho tiempo antes por algún abuelo? Había dos historias de nuevo, porque cuándo hubieran sido encontrados determinaba quien podría reclamar su propiedad, el estado o el que lo encontró.
Los pequeños libros, de tamaño variable, desde un poco más grandes que una tarjeta de crédito hasta casi el tamaño de un libro de bolsillo, estaban sellados con anillos en sus cuatro lados, pero algunos están ahora rotos. Tienen entre siete y ocho páginas, pero es difícil de contar porque el metal ha sido comprimido. Algo está escrito en ellos, parte en caracteres hebreros, parte en griego, pero la mayoría en paleo-hebrero, escritura utilizada en la época del rey David. Algunas de las palabras tienen formas que no eran conocidas en ningún sitio, así que solamente unas pocas han podido ser descifradas por distinguidos académicos en Inglaterra, que han estado trabajando sobre los textos. Esta escritura antigua fue todavía utilizada en época de Jesús, en monedas y en alguno de los Rollos del Mar Muerto. Era considerada sagrada. Las letras no están grabadas en el plomo, las páginas fueron fundidas en moldes, así que las letras están sobre la superficie. Están decorados con símbolos variados. Nunca se había encontrado nada como esto.

Datación
Datar el plomo es muy difícil, pero los objetos analizados muestran que su superficie no ha sido alterada desde hace 1800 años, quizás más. Fueron hechos en los tiempos de los primeros cristianos. A pesar de la historia que sitúa su hallazgo en Israel, lo más probable es que el lugar donde fueron encontrados se tratara de unas cuevas a 13 millas de Pella, donde los cristianos huidos de Jerusalén se refugiaron en el año 70 d.C. En una de las cuevas fueron excavados nichos en la pared para guardar los libros. Esta cueva no era conocida previamente por las autoridades y David Elkington, el primero que me mostró las fotografías, persuadió a las autoridades en Jordania para registrar este lugar como sitio arqueológico. Ahora está vigilado.

Otro rostro en uno de los códices. Autor:
David Elkington.
Se han producido grandes retrasos en la investigación del sitio y de los hallazgos. Por alguna razón, algunas personas organizaron una furiosa campaña hostil en Internet. Hubo llamamientos online para que los hallazgos fueran considerados una falsificación. De hecho, todos los que querían investigar los códices estuvieron intentando asegurarse de que estaban a salvo y disponibles para que los académicos los investigaran. No querían que se repitiese la historia de los Rollos del Mar Muerto, cuando se tardaron 50 años para hacer que estuvieran disponibles para que cualquiera pudiera investigarlos. Fueron guardados por ciertas instituciones y solo sus miembros y estudiantes estaban autorizados a analizarlos y tener el prestigio de publicar los resultados. Incluso profesores compañeros no tuvieron acceso a ellos. Mientras tanto, parece que los objetos de la cueva han sido vendidos y por una gran suma de dinero. 95.000$ por un objeto se comentaba recientemente.
Miembros de la Sociedad de Estudios del Antiguo Testamento publicaron una carta abierta al diario The Times el pasado mes de julio, solicitando que los hallazgos se pusieran a disposición de los académicos, pero no hubo respuesta. No hay duda de que algunos objetos de fechas más tardías están entre los hallazgos de la cueva, hay algunas falsificaciones circulando, pero es altamente improbable que toda la colección sea falsificada, puesto que hay muy pocos que tengan el conocimiento de los orígenes del cristianismo necesarios para hacerlo. Las falsificaciones imitan cosas que ya son conocidas y nada como estos libros de plomo había sido encontrado antes.
No ha sobrevivido arte de los primeros tiempos del cristianismo, pero hay vívidas descripciones en el Libro del Apocalipsis de las imágenes que utilizaron. Todas ellas eran del Templo de Jerusalén y, especialmente, de la Fiesta del Tabernáculo. Los códices están decorados con estas imágenes del templo y el tabernáculo: el candelabro de siete brazos, las ramas de sauce llevadas por los sacerdotes al tabernáculo, las cidras llevadas con ramas de palma por otros peregrinos y la cruz diagonal, que fue la más temprana representación de la cruz bautismal. Era la marca del Nombre del Señor.
Lo más sobrecogedor de todo son las caras. Hay varias imágenes de la misma cara, solo una cara brillante y, en ocasiones, con rayos como los del sol, con caracteres paleo-hebreos. Estas no podrían haber sido judías, pues las imágenes estaban prohibidas y una cara con antiguas palabras sagradas era inconcebible.
En la Transfiguración, Mateo 17 dice “el rostro de Jesús resplandeció como el sol” y Apocalipsis 1 dice “Jesús estaba con la luz siete veces, vestido como un sacerdote, y su rostro resplandecía como el sol”. Con los libros de plomo fueron encontradas pequeñas figuras de un hombre con la misma cara y vestido como un alto sacerdote. Hebreos 4 describe a Jesús como “nuestro gran sumo sacerdote”.
 
Libros sellados
En Apocalipsis 5, “el cordero es digno de abrir el libro con siete sellos”. Muchas traducciones dicen que fue un rollo, pero en griego es biblion, es decir, libro. Un libro sellado fue uno de los símbolos clave de Jesús y de los primeros cristianos y parece que muchos libros sellados de los primitivos cristianos han sido encontrados ahora. Debido a los retrasos, intrigas, rivalidades y otros factores humanos, este preciado tesoro está en peligro de robo y contrabando.

Autora
Margaret Barker, Presidenta de la Sociedad de Estudios del Antiguo Testamento y creadora del grupo de Estudios del Templo de Jerusalén.

Más información
Códices jordanos, judíos o cristianos, publicado en Mediterráno Antiguo el 21 de julio de 2011.
Confirmada la antigüedad de los códices jordanos, publicado en Mediterráneo Antiguo el 19 de agosto de 2011.

Entrevista con Alberto López Mullor: "el Montgròs aporta una concepción de la defensa del territorio altamente evolucionada"

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Vista aérea de la península ocupada por el sitio de El Montgròs,
en cuyo istmo se edificó una fortificación ibérica de barrera
para convertirla en fortaleza y lugar de refugio.
Foto: Paisajes Españoles – Servei de Patrimoni Arquitectònic
Local de la Diputació de Barcelona (SPAL).
Los yacimientos arqueológicos, si son trabajados de forma metódica y sistemática, aportan una gran cantidad de información sobre nuestro pasado y contribuyen de forma clave a la divulgación, a parte de integrarse en el modelo de explotación turística de las regiones en las que se encuentran. El Montgròs es uno de estos casos: una fortificación ibera en pleno Parque Natural del Montseny que nos arroja nueva luz sobre los originarios pobladores de la península. Mediterráneo Antiguo se ha puesto en contacto con Alberto López Mullor, arquéologo director de las excavaciones, con quien recorremos el yacimiento.

Pregunta - El Turó de Montgròs es una fortificación ausetana situada en un punto estratégico, pues vigilaba una de las vías de penetración desde la costa al interior.
Respuesta - En primer lugar, permítame que puntualice que el lugar donde se halla situado el conjunto arqueológico se denomina El Montgròs. El calificativo de turó, que en catalán significa literalmente colina o pequeña elevación, no se encuentra en la toponimia original del paraje y, por tanto, hace unos años decidimos desecharlo. El lugar del Montgròs, pues, se halla situado en el municipio de El Brull, en la provincia de Barcelona, dentro del Parque Natural del Montseny. Efectivamente, se encuentra a corta distancia de una de las vías de penetración desde el Vallès Oriental hacia la Plana de Vic, atravesando el macizo del Montseny por el Coll Formic. Es decir, uno de los pasos que parten del corredor natural que atraviesa Cataluña de norte a sur, paralelo a la costa, hoy autopista AP-7 y otrora Vía Augusta, flanqueado por la cordillera litoral y el mencionado sistema del Montseny, para internarse en la comarca de Osona, el antiguo territorio de los iberos ausetanos.
Interior del recinto fortificado de El Montgròs. En primer término,
considerablemente arrasadas, ruinas de la primera muralla ibérica
construida a lo largo del segundo cuarto del siglo V. En segundo término,
la fortaleza ibérica de hacia el 300 a.C. con diversos refuerzos
internos del siglo III a.C. Foto de Alberto López Mullor (SPAL).
La fortaleza del Montgròs no estuvo sola en su cometido de vigilancia de los límites de la ausetania. Algo más al norte, se conoce la del Casol de Puigcastellet (Folgueroles), de estructura similar pero más reducida, controlando el camino por donde actualmente transcurre la autovía Vic-Girona. Todavía en una posición más septentrional, se halla el poblado ibero y medieval de L’Esquerda (Les Masies de Roda de Ter), situado en una elevación sobre un meandro del Ter que, como se sabe, en época antigua, desembocaba muy cerca de la colonia griega de Emporion (Empúries, L’Escala). El dispositivo se completaba hacia el resto de puntos cardinales con diversos enclaves entre los que pueden destacarse los del Turó de Tona, El Clascar (Malla) y el Puig Ciutat de Oristà.

Pregunta - Normalmente nos encontramos con poblaciones fortificadas, pero no con fortificaciones aisladas ¿hay otras construcciones semejantes documentadas en nuestra geografía? Descríbanos sus características.
Segunda - En primer lugar, describiremos brevemente las características del sitio del Montgròs. Se trata de una península de 9 hectáreas de superficie, rodeada de profundos riscos que la hacen prácticamente inaccesible, excepto por un istmo de unos 150 metros de anchura. La fortificación, pues, es de las denominadas “de barrera”. De tal modo que cierra herméticamente el acceso a la mencionada península. Este procedimiento se utilizó exactamente igual, en un paraje de similar orografía pero de menores dimensiones, al construir la fortaleza del Casol de Puigcastellet en un momento, como veremos, ligeramente posterior a la del Montgròs. En ambos sitios la excavación ha permitido el descubrimiento de una parte importante de las defensas, razonablemente bien conservadas, en especial en el Montgròs. Sin embargo, también en ambos lugares, la prospección intensa de la zona defendida no ha proporcionado indicios de construcciones de una cierta entidad. En consecuencia, la hipótesis con la que trabajamos es que, ambos enclaves, además de cumplir con una función militar estratégica y contar con una guarnición estable, sirviesen de refugio en tiempo de crisis para una población diseminada -todavía lo es actualmente-, dedicada a la agricultura y la ganadería de montaña. De tal modo que pudieran dar cobijo holgadamente a personas y rebaños.
Planta general de las estructuras puestas al descubierto a lo largo de las excavaciones del conjunto
arqueológico de El Montgròs, con indicación cromática de su evolución cronológica.
En el resto de yacimientos citados la situación fue otra, coexistiendo su función de vigilancia con la de lugares de habitación. El más notorio, a efectos de su comparación con el Montgròs, es el de L’Esquerda, donde la poderosa muralla ibérica también se sitúa en el istmo de una península prácticamente inaccesible, rodeada por el caudal del Ter. En este caso, sin embargo, como en la mayoría de los restantes, los poblados no se encuentran en parajes montañosos de difícil acceso, sino en elevaciones abocadas a la amplia llanura osonense.
En cuanto a las características específicas de la fortaleza del Montgròs, lo primero que hay que decir es que comprende dos fortificaciones diacrónicas que cumplieron la misma función y que prácticamente se situaron en el mismo lugar. La más antigua fue fundada durante el segundo cuarto del siglo V a.C. En este momento se conoce un 70 % de su trazado y se sabe que era de factura relativamente sencilla, con dos caras de mampostería de tamaño variado colocadas en seco y un relleno interior de gran cantidad de ripios y algo de arcilla. Desde el punto de vista poliorcético destaca su puerta flanqueada por dos torres interiores y precedida por una barbacana. Sin duda, poseyó otras defensas periféricas, pero éstas fueron arrasadas al construirse la segunda muralla, o muralla principal, la que en mejor estado ha llegado a nosotros. Ésta se erigió hacia el 300 a.C., ligeramente adelantada respecto a la más antigua, que fue desmontada para aprovechar sus materiales en la nueva obra, restando su trazado completo en planta pero no su alzado, del que sólo se conservaron entre dos y siete u ocho hiladas en los puntos más favorables.

Recreación didáctica del aspecto que hubiera podido tener la puerta de
la primera muralla ibérica de El Montgròs (425-400 a.C.) y sus defensas periféricas,
tomando como base los vestigios hallados en la excavación.
Interpretación de Alberto López Mullor. Infografía: Centum-SPAL. 
La segunda muralla se construyó de manera cuidadosa, atendiendo escrupulosamente a las características del terreno en cada tramo. De tal manera que sus extremos fueron menos robustos que su parte central, en la que se distingue un tramo cercano a la puerta, dotado de casamatas o phulactéria, al estilo púnico, y un paño central con doble muro formado por la muralla propiamente dicha y la escarpa fortificada de un foso que se aplacó a un desnivel natural del terreno. El conjunto se fue completando con una serie de torres, de las que por el momento se han excavado cuatro, y con refuerzos de algunos paños, todo ello a lo largo del siglo III a.C.

Pregunta - ¿En qué momento podemos datar el conjunto arqueológico?
Respuesta - Tal y como hemos explicado en la respuesta anterior, la primera muralla ibérica se erigió en el segundo cuarto del siglo V a.C. y la segunda o principal en el paso del siglo IV al III, hacia el 300 a.C., para dar una cifra redonda. Esta última, sin embargo, fue considerablemente reforzada en diversas etapas a lo largo del siglo III a.C. Cabe añadir que, sin relación alguna con la fortaleza ibérica, se conoce una primera ocupación del Montgròs que data del final de la Edad del Bronce, de hacia el año 1000 a.C., según indican las dataciones de C14 y termoluminiscencia realizadas. La conocemos bien desde el punto de vista cronológico y de cultura material. No así desde el estructural, pues las construcciones ibéricas la destruyeron casi por completo. No obstante, algunos indicios de hogares y de orificios de poste hacen pensar en una ocupación de cabañas.
Detalle de las ruinas de la puerta de la primera muralla ibérica de El Montgròs
(segundo cuarto del siglo V a.C.), flanqueada interiormente por dos
torres rectangulares y dotada de umbral de losas de piedra.
En primer término, perfil de la segunda muralla ibérica (ca. 300 a.C.),
construida inmediatamente a continuación de la primera,
después de arrasarla. Foto de Alberto López Mullor (SPAL).
Por otra parte, cabe destacar un importante uso del lugar en época medieval, con la construcción del mas (o masía) del Montgròs, formado por una serie de edificios e instalaciones que aprovecharon determinadas estructuras ibéricas, como por ejemplo el tramo central de la muralla de los siglos IV-III a.C. La sede de esta explotación agrícola se ha puesto al descubierto de manera extensa por las excavaciones y se fecha entre un momento inicial del siglo XI y los primeros decenios del XV.

Pregunta - ¿Cuándo llega a su fin y por qué?
Respuesta - La fortaleza fue abandonada y parcialmente derribada hacia el 200 a.C., según indican los materiales arqueológicos: cerámicas de barniz negro de importación, dracmas emporitanas, etc. Durante algún tiempo hemos especulado que ello fuera debido a dos razones. En primer lugar, a la derrota de la confederación de las tribus ibéricas del nordeste, entre las que figuraban los ausetanos, producida en una batalla desarrollada cerca de la actual Zaragoza, en la que los iberos ilergetes, lacetanos, ausetanos y otras tribus cuyo nombre se desconoce, fueron vencidos por el ejército consular de  Lucio Léntulo y Lucio Manlio Acidino. El líder ilergeta Indíbil cayó en la batalla y su compañero Mandonio (Livio, Ab urbe condita, XXIX, 3) fue entregado a los romanos junto con los otros régulos ibéricos, entre los que se encontraba Amusicus, príncipe de los ausetanos. No consta, sin embargo, que en aquella ocasión los romanos penetrasen en la ausetania, como sí habían hecho en 218, asediando su capital –de ubicación desconocida por el momento– y haciendo huir a Amusicus (Livio. XXI, 61).
Síntesis cromática de la lectura estratigráfica de los elementos que forman la fortificación
interna de la puerta de la muralla ibérica principal de El Montgròs, siglos IV-III a.C. y restauración del XX.
En segundo lugar, a los efectos de la campaña emprendida en 195 a.C. por el ejército del cónsul Marco Porcio Catón para sofocar la revuelta general de los pueblos ibéricos contra el dominio romano iniciada en 197 a.C. Se sabe que en el curso de estas operaciones Catón luchó contra los ausetanos, sometiéndolos (Liv. XXXIV, 20).
Es problemático decantarse por una de estas dos opciones porque les excavaciones del Montgròs, además de evidenciar la destrucción parcial de la muralla y el incendio de algún punto clave, como por ejemplo la puerta, no han proporcionado evidencias de lucha: ni indicios de armas o proyectiles, ni destrucciones concretas de los paños de la muralla. Parece más bien que el fin de la fortaleza se produjo por una acción de represalia que, tal vez, haya que atribuir a las tropas de Catón.

Pregunta - ¿Qué ha aportado el Montgròs al conocimiento de la historia antigua de la zona?
Respuesta - El Montgròs aporta una concepción de la defensa del territorio altamente evolucionada. Sin duda, fruto de un poder aristocrático centralizado, del que podría ser un buen exponente plástico el monumento funerario de Malla. Esta estructura de poder poseería un potente brazo militar que en el campo de la política, digamos, exterior sería el encargado del mantenimiento de una integridad territorial amenazada por las etnias iberas limítrofes, contra las que era necesario fortificarse fuertemente. Por otra parte, nuestro yacimiento también evidencia la posible sintonía de los ausetanos con el mundo púnico, materializada tanto en las técnicas constructivas empleadas en la poliorcética, como por el considerable refuerzo del recinto a lo largo del siglo III a.C., y por fin por la implicación ausetana del lado cartaginés en la Segunda Guerra Púnica, bien conocida por las fuentes.
Detalle de la cara exterior de la segunda muralla o muralla principal de la
fortaleza ibérica de El Montgròs (ca. 300 a.C.).
A la izquierda, lienzo dotado de casamatas y de paramento doblado,
flanqueando una poterna tapiada. En el centro la torre nº 1,
obra de la primera mitad del siglo III a.C. A la izquierda,
paramento central precedido de foso con la escarpa fortificada.
En la berma o espacio intermedio, vestigios de la torre nº 2.
Foto de Alberto López Mullor (SPAL).

Pregunta - ¿Se siguen realizando trabajos arqueológicos en el yacimiento?
Respuesta - Los trabajos arqueológicos se han desarrollado en tres etapas, la del descubrimiento, entre 1974 y 1975, la de las primeras exploraciones programadas (1982-1987) a cargo del Museo Arqueológico de Barcelona, dependiente entonces de la Diputación de Barcelona, hoy denominado Museu d’Arqueologia de Catalunya, adscrito a la Generalitat de Catalunya, y la del descubrimiento sistemático, desde 1997 hasta ahora, a cargo del Servei de Patrimoni Arquitectònic Local de la Diputación de Barcelona, organismo que se ocupa tanto de la investigación arqueológica como de la restauración arquitectónica y que venía ejerciendo esta segunda función desde el descubrimiento del monumento. El conjunto se encuentra abierto al público desde 2000, dotado de las instalaciones necesarias para su visita, que se realiza siempre guiada, teniendo en cuenta la riqueza arqueológica del lugar y su ubicación en un magnífico parque natural. Las tareas de difusión se realizan en íntima colaboración con el Àrea d’Espais Naturals de la diputación barcelonesa y el ayuntamiento de El Brull.

Pregunta - Las manifestaciones del arte ibero del levante y sur peninsular son mucho más ricas que las de la costa noreste y el interior ¿a qué achacas esta diferencia?
Respuesta - Sin duda, en época antigua el levante y el sur gozaron de una mayor pujanza que la zona septentrional. No obstante, tal diferencia no debe magnificarse, puesto que los iberos del norte fueron perfectamente capaces de levantar imponentes fortalezas como la del Montgròs. La cuestión de la diferencia en las manifestaciones artísticas debe buscarse en distintas tradiciones, lo que hace, por ejemplo, que las necrópolis ibéricas catalanas sean especialmente austeras y… escasas. A pesar de todo, no debe discutirse la capacidad de estas poblaciones para crear, cuando se consideraba oportuno, manifestaciones artísticas de un cierto porte, como lo demuestra, por ejemplo, la ya citada presencia del monumento funerario ibérico de Malla, en el importante e inexplorado poblado de El Clascar (Malla), sede quizá de un núcleo de poder ausetano.

Recreación didáctica del aspecto de la fortaleza ibérica de El Montgròs,
en su última etapa de funcionamiento, a finales del siglo III a.C.
Para entonces ya se han macizado las casamatas del tramo contiguo a la puerta
y se han edificado todas las torres y otras defensas estructurales.
Interpretación de Alberto López Mullor. Infografía: Centum-SPAL.
Pregunta -¿Qué obra recomendaría a nuestros lectores que quieran conocer más sobre los ausetanos y este yacimiento en concreto?
Respuesta - En este momento nos ocupamos en la redacción de dos obras bien distintas sobre el Montgròs. Una guía que queremos especialmente didáctica y una monografía que recoja de manera minuciosa los resultados de las campañas de 1997 a 2012. Ambas podrían ver la luz a finales de este año. Por otra parte, hemos publicado una larga serie de artículos en revistas científicas, entre los que recomendaría, por su actualidad:
López Mullor, A., “La fortificación ibérica del Turó del Montgròs (El Brull, Barcelona)”, Poveda, A.; Uroz, J. (eds.), La Iberia de los oppida ante su romanización (Elda, 11-12 de diciembre de 2003), Alebus. Cuadernos de Estudios Históricos del Valle de Elda, 2003 (2011), págs. 105-132. I
López Mullor, A., “La muralla principal de l’oppidum ibèric del Montgròs (el Brull) i les seves defenses perifèriques”, Revista d’Arqueologia de Ponent (Lleida), 21, 2011, págs. 141-156 (Reunió internacional. Les defenses exteriors i la polioercètica preromana en la Mediterrània centreoccidental: els fossats. Lleida – Arbeca, 29-30 de novembre de 2010). ISSN 1131-883-X.
López Mullor, A.; Fierro, X., “Les darreres excavacions al Montgròs, el Brull (Osona)”, Tribuna d’Arqueologia 2009-2010, Generalitat de Catalunya, Departament de Cultura Barcelona, 2011, págs. 215-242.

Autor
Mario Agudo Villanueva

Entrevista con Ángel Román Ramírez: "la música es innata al ser humano"

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Ángel Román Ramírez en una conferencia en la Universidad Complutense
La música ha acompañado al hombre desde su más remota existencia, en sus rituales religiosos, en sus festejos, en su vida privada, en los actos públicos... Platón decía de ella que era lo mismo para el alma que el ejercicio para el cuerpo. Adentrarse en el conocimiento de esta disciplina en la Antigüedad no es sencillo, por eso lo hacemos de la mano de un gran experto en la materia, Ángel Román Ramírez, musicólogo e historiador, especializado en historia antigua de España y autor de "La música en la Iberia antigua: de Tarteso a Hispania", que ha tenido la amabilidad de atender la llamada de Mediterráneo Antiguo.

Pregunta - ¿Período ibero orientalizante o civilización autóctona? En tu libro te decantas por la segunda opción en relación con Tartessos. Explícanos la causa.
Respuesta - La civilización que existía en la península antes de la llegada de los fenicios y la fusión de ambas culturas cuando estos se asientan definitivamente a principios del I milenio a.C., dan como resultado la civilización tartésica. Menciono aquí solo a los fenicios y no a los griegos porque, de hecho, cuando Heródoto deja constancia la historia del “descubrimiento” de Kolaios de Samos y sus relaciones con Argantonio, Tartessos ya existe como tal. Cuando en el libro planteo la posibilidad de una música autóctona, lo hago teniendo como referencia ciertas estelas funerarias que, en principio, son anteriores a la llegada definitiva de los fenicios. Parece ser cada vez más seguro que estos expertos navegantes y comerciantes ya establecían contactos con el sur de la península ibérica desde al menos el siglo XII a.C., quizá orientados por rutas micénicas anteriores, hasta que por fin fundan Gadir allá por el año 1100 a.C. No obstante, la datación de las estelas funerarias a las que me refiero −halladas principalmente en Extremadura− se remonta, precisamente, al siglo XII (según algunas estimaciones), por lo que pienso que debía existir ya una costumbre musical en la sociedad pretartesia, que acabaría fusionándose con la fenicia algún tiempo después. No podemos saber qué tipo de música se practicó en la península con anterioridad a la llegada de los fenicios, ya que no existen fuentes que la evidencien. En cambio, de la antigua Palestina e Israel sí se conservan fuentes musicales. Me resulta imposible pensar que el impacto de las civilizaciones próximo orientales no ejerciese influencias en la música, cuando sí lo hizo en los demás aspectos culturales, por lo que este planteamiento se convierte en la piedra angular de mi estudio: extrayendo las características de la música de una civilización tan ecléctica como la fenicia, podemos plantearnos las de la música tartésica e incluso ibérica (con la impronta griega también).
Portada del libro de Ángel Román Ramírez

Pregunta - Hablas del mito de Habis, uno de los pocos que conservamos de esta cultura ¿Qué significado tiene para ti?
Respuesta - Creo, en mi humilde opinión, que el de Habis es un mito con un remoto sustrato autóctono, pero ricamente adornado con ingredientes semitas, griegos y romanos. Pensemos en que Habis se convierte en el típico héroe “rescatado de las aguas”, como lo pudo ser, por ejemplo, Moisés. Esta circunstancia acompaña muchas veces a los héroes locales a lo largo de la Antigüedad: de pequeños son menospreciados por sus progenitores y abandonados en algún río. Y, poco después, alguien los rescata de la muerte y, en algunas ocasiones, incluso son animales los que los amamantan como si fuesen sus propias crías (ciervas, lobas). Tenemos otro ejemplo en el mito de Rómulo y Remo, fundadores de Roma. Cuando Habis es al fin reconocido por su padre Gárgoris, se convierte en uno de los más famosos reyes de Tartessos, ya que “inventó” un sistema de división de castas y repartición de la tierra que recuerda mucho –y lo digo con todas las reservas− a un sistema comunal. Por cierto, este sistema de administración de la tierra tiene ecos en la antigua Mesopotamia también, lo cual denota hasta qué punto se encuentra matizado el mito.

Pregunta - Hablemos ahora de música, tu especialidad, ¿desde qué disciplinas se aborda el estudio de la música en la Antigüedad?
Respuesta - ¡Diría que desde casi todas! El músicólogo, por muchos conocimientos que posea, llega a un punto en que no puede avanzar si no tiene siquiera algunas nociones de historia antigua, iconografía, paleografía, latín, griego, geografía, o literatura antigua. No se puede abordar un estudio de estas características solo con los conocimientos musicológicos. Porque cuando se recurre a las fuentes no puede uno conformarse con las secundarias, ya que en muchas ocasiones éstas no reflejan con total fidelidad lo que las primarias dicen. Por ejemplo, en castellano tenemos traducciones de la Odisea en las que se nombra constantemente a la cítara, cuando en realidad Homero no hace mención a ella en ningún momento de la obra. El poeta nombra, en cambio, a la Phorminx, una lira de 3 o 4 cuerdas que usó el cantor épico durante la llamada Época Oscura (siglos XII al VIII a.C.), mientras que la cítara es un desarrollo de aquélla, posterior (siglo VII a.C.), con mayor número de cuerdas (de 7 a 9), una caja de resonancia mucho más elaborada y un tamaño mucho más grande. La Biblia también nombra en lengua hebrea ciertos instrumentos que después no han sido traducidos adecuadamente, ni por los griegos, ni por los latinos, lo cual supone un problema, ya que la mayoría de las traducciones a las lenguas modernas están basadas en las versiones griegas o latinas. Por otro lado, la musicología aporta datos importantes a la hora de interpretar las fuentes iconográficas, ya que a veces los análisis provenientes de la arqueología son incompletos.

Músico ibero del Vaso de los Guerreros de La Serreta. Museo de Alcoy.
Autor: Ángel Román.
Pregunta - Se han localizado rasgos fenicios en ciertas danzas baleares que se celebran todavía a día de hoy, ¿son las fiestas populares una fuente más de investigación?
Respuesta - Por supuesto. Al menos, en mi opinión. La fuerza de la tradición es muy poderosa y, si bien es cierto que actualmente las tradiciones poseen reminiscencias relativamente recientes, también es indudable que en la península se conservan vestigios antiquísimos de tradiciones muy arcaicas. Durante mi investigación he visitado decenas de pueblos en los que se practica la danza en corro, con los participantes cogidos de las manos, que posee un abolengo antiquísimo. Es, de hecho, el tipo de “Danza Mediterránea” por excelencia, que aún hoy la encontramos a lo largo y ancho de este mar que tantas civilizaciones ha unido desde hace milenios. Con las lógicas modificaciones espacio-temporales, yo he visto estas danzas en Andalucía, en Levante, en Cataluña, en el País Vasco, en Galicia… El folclore es, sin duda, una fuente primordial para este tipo de estudio. Es la base de la etnomusicología.

Pregunta - ¿Qué papel jugó la música en las sociedades antiguas?
Respuesta - Imprescindible. La música era considerada divina. La mayoría de las culturas creía que provenía directamente de los dioses. El ser humano la interpretaba para agradar a los dioses y poco a poco se fue practicando también para la diversión. Tanta importancia se le daba, que los músicos eran considerados también “divinos” y existía un respeto desmesurado hacia ellos. Este carácter, lamentablemente, no es el que se le da hoy. Pero la música es mucho más importante para el ser humano de lo que se piensa. ¿Nadie se ha preguntado alguna vez qué sería de nosotros sin música? ¿Cómo animaríamos nuestras fiestas? ¿Cómo nos desahogaríamos cuando estuviésemos tristes? ¿Por qué aprendemos antes la letra de una canción que un poema a secas? Según un estudio científico, en el cerebro empleamos las mismas neuronas para hacer música que para hacer cálculos matemáticos o para jugar al ajedrez. Es decir, el cerebro pone activas las neuronas para la “estrategia” cuando practicamos o escuchamos música. La música ha hecho verdaderos milagros: ha despertado a gente que estaba en coma; ha hecho que personas con la terrible enfermedad de alzheimer recordaran canciones y otros tipos de piezas musicales; hace que personas con tartamudez la pierdan, mientras cantan; consigue que personas con discapacidad motriz bailen… ¿Por qué ocurre eso? En realidad, nadie lo sabe a ciencia cierta… Pero ocurre. La música es innata al ser humano.

Mujer tañendo el doble aulos. Detalle de la Lebeta o vaso de cerámica
conocido como de "Los Guerreros" de El Tossal de Sant Miquel (Llíria, Valencia).
Autor: Ángel Román.

Pregunta - ¿Qué influencias mediterráneas están presentes en la España prerromana?
Respuesta - En mi opinión, la influencia proviene, principalmente, de fenicios y griegos… Con todo lo que ellos traían a su vez: Mesopotamia, Egipto, Creta… Celtas y etruscos también, pero sin olvidar que el intercambio cultural sería recíproco. De fueran traían ciertas cosas, pero se llevaban otras de aquí, también desde el punto de vista musical.

Pregunta - ¿Y qué instrumentos estaban presentes entonces?
Respuesta - De todo tipo: cordófonos, aerófonos, percusión… Los de cuerda vendrían representados por las liras, de las cuales tenemos constancia a través de las estelas funerarias y que abarcarían un número de cuerdas que oscilaría entre las 2 y las 9. Hay un ejemplo de pandoura (cordófono con mástil) que podría interpretarse como el antecesor de la bandurria e incluso de la guitarra. Ésta en concreto pertenece ya a época romana, pero tiene origen en Siria, o tal vez en Egipto, y es muy plausible que a la península llegasen antes de la colonización romana. También existen vestigios de aerófonos de lengüeta o de bisel. En Levante, la mayoría de ellos debieron ser de lengüeta (similares al oboe actual); pero también hay representaciones de trompetas. Los materiales de construcción consistirían en hueso, madera, caña, metal o barro. En cuanto a la percusión, incontables: desde el propio cuerpo (palmas, muslos), hasta darbukas, pasando por crótalos, castañuelas, sonajeros, sistros…

Pregunta -  ¿Qué hay que tener en cuenta para su recreación?
Estela Funeraria de Luna, Zaragoza. Autor: Ángel Román.
Respuesta - Principalmente sus posibilidades acústicas. Si se pretende ser fiel a la hora de reconstruir los instrumentos basándonos solo en las fuentes primarias (iconográficas, la mayor parte de las veces) obtendremos piezas “de exposición”, pero difícilmente podrán ser interpretadas si no se emplean las técnicas acústicas necesarias (lo cual obliga a modificar las características del dibujo o pieza original). A raíz de mi investigación, y en colaboración con el arpista y experto en cordófonos antiguos Daniel García de la Cuesta, el lutier Juan Ramírez Vega ha conseguido reconstruir la famosa lira de la Estela funeraria de Luna (Zaragoza), la cual presentamos el pasado día 27 de febrero en la Universidad Complutense de Madrid. Uno de los detalles que hemos observado y que nos hemos preguntado es si la parte que vemos de esta lira es la de delante o la de atrás, o qué pretendía transmitir el tallista, si realmente tuvo o no la intención de hacerlo así. También llegamos a pensar, incluso, si pudo ser posible que la lira en el momento de grabarla hubiera sido dañada; por ejemplo, que se hubiera separado o roto la cuerda que sujetaba el cordal a la parte de abajo de la caja, con lo cual quizás el tallista la grabó como la vio realmente: con el cordal roto y que por la contracción de las cuerdas se hubiera quedado en la parte de arriba de la caja y de ahí que no aparezca el puente, que solía ser flotante, es decir, no iría pegado, solo sujeto por la tensión de las cuerdas. Esta hipótesis nos la planteamos, aunque la desechamos poco después, si queríamos confiar en la fidelidad del tallista. Pero aún seguimos debatiendo sobre esa "pieza indescifrable" que podría ser una especie de “puente-embellecedor-caja de resonancia” por la que pasaban las cuerdas...Y es que tenemos ejemplos parecidos en liras grecorromanas. La lira no es una reproducción fiel del grabado porque en principio fue concebida para ser tocada en directo. Una reproducción fiel de la misma habría sido posible, siempre y cuando sirviera únicamente como elemento decorativo, pues de esta forma no sería posible arrancarle un sonido adecuado. Es decir, desde el punto de vista acústico, en el grabado original se observan algunas incorrecciones, como puede ser, por ejemplo, el cordal (donde deben ir sujetas las cuerdas), que se halla en la parte de arriba de la caja de resonancia, cuando debería estar en la parte de abajo. No tiene ninguna lógica, ni es práctico que esté donde está puesto. No sabemos si el lutier de aquella lira utilizó una técnica diferente; pero, desde luego, sería distinta, no sólo a las técnicas modernas, sino también a las de las culturas orientales de la época (y anteriores): Ur, Egipto, Antigua Palestina... Es decir, el cordal, estando donde está, no transmitiría la vibración de las cuerdas a la caja y haría falta un puente, necesariamente (donde descansan las cuerdas), que debería estar por encima del cordal. Si se pusiera un cordal sujeto en la parte de abajo de la lira, como debería ser, y no se le añadiese un puente, la lira sería sorda. El puente es el que realmente transmite la vibración de las cuerdas a la caja de resonancia. No tenemos constancia de ninguna lira que no tenga esa morfología (cordal-puente). Por otro lado, otra cuestión que nos tuvo ocupados fue el tipo de materiales con que pudo ser fabricada. Tenemos dudas con respecto a la tapa armónica, ya que en instrumentos similares de esa época coexistían tapas sólidas de madera y tapas de cuero, obviando los hechos con restos animales como caparazones de tortugas y cuernos de antílope o similares. Otro problema es la cantidad de cuerdas. Aún lo discutimos quienes estamos sumidos en este proyecto, aunque parece que hay cierto consenso en cuanto a lo del “doble surco” que realizó el tallista, tal y como puede apreciarse en otras estelas del suroeste, como las extremeñas.

Reproducción de la lira de Luna. Autor: Maica Luis.
Pregunta - ¿Y qué más puedes contarnos de esta polémica lira?
Respuesta - La lira de la estela funeraria hallada en 1975 en Luna (Zaragoza), data de entre los siglos X-VIII antes de Cristo. Las características del grabado representado en la estela son idénticas a las de los monumentos funerarios pertenecientes al ámbito tartésico. Tal circunstancia ha suscitado una gran controversia entre los expertos, ya que la lápida fue descubierta en un lugar que desde principios del siglo VII hasta el s. IV a.C. estuvo ocupado por celtas y celtíberos. La estela pertenece, por tanto, a una comunidad humana que vivió en los alrededores de la actual Zaragoza al menos una centuria antes de la llegada masiva de los pueblos centroeuropeos. ¿Quiénes eran los integrantes de aquella comunidad y de dónde proviene esta estela, de antigüedad y estilo decorativo atribuible a la cultura tartésica, pero encontrada en un asentamiento protocelta...? Es por esto mismo por lo que la lira de la estela funeraria de Luna es un caso único dentro de la iconografía musical antigua. Tras un debate que dura ya casi cuarenta años, los investigadores aún no terminan de acordar su procedencia. M. Bendala, J. M. Blázquez, M. Almagro Gorbea, J. L. López Castro o R. Álvarez son algunos ejemplos de expertos que han abordado el tema y con sus argumentos han tratado de establecer un origen para la conflictiva lira: desde una procedencia creto-micénica, hasta un origen centroeuropeo, pasando por una mayoritaria opinión que le atribuye características fenicias. A todas estas hipótesis habría que sumar también aquellas que defienden un origen autóctono, lo cual yo comparto. Porque, asumiendo que la estela representa un tipo perteneciente a la cultura suroccidental, en el tiempo en que pudo grabarse dicha cultura gozaba ya de un folclore musical propio, fruto quizá, no de la influencia semita, sino como resultado de una tradición anterior al período orientalizante. Dentro del elenco organológico tartésico debió existir una ingente variedad de formas, tamaños y registros, no sólo en función del "estilo musical" y la estética de cada grupo humano, sino incluso por el mero hecho de que el lutier de turno fabricase el instrumento según sus medios, necesidades o costumbres. Por tanto y en cualquier caso, viniera de donde viniese el artífice de aquel grabado, una cosa es cierta: dejó constancia de que quien descansaba bajo aquella piedra fue un valeroso guerrero, cuyas hazañas debían ser recordadas a través de la poesía épica que cantarían los profesionales de un gremio dedicado al arte musical, hecho que aparece constatado, probablemente, en los poemas homéricos.

Pregunta - ¿Existió en la península la figura del músico ambulante que cantaba historias al estilo homérico?
Respuesta - Sin duda. De hecho existen trabajos de investigación que intentan recuperar la “literatura” tartésica arguyendo la presencia de bardos que se encargaban de recitar o cantar las historias. Este es un dato importantísimo, ya que en dichos estudios la música en la Iberia antigua ya no es un “fin”, sino un “medio” para llegar al objetivo que en ellos se plantea. En la Península hay constancia de estos bardos en alguna cerámica pintada, como puede ser la de El Cigarralejo (Mula, Murcia), donde se aprecia perfectamente cómo el poeta-cantor es representado con la boca abierta, queriendo dar a entender quien pintó el vaso, que el músico toca la lira y canta a la vez. Debo aclarar que el término bardo se emplea habitualmente en ámbitos celtas y puede chocar si se emplea en el contexto ibérico (en Grecia, a esos “bardos” se les llamaba aedos, es decir, poetas-cantores que cantaban las hazañas de los héroes o historias de amor…) Pero como hasta ahora no sabemos qué término usaban los iberos para nombrar a estos poetas-cantores, yo uso la voz “bardo” para los tartesios y los iberos en el sentido que le da la RAE en su segunda acepción: “poeta heroico o lírico de cualquier época o país”.

Vaso de los Guerreros de El Cigarralejo, Mula (Murcia). Autor:
Ángel Román.
Pregunta - Para finalizar, en tu libro hablas también de la música de celtas y celtíberos ¿qué diferencias hay con respecto al mundo Mediterráneo?
Respuesta - Es un tema difícil de precisar. Muy difícil. Hemos de tener en cuenta que los fenicios llegaron también al norte de la Península e incluso a zonas de lo que hoy es Gran Bretaña. Pero no podemos decir que la influencia musical fenicia llegase hasta allí de un modo fehaciente. ¿Diferencias? Puede que todas. Es decir, seguramente no tuviese nada que ver un tema musical de un celta de la Galia con otro entonado por un bardo turdetano. Si leemos a Estrabón, comprobaremos que los pueblos del norte peninsular con influencia celta tenían una tradición musical bastante arraigada y entonaban poderosos cánticos en la guerra. Pero es que eso también lo hacían otros pueblos ibéricos: por ejemplo, Diodoro Sículo hace mención de esos cánticos, con un contenido ético abrumador, entre los lusitanos (a los que llegó el influjo celta, aunque también tuvieron contacto con la cultura próximo oriental). Además, el siciliano habla de unos instrumentos que los celtas usaban “similares a las liras griegas”. Hablando de cánticos con contenido ético, los numantinos los entonaban cuando eran crucificados, cosa que impresionaba al enemigo romano. Marcial, por otro lado, nombra ciertos cantos de Gades similares a los que se cantaban en Egipto. Plinio y Juvenal se estremecían cuando describían los bailes y los cantos de las famosas y sensuales puellae gaditanae.
En realidad, la variedad debió ser infinita: a lo largo y ancho del suelo peninsular pudieron emplearse escalas o Modos como el Dórico (Mi), el Hipodórico (La), el Frigio (Re), el Lidio (Do) o el Mixolidio (Si), sin olvidar el cromatismo y el pentatonismo. Los ritmos, por su parte, debieron ser variadísimos, sobre todo en contextos de improvisación. En muchas ocasiones seguramente los ritmos dependerían de la cadencia impuesta por los acentos del recitado o de la entonación de los textos (en el caso de los rapsodas). No hay que olvidar los empleados en situaciones de invocación o de exordio al éxtasis (ritos mágico-religiosos), donde reinarían los ritmos constantes. Por otro lado, los temas usuales destinados a ser cantados se desarrollarían tanto en ambientes religiosos, mágicos o funerarios (plegarias, invocaciones, elegías, rituales), como en profanos (historias de amor, combates, banquetes, trabajos, epopeyas heroicas y hasta textos jurídicos). Es probable, además, que los cánticos, individuales o colectivos, fuesen monódicos, siendo el unísono el recurso más utilizado (a lo sumo, el intervalo de octava), si bien no son descartables la heterofonía o la polifonía. Los matices de la voz en determinados cánticos debían variar desde los más suaves hasta los más desgarrados, dependiendo de la ocasión en la que fuesen interpretados: cantos de guerra, epopeyas, cantos rituales…



Autor
Mario Agudo Villanueva

Entrevista con Cristina Delgado Linacero: "la historia del Mediterráneo no se puede entender sin el toro"

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Magnífica escultura de un toro encontrada en una tumba del Cerámico, Atenas
Autor: Mario Agudo Villanueva.


La historia del Mediterráneo es muy difícil de entender sin profundizar en el papel jugado por un animal que todavía sigue muy presente en nuestra sociedad: el toro. Su influencia se deja notar tanto en el ámbito económico como en el religioso, con hondas raíces en todas las facetas de la vida. No hay cultura a lo largo de la cuenca mediterránea en la que no encontremos referencias a este maravilloso animal. Mediterráneo Antiguo ha querido conocer con más detalle esta trayectoria de la mano de Cristina Delgado Linacero; doctora en Geografía e Historia, miembro del Laboratorio de Arqueozoología de la Universidad Autónoma de Madrid y autora de los libros "El toro en el Mediterráneo" y "Juegos taurinos en los albores de la Historia", editados por Simancas y Egartorre, respectivamente.

Pregunta– Usted trabaja en el Laboratorio de Arqueozoología de la Universidad Autónoma de Madrid. Explíquenos en qué consiste esta disciplina.
Respuesta– Es un laboratorio multidisciplinar: hay zoólogos, arqueólogos, historiadores y prehistoriadores. Analizamos básicamente el ADN de los animales y su relación con las sociedades humanas. Es uno de los laboratorios punteros de España, junto con el del País Vasco, y uno de los pocos de todo el mundo, hay otro en Alemania. Complementamos el trabajo arqueológico que se obtiene a pie de campo en relación con el mundo animal. Creo que es una disciplina muy novedosa que puede aportar mucha información al conocimiento de nuestra historia.

Representación de un toro en los templos de Tarxien, Malta.
Autor. Mario Agudo Villanueva


Pregunta– En su libro nos habla del origen del consumo humano de la carne de toro, situándolo en Mesopotamia, en Palegwara, e identificado al Uro como la especie más apreciada. Háblenos brevemente de ella.
Respuesta– No sólo está presente en Mesopotamia, el uro parece que procede del Valle del Indo. Desde allí, desde las colinas de Sivalik, se expande hacia el Mediterráneo a través de dos ramas: norte y sur, a lo largo de las que va dejando huella. Llega a distintos lugares de Europa. Es un animal muy grande, de dos metros hasta la cruz, con un gran depósito de carne y de grasa. Desde la Prehistoria lo que se buscaba antes de la domesticación era su grasa, por su importancia alimenticia, aunque luego se consumía todo. Para cazarlo era necesario cansarlo previamente, porque era un animal tremendamente poderoso. Así nace el juego. El correr el toro viene de estos ejercicios que se realizaban para cansar al animal, tenemos testimonios de ello en la pintura levantina, por ejemplo. La carne no siempre se consumía, a veces se llevaba a reservas, en dehesas, donde se almacenaba para el consumo posterior, pero también para el juego. El consumo de carne de toro estaba ligado a rituales, no se comía sin más. Los testimonios más claros que tenemos son de Anatolia. Esto es así porque el toro es un animal fuerte, que embiste, no rehuye el ataque y tiene un gran vigor. Además, cuando se le confina, se observa que es el animal que más hembras cubre, de ahí que se le relacione también con la fertilidad. Como la fuerza y la fertilidad son atributos asociados a los dioses, el toro acabó por tener connotaciones sagradas, de ahí que su consumo esté rodeado de rituales.

Pregunta– Marcas de ganado, carros de función cultual, arados, trillos y otros útiles nos permiten rastrear las huellas del pasado ¿puede considerarse la etnografía como una fuente de estudio de nuestra Historia?
Representación de la diosa Hathor como vaca con el disco solar, uraeus y
collar, amamantando a la reina Hatshepsut. Templo de Hatshepsut en
Deir el-Bahari. Autor: Mario Agudo Villanueva.

Respuesta– Nos puede aportar muchos datos. Pero hay que distinguir entre animal doméstico y animal salvaje. El animal doméstico está relacionado con ceremoniales más suaves. El animal salvaje está relacionado con cultos y con juegos de otra índole. El animal doméstico tuvo mucha menos influencia, el animal salvaje tuvo enormes connotaciones. En España nos han llegado cosas por las dos vías, aunque el Islam hizo desaparecer muchos rituales en los que intervenían animales salvajes. Hay muchos ejemplos. En gran número de pueblos, las carrozas, antes de que estuvieran mecanizadas, eran tiradas por bueyes que transportaban las imágenes religiosas. Lo más lógico habría sido utilizar caballos, pero no, seguían utilizándose bueyes hasta tiempos recientes, lo que denota cierto sentido ritual. Hay leyendas hagiográficas en las que aparecen santos y vírgenes vinculados a bueyes o toros. En la mayoría de estos casos observamos pervivencias de cultos paganos, generalmente relacionados con divinidades maternas.

Pregunta– En su libro nos desvela que el ganado bovino no era muy frecuente en la Antigüedad. Esta escasez ¿puede haber conferido poder a las personas que lo poseían y de ahí el interés de los monarcas por identificarse con sus rasgos?
Ritón con cabeza de toro. Museo Arqueológico
de Atenas. 

Respuesta– Claro que sí. En el Mediterráneo no abundan las zonas verdes, es muy árido, así que para alimentar a estos animales es necesario tener terrenos. Se le asocia a la nobleza y la riqueza por eso. Los grandes sacrificios de la antigüedad estaban relacionadas con el bovino, que solo estaba en poder de las clases altas. Las clases bajas solían sacrificar ovejas, palomas y otros animales domésticos.

Pregunta– Uno de los aspectos de su obra que más llaman la atención es la vinculación del ganado vacuno con la asignación de un valor monetario en ciertas culturas de la Antigüedad, siguiendo la teoría de Ridgeway ¿cuál es el estado de la cuestión de esta interesante hipótesis?
Respuesta– Existía un patrón buey, que yo creo que es un patrón toro. A la hora de repartir el toro una vez sacrificado, se inventa el lingote, en forma de piel de toro extendida, que es lo que se utiliza como moneda de cambio. Es el talento griego, de unos 25-30 kilos de peso. A partir de ahí, comienzan a construirse los patrones oro, los patrones plata y de otros materiales y es en esta zona, desde Lidia, cuando surge la moneda. El buey, la sal y la obsidiana eran los elementos económicos de primer orden. No se puede entender el Mediterráneo sin el toro y la gran Diosa Madre. Las sociedades mediterráneas están configuradas socialmente como manadas de toros y vacas, donde el rey es el equivalente al toro y la reina, a la vaca, lo vemos en muchas sociedades de la Antigüedad.

PreguntaAmón, Re, Enlil, Marduk, Hadad (Siria), Teshub (hurritas), Baal (fenicios) tienen atributos taurinos ¿cuál es el origen de la vinculación del sol y el tiempo con el toro?
Pregunta– El toro no es un dios, es un mensajero de dios. Incluso Yahveh tiene atributos de toro, recordemos también el becerro de oro. El cristianismo identifica a Cristo con un novillo. La vinculación con el sol se da porque el sol es un animal que surca los cielos, está asociado a los dioses de la lluvia y las tormentas. En Mesopotamia, sin embargo, se le asocia más con la luna. Esto es así porque los mesopotámicos tienen como dios principal a Sin (dios masculino de la luna) y como secundario al sol, en Egipto es al revés. Sin es un dios del mundo nómada mesopotámico, muy vinculado a la ganadería y por eso se le identifica con atributos taurinos.

Pregunta– También se le ha relacionado con el inframundo, como parece constatar su teoría sobre el mito del Minotauro, al que ve como guardián telúrico de una sabiduría superior...
Toro de Osuna, siglo V a.C. Museo Arqueológico Nacional.
Foto: Mario Agudo Villanueva.

Respuesta– El mundo griego tiene connotaciones un poco más filosóficas. El Minotauro es la imagen del miedo, al cual tiene que enfrentarse el hombre. Ese miedo es lo que en el mundo griego hará que los jóvenes efebos fueran educados un tiempo en el campo, desnudos, sin armas y sin nada, enfrentándose a lo desconocido. Esta práctica procede del mundo cretense, donde se juntan las tradiciones de Anatolia, por un lado, y de Egipto, por otro. La zona norte de Creta fue poblada por gente de Anatolia y la del sur, de Egipto. Estas tradiciones pudieron cuajar en algo así como la lucha contra el miedo. Esto se ve en Avaris, en el Delta del Nilo, donde trabajan artistas minoicos en el palacio de los hicsos y se representa un laberinto, que es la imagen del miedo, de las profundidades de la tierra. Yo creo que el toro en este contexto es un guardián telúrico, pero también es representación de ese miedo al que el hombre tiene que enfrentarse. Por eso pasa también a la iconografía griega posterior.

Pregunta - ¿Cuánto hay de cultos paganos en el folclore del Mediterráneo?
Respuesta– Esto es muy controvertido. En Cataluña se ha identificado la sardana con el propio mito del minotauro. La historia nos dice que cuando Teseo se marcha con Ariadna a Naxos se celebra un baile que le llaman "el pasito de las grullas", que consiste en dar un paso para adelante y otro para atrás, con los bailarines cogidos de la mano y con unos pañuelos en la cabeza. Es posible que esta descripción cuadre con la sardana. Allí hubo colonizaciones fenicias y griegas, de hecho, a Cataluña llegaron los griegos del Asia Menor, por lo que es posible que trajeran estas costumbres. Sin embargo no podemos asegurarlo hoy por hoy. Podría ser, pues es diferente a otros bailes regionales. Lo mismo pasa en Ibiza y en otros lugares de Baleares.
Escultura que representa al Minotauro. Museo Arqueológico de Atenas.
Mario Agudo Villanueva.


Pregunta– La omnipresencia del toro en todo el Mediterráneo ¿se debe en su opinión a un sustrato cultural común o a una influencia de oriente a occidente?
Respuesta– Yo creo que es un sustrato cultural común, pues se da en los dos extremos del Mediterráneo, de una manera independiente, aunque luego se mezcla. Yo creo que el toro, allá donde ha surgido, ha dejado huella. En España tenemos pinturas rupestres donde se representa ya al toro, pero también lo tenemos al otro lado del Mediterráneo, donde hay datos desde el IX milenio. Lo mismo pasa en el norte de África.

Pregunta– Otro aspecto curioso del libro es el origen de nuestra letra A, la aleph fenicia, que parece tener su procedencia en una cabeza de toro…
Respuesta– Eso es, efectivamente, es la cabeza del toro invertida.

Pregunta– Usted atribuye un sentido funerario a los verracos, pero no hay consenso todavía…
Respuesta– Yo creo que sí lo tiene. A parte, algunos de ellos tienen cazuelas con cenizas de difuntos que probablemente son un símbolo de prestigio. No quiere decir que algunos no se utilizaran después como hitos, eso sí, pero el origen de ello fue probablemente como elemento ritual y religioso y, probablemente, para clases dirigentes, como signo de valor. En Grecia también hay toros en tumbas, así como en Anatolia.

Fresco delsalto del toro (taurocatapsia) del Palacio de Cnosos, Creta. Año 1500 a.C. Obtenida de Wikimedia Commons
Pregunta– Toro y mujer aparecen relacionados en diferentes mitos vinculados con la fecundidad ¿cree usted que es fruto de la unión de pueblos que practicaban religiones celestes-nómadas (toro) con pueblos que practicaban religiones terrestres-agrícolas (diosa madre)?
Respuesta– El culto al toro surge en sociedades nómadas, sí; pero los datos que tenemos son de sociedades agrícolas. Que en Anatolia surgiera en clanes nómadas es posible, pero los restos que tenemos son poblados estables. En el mundo bíblico, donde vemos sociedades nómadas que emigran desde Mesopotamia hasta el Jordán (sin contar el período egipcio), si que vemos que el toro tiene una significación peculiar. Pero sí que es probable que surgiera en sociedades nómadas y que su estatus religioso y económico surgiera de la dificultad para capturar y domesticar este animal. Cuando las sociedades agrícolas piensan en un ser parejo a la diosa, eligen al toro.

Pregunta– Según fuentes egipcias y el propio Varrón, la mujer tuvo un papel importante en las primeras sociedades ganaderas…
Respuesta– En Egipto y Etruria la mujer fue libre, pero en el resto del mundo mediterráneo no fue así. El matriarcado sólo se entiende como transmisión sanguínea, pero la mujer en sí no pintaba nada, salvo en Egipto. En época de Varrón, la mujer ya tenía otra consideración que en tiempos anteriores, pero no pintaba mucho tampoco.

Autor
Mario Agudo Villanueva


Entrevista con Fernando Quesada Sanz: "Cartago tiene mala fama porque la casi totalidad de las fuentes que nos han llegado sobre su ejército son enemigas"

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Exvoto de bronce que representa a un
guerrero ibero a caballo. La Bastida de les
Alcusses (Moixent, Valencia). Museo de
Prehistoria de Valencia.

Se han escrito muchas páginas sobre estrategia militar y armamento en la Antigüedad, pero este es un terreno peligroso en el que si no acudimos a las fuentes adecuadas, corremos el riesgo de caer en tópicos o falsas suposiciones. Resulta complicado para el profano adentrarse en un mundo en el que la historia novelada ha tomado fuerza, diluyendo los contornos del pasado. Resulta un ejercicio sano el de retirar el velo de la fantasía y acudir a la arqueología y las fuentes históricas, que son las únicas que realmente contribuyen al verdadero conocimiento de esta materia. Mediterráneo Antiguo ha querido profundizar en este tema de la mano de una voz autorizada, Fernando Quesada Sanz, doctor en Historia y Arqueología en la Universidad Autónoma de Madrid y autor de una gran cantidad de libros y artículos sobre la materia.

Pregunta– Una pregunta general para empezar ¿eran bélicos los pueblos de la España prerromana o fueron las circunstancias las que les obligaron a serlo?
Respuesta - Perdona que comience la respuesta con una pregunt ¿Qué significa ser belicoso? Si belicoso es un pueblo o unos pueblos agresivos siempre dispuestos a atacarse entre sí y a atacar a los vecinos cercanos o a defenderse violentamente de los invasores externos, si por belicoso entendemos una propensión a la agresividad, yo diría que no especialmente, o al menos, no más que otros pueblos del Mediterráneo antiguo como Roma o las distintas poleis griegas. ¿Por qué tenemos esa imagen? En buena medida porque las fuentes que nos han llegado sobre los pueblos de la Antigüedad de la península ibérica son sesgadas, son fuentes romanas que intentan justificar el derecho de Roma al dominio y, por tanto, enfatizan los aspectos más primitivos y bárbaros de los pueblos que dominan. Por ello los presentan como gentes poco fiables, agresivas y violentas. Pero Roma no cerró el Templo de Jano, que permanecía siempre abierto en caso de guerra, prácticamente nunca en toda la República, así que no son quienes para dar lecciones a nadie. No lo son tanto, por tanto, en un mundo que era por naturaleza violento. Ahora bien, si por ser belicoso entendemos una sociedad con un fuerte componente aristocrático y con unas aristocracias de carácter guerrero, con una ideología marcial, entonces sí. Son sociedades que consideran el valor viril, el valor del combate como los atributos que definen a una persona de bien. Siempre pongo el ejemplo de Esparta, que es una sociedad militarizada, pero menos proclive a entrar en guerra que la supuestamente más civilizada Atenas. Los pueblos peninsulares tenían una ideología belicosa, entraban en guerra con frecuencia, era una sociedad en una época violenta, pero no especialmente violenta.

Falcata ibérica. Museo Arqueológico de Murcia. Autor: Mario Agudo
Villanueva.

Pregunta– En 1997 publicaron un censo de 6.376 armas prerromanas ¿se ha incrementado la cifra? ¿qué fechas abarca el catálogo y qué conclusiones nos ha permitido obtener?
Respuesta– En realidad lo que publiqué en el 97 fue un estudio en dos volúmenes, más de mil páginas, sobre el armamento y la guerra en la cultura ibérica, entre el siglo VI a.C. y el siglo I a.C. Entre el origen de la cultura ibérica y la época de Augusto. Ese estudio, que era un estudio técnico, funcional y social e ideológico de las armas, un estudio que intentaba abarcar el papel que las armas jugaban en la antigua Iberia, se basaba en este catálogo, pero nunca llegué a publicarlo. Era la herramienta de trabajo, solo se publicaron los resultados. Esas casi 6.500 armas correspondían a nuestros conocimientos allá por 1995, desde entonces se han hecho muchos descubrimientos, se han excavado nuevos yacimientos y yo diría que a fecha de 2013, el catálogo podría llegar a las 8.000-8.500 piezas de la Edad del Hierro. Objetos de una gran potencialidad para entender las sociedades de la antigua Iberia.

PreguntaDiodoro Sículo, Tito Livio o Estrabón nos hablan de la presencia de los honderos baleares en las Guerras Púnicas, como cuerpo de elite de ambos contendientes ¿qué hemos podido saber de ellos a través de la arqueología?
Respuesta– Los honderos baleares, en efecto, están muy representados en las fuentes literarias, sin embargo, debemos matizar varios aspectos de su participación en las guerras del antiguo Mediterráneo. En primer lugar, las Baleares no son parte de la cultura ibérica, ni de la cultura celtibérica, las islas baleares forman una sociedad independiente con mucha relación con el mundo etrusco, griego, cartaginés y también con el ibérico, pero no son iberos. En segundo lugar, los honderos baleares no deben ser considerados una tropa de elite en el sentido de que no son un grupo especialmente escogido de tropas decisivas, una guardia personal, un grupo de aristócratas bien armados y entrenados. Por el contrario, la honda, en el antiguo Mediterráneo, es el arma de los pobres. Los mejores honderos venían de islas como Rodas, Creta o las propias Baleares. Son pastores que desde pequeños están acostumbrados a manejar un arma barata, sencilla, nada costosa. Las fuentes literarias insisten en que los niños aprendían desde muy pequeños a manejar la honda porque
Cabeza de caballo ibérica. Siglo IV a.C. Marchena. Museo
Arqueológico de Sevilla. Autor: Mario Agudo Villanueva.

si no, no podían. Las fuentes nos cuentan cómo se les ponía el pan en lo alto de un árbol y hasta que no lo derribaban con la honda, no podían comérselo. Ahora bien, sin ser un cuerpo de elite, los contingentes de honderos baleares sí que eran especialistas, en número relativamente reducido. Es decir, si un ejército de la época tenía 20.000 combatientes, quizá el contingente de honderos podría ser de 500. Especialistas en un arma que, siendo un arma de pobres, es un arma extremadamente eficaz y peligrosa en las fases iniciales de una batalla para desorganizar las líneas enemigas, para facilitar el avance del grueso del ejército propio. Las fuentes nos dicen que, al contrario que una jabalina o una flecha, que se podía ver venir en el aire y, por tanto, podían ser evitadas o detenidas con un escudo, el proyectil de honda era invisible y las fuentes insisten en su peligrosidad. En este
sentido, los honderos baleares sí eran muy eficaces, aunque no decisivos y tuvieron mucha fama como especialistas en infantería ligera. Los restos iconográficos son nulos y los tertimonios arqueológicos prácticamente inexistentes. Al ser mercenarios pobres, no han dejado grandes sepulturas y su arma, que era de esparto, tampoco se ha conservado. Con el tiempo, las unidades de honderos se fueron extendiendo y ya no solo hubo honderos baleares, sino de muchas otras procedencias.

Pregunta - ¿Hasta qué punto este tipo de cuerpos estaban integrados en la disciplina militar de sus mandos como parte del ejército o son simplemente tropas auxiliares?
Respuesta– La participación de contingentes iberos, celtíberos o baleares en los ejércitos, primero cartagineses, desde el siglo V a.C., luego griegos de Sicilia, desde el siglo IV a.C. y finalmente romanos, desde el siglo III a.C. es mucho más compleja de lo que parece. ¿Por qué? Porque abarca tres siglos y abarca circunstancias muy diversas, lo fundamental es comprender que no todos eran mercenarios. Hubo tropas aliadas, por ejemplo, de Cartago en la península ibérica. Aníbal se casa con una princesa ibérica y establece relaciones con pueblos ibéricos que ceden contingentes de tropas y, por tanto, no pueden ser considerados mercenarios en sentido estricto. En otras ocasiones, son más bien súbditos que forman parte de la leva o recluta de tropas por parte de Cartago. En tercer lugar tenemos mercenarios puros, contratados por dinero, como por ejemplo honderos baleares o celtíberos. En el caso de Roma, también existe su propia complejidad. ¿Qué significa esto? Que los distintos tipos de contingentes, súbditos, aliados, mercenarios, están sujetos a situaciones distintas. Por otro lado, depende de las circunstancias. Los contingentes ibéricos al servicio del ejército de Aníbal comienzan siendo piezas añadidas al núcleo africano (cartaginés y libio), pero con el paso de los tiempos, de los años, los casi 20 años que están a su servicio, acaban siendo el núcleo del ejército de Aníbal en Italia, pues el contingente indígena se integró perfectamente. En cambio, las tropas que estaban al servicio del ejército cartaginés en la península son auxiliares, no se integran y es más fácil que deserten, cambien de bando y resulten poco eficaces. En cambio, en el ejército romano, las tropas hispanas, jugando un papel muy importante, nunca llegaron a formar parte integral de la estructura del ejército romano.
Foro Romano de Sagunto. El sitio de esta ciudad por Aníbal desencadenó
la Segunda Guerra Púnica. Autor: Mario Agudo Villanueva.


PreguntaPlutarco reprocha a los cartagineses el uso de sangre ajena para defender su patria, haciendo énfasis en estos cuerpos de mercenarios ¿hasta qué punto esto era una práctica solamente púnica o forma parte de la mala “prensa” de Cartago en las fuentes?
RespuestaCartago, en general, y su organización militar en particular, tienen mala fama, resultado de que casi la totalidad de las fuentes que nos han llegado sobre su ejército son fuentes enemigas, interesadas en demostrar la perfidia del ejército cartaginés. Sin embargo, un análisis detallado de su sistema militar demuestra que durante buena parte de su historia su ejército se formó de la misma manera que el de Roma y el de cualquier polis griega, a través de una milicia ciudadana complementada con tropas auxiliares del norte de África. Si bien es cierto que, con el paso de los siglos, las tropas milicianas se reservaron para combatir en terreno africano y para combatir en Sicilia o fuera de África se recurrió a tropas africanas no cartaginesas (libios, númidas) y a mercenarios iberos, galos o ligures y eso es algo que repugnaba a griegos y romanos con la boca pequeña, porque en la práctica, los griegos emplearon también numerosos contingentes mercenarios, pero siempre queda bien decir que los cartagineses ganaban o perdían con la sangre de sus mercenarios y no noblemente con la sangre de sus propios ciudadanos, pero en todo ello hay un componente de verdad y un fuerte componente de tradición histórica negativa.

Pregunta– Usted ha señalado que el uso militar del caballo entre los pueblos iberos y la adoración de este animal deben entenderse como fenómenos que no están interconectados. ¿Podría explicarnos brevemente esta separación?
Respuesta– El caballo, en todo el antiguo Mediterráneo, es un animal de prestigio, de relativamente escasa utilidad económica, carga menos que una mula o que un buey, no vale para el arado, es delicado, tiene salud delicada… Es un animal fundamentalmente de ostentación. Ir montado en caballo físicamente coloca en un plano superior al resto. Es un animal costoso, caro de mantener. Es un animal hermoso, de aspecto noble. Por eso en todas las culturas del antiguo Mediterráneo las clases dirigentes lo utilizan como elemento de prestigio. Los aristócratas griegos de Atenas se llaman a sí mismos hipeis (jinetes) y parte de la clase noble romana se llaman equites. La península no es ajena a ello y el caballo tiene ese contenido noble. A partir de aquí, hay tres facetas del uso del
Dama de Baza. En la sepultura en la que fue hallada esta
magnífica escultura, se encontraron también cuatro
panoplias completas. Museo Arqueológico Nacional.
Autor: Mario Agudo Villanueva.

caballo, relacionadas entre sí, pero distintas: en primer lugar, el caballo símbolo de prestigio, lo dicen las fuentes literarias y se ve en la escultura ibérica, por ejemplo. El caballo, por ejemplo, es el animal que transporta el alma del difunto al más allá, el guerrero heroizado. En segundo lugar, una faceta religiosa o ritual, como en el caso de muchos otros pueblos del antiguo Mediterráneo, los galos con la diosa Epona, hay divinidades de la península ibérica que adoptan la forma de un équido y hay santuarios con exvotos en forma de caballo y pruebas de un culto asociado a la imagen del caballo, lo que no quiere decir que haya un dios caballo. En tercer lugar, está la faceta militar. Para que el caballo militarmente sea útil, tiene que haber un número suficiente de jinetes para formar una caballería, que tenga un papel táctico en el campo de batalla. Esa caballería, por tanto, tiene que ser suficientemente numerosa y puede adoptar distintas formas: caballería ligera, caballería pesada. En la península ibérica, la arqueología parece indicar que esa caballería eficaz militarmente surge en la Celtiberia y en la meseta hacia el siglo IV a.C., mientras que en la cultura ibérica (Andalucía y fachada mediterránea) es posterior, hacia finales del siglo III a.C. Antes de esas fechas, había caballeros, es decir, aristócratas que podían moverse a caballo pero que, al llegar al campo de batalla luchaban a pie. Con el tiempo fue surgiendo una verdadera caballería.

Pregunta– En la necrópolis de Baza aparecieron sepulturas de mujeres con ajuares funerarios en los que había armas ¿estamos ante amazonas peninsulares?
Respuesta– La llamada Dama de Baza apareció en la sepultura 155 de esa necrópolis, que es una tumba excepcional, por la propia escultura y por el riquísimo ajuar guerrero que tenía: hasta cuatro conjuntos de armas, no uno, que es lo habitual. Cuando hablo de cuatro conjuntos, me refiero a cuatro panoplias completas: cuatro espadas, cuatro escudos y ocho lanzas. Tradicionalmente se asocian las armas en las tumbas al enterramiento de varones, no necesariamente adultos, pero siempre varones. La sorpresa surgió cuando del análisis de los fragmentos de esquirlas de hueso de la tumba de la Dama de Baza parece extraerse que lo que allí se enterró fue una mujer. Aquí hay dos problemas: en primer lugar, el análisis de los huesos quemados a 800 grados es extremadamente problemático y la gracilidad de los huesos, por si sola, no es una demostración absoluta de que se trate de una mujer, hay, por tanto, margen de error. A efectos prácticos, aceptemos que el enterramiento de Baza es una mujer con armas. Eso nos lleva al segundo problema y es hasta qué punto el caso de Baza es habitual o representativo. Hay miles de tumbas ibéricas con armas y en solo algunos cientos se han hecho análisis de huesos. De esos cientos, apenas media docena o quizá una docena parecen pertenecer a tumbas femeninas con armas en el ajuar. Luego estadísticamente sigue siendo verdad que la presencia de armas se asocia a huesos de varones y muy raramente a huesos de mujeres, en los casos en los que es posible determinar el sexo, que es un porcentaje bajo de los análisis. Por tanto, se puede afirmar que por lo general, los varones ibéricos se enterraron con armas y las mujeres, no. Pero hay excepiones y esas excepciones hay que explicarlas, a mi juicio, en término de género y no de sexo, conceptos que hoy en día, lamentablemente se confunden. El sexo es un rasgo biológico, el género es una caracterización social. Una persona de sexo femenino podía, en ocasiones, adoptar roles o papeles del género masculino, por ejemplo, la última descendiente de una familia de sexo femenino que adopta un rol social masculino en una sociedad fundamentalmente androcéntrica. Por tanto, en esas ocasiones, es perfectamente normal que la tumba femenina contenga un marcador de género habitualmente masculino, como son las armas.

Estela de Carmona. Museo Arqueológico de Sevilla.
Autor: Mario Agudo Villanueva.

Pregunta– Usted atribuye una procedencia egea a los carros aparecidos en estelas funerarias peninsulares, frente a los que les atribuyen un origen fenicio o sirio...
Respuesta– La cuestión de los carros más antiguos en la península ibérica viene ligada a la vieja discusión sobre la primacia de las influencias mediterráneas o continentales en la protohistoria peninsular, y dentro de las mediterráneas, del mayor peso próximo oriental o heleno. Ha habido arqueológos que han propuesto un origen oriental: fenicio, chipriota o sirio para los carros tartéssicos o los carros representados en las llamadas estelas del suroeste. Otros han defendido un origen vagamente egeo, personalmente he hecho un estudio muy detallado de las representaciones y de los restos de carros hallados en el periodo orientalizantes de la península ibérica y puedo afirmar que estructuralmente los carros de la necrópolis de la Joya, en Huelva, son de tipo chipriota y, por tanto, relacionados con el mundo próximo oriental. Sin embargo, los carros más antiguos representados en las estelas del suroeste, si se analizan sin anteojeras y con atención al detalle, muestran rasgos típicos del mundo egeo y no del fenicio: por ejemplo, la posición central del eje bajo la caja del carro, los asideros hipertrofiados en la trasera de la caja o el uso de la rueda de solo cuatro radios. Todos esos son elementos egeos y no próximo orientales. El estudio detallado de las representaciones es consistente y, a mi juicio, impide afirmar que estos carros sean de tipo oriental y así empiezan a aceptarlo investigadores recientes, como Alfredo Mederos, siguiendo las pautas que propuse allá por 1990. Otra cosa es si esos carros corresponden a la tradición micénica de la Edad del Bronce o ya a la geométrica de la Edad del Hierro. Las representaciones peninsulares no son suficientemente detalladas por sí mismas para precisar este aspecto. Para la cronología hace falta recurrir a otros elementos o criterios.

Autor
Mario Agudo Villanueva

Entrevista con Pedro Azara: "el nacimiento de la escritura está ligado a procesos urbanos"

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Estatua del príncipe Gudea rezando. Girsu, actual Tell-Telloh (Irak).
Período del reino de Gudea (2130 a.C.). Museo del Louvre.
Autor: Mario Agudo Villanueva.
Mesopotamia fue el epicentro de la civilización. Entre los ríos Tigris y Éufrates se gestaron la ciudad, la escritura, las leyes y muchos otros avances que constituyen el eje sobre el que se articula nuestra vida moderna. Podemos decir, parafraseando a Samuel Noah Kramer, que la Historia empieza en Sumer. El programa de exposiciones de la Obra Social "la Caixa" nos permite remontarnos a los albores de la civilización gracias a un conjunto de más de 400 objetos procedentes de más de 4o museos internacionales, algunos del prestigio del Musée du Louvre de París, el British Museum, los Musèes royaus d'Art et d'Histoire de Bruselas, el Vorderasiatisches Museum de Berlín, el Field Museum de Chicago, el Oriental Institute de Chicago, el Royal Ontario Museum de Toronto, el Ashmolean Museum de Oxford o el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Mediterráneo Antiguo ha charlado con el comisario de la muestra "Antes del diluvio: Mesopotamia 3500-2100 a.C.", Pedro Azara, Profesor de estética en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, que se expondrá hasta el 30 de junio en el CaixaForum de Madrid.

Pregunta - La exposición se centra en dos momentos clave de la historia de la Humanidad: la aparición de la ciudad y la creación de la escritura. Ambos nacieron en el sur de Mesopotamia, siendo Uruk la primera ciudad para muchos académicos ¿Qué diferencia a los primeros poblados neolíticos de estas primeras ciudades?
Respuesta– Primero hay que decir que cuando empieza Uruk todavía no se sabe si existe una cultura sumeria como tal. Desde luego, en el Uruk del 5000 a.C. todavía no había escritura y no se sabe quién vivía allí y qué lengua hablaban. El Uruk arcaico se supone que es el antecedente de lo que vendrá luego, pero no es seguro. La diferencia entre poblado y ciudad es que en la ciudad hay división del trabajo, hay una jerarquía social. Los diferentes clanes se necesitan entre sí, porque cada uno elabora un determinado producto, pero no cubren las necesidades suficientes para subsistir.
Reconstrucción virtual de la ciudad de Ur, tal como podía aparecer a
finales del  III milenio, situada en un paisaje marismeño, bordeada por el
río Éufrates y un canal artificial. En primer término, uno de los dos
hipotéticos puertos fluviales, no lejos del recinto sagrado dedicado al dios
luna Nanna o Nannar. Reconstrucción (3-D).
© Luis Amoros y Miguel Orellana
(404Arquitectos, Barcelona y Vancouver, 2011-2012)
Por otra parte, la ciudad se encuentra en un entorno, un entorno que necesita para vivir, se tejen relaciones de dependencia entre comunidades, se venden excedentes y se contribuye a la subsistencia. Los poblados son unidades autosuficientes que se reunirían para facilitar el intercambio de mujeres, pero poco más. En cuanto al volumen de población no hay grandes diferencias entre una y otra en las etapas iniciales de desarrollo.

Pregunta - Construir una ciudad supone dominar en cierta medida el mundo salvaje, habilitar un espacio para la civilización, lo que hizo que muchas culturas antiguas desarrollaran verdaderos rituales fundacionales. ¿Cómo era la fundación de una ciudad sumeria?
Respuesta– Es cierto que una cosa era la realidad y otra el imaginario. El imaginario hacía pensar que los dioses regentaban las ciudades, aunque la realidad era otra distinta. Se sostenía que la tierra pertenecía a los poderes celestiales y eran ellos los que autorizaban o permitían que una ciudad fuera fundada. Por tanto, los poderes religiosos y reales se ponían al servicio de estas fuerzas y decían fundar una ciudad inspirados por estas divinidades. La fundación venía, por tanto, legitimada por un poder sobrenatural. Existían rituales y tenemos textos que los detallan. Los cilindros A y B de Gudea describen estos rituales, que consistían en purificación del terreno y entrega de toda clase de ofrendas, entre otras cosas. Estaban supervisados, si no por el rey, que no llegaba a todas las construcciones, sí por representantes reales. Al menos las prácticas rituales, sí que se cumplían.

Pregunta - Las ciudades sumerias se construyeron en zonas marismeñas, pero muy próximas al desierto, que acabó abrazándolas en su avance hasta dejarlas aisladas como lo están en la actualidad. ¿Esta proximidad al desierto tiene algún valor simbólico?
Cono de arcilla de Ur-Ba'u con inscripción Lagaš (Irak).
Período segunda dinastía de Lagaš. Arcilla | 14,9 × 6,3 cm |
© Trustees of the British Museum, Londres
Respuesta– Desde luego el desierto aparecía como, obviamente, tierra de alimañas, salvajes, personajes no civilizados, si bien éstos no estaban asociados tanto al desierto como a las montañas, fueran o no fértiles. Dado el tamaño del Delta, da la sensación de que las ciudades estaban asentadas en su interior, por lo que debían estar rodeadas de un paraje bastante fértil. El desierto estaba cerca, pero no tanto como podría parecer por su situación actual (hay que tener en cuenta que el paisaje ha cambiado), pero desde luego era una amenaza y su presencia era evidente. El desierto sí era la tierra de pastores y nómadas, de personas no civilizadas. Parece ser que sí se tenía conciencia de ser ciudadano.

Pregunta - En la exposición vemos algunos ajuares funerarios, especialmente los de las tumbas reales de Ur¿Cómo era la otra vida para los sumerios?
Respuesta– Tenían conciencia de otra vida, pero esta otra vida no era vida. Su concepción del Más Allá era la de un lugar húmedo, oscuro, desagradable, en el que solo moraban fantasmas. La descripción del Más Allá, del mundo de los muertos, se asemeja mucho a la descripción del infierno en el Antiguo Testamento. Esto explicaría que las tumbas sean en su mayoría modestas, con pocos ajuares. Las tumbas reales de Ur y de Kish son una excepción que no contradice esta imagen tan negativa del Más Allá, sino que la refuerza, puesto que se supone que todas estas riquezas, vasijas, ornamentación y joyas no estaban destinadas al difunto, sino que estaban destinadas a comprar la voluntad, la benevolencia de los poderes infernales, lo cual rebelaría un temor casi paralizante ante el destino postrero.

Pregunta - ¿Es la escritura una consecuencia directa del nacimiento de la ciudad?
Maqueta de carro de cuatro ruedas. Kish. Montículo A. Período
dinástico arcaico III (2600-2350 a.C.) Terracota. Ashmolean Museum,
Oxford. Autor: Mario Agudo Villanueva. 
Respuesta– No se si se puede decir esto, pero sí parece que está ligado a procesos urbanos. Ya sea si se acepta la explicación por la que la escritura tuvo una función fundamentalmente administrativa, como si se acepta una función más mágica o religiosa, según la cual la escritura habría servido para rezar al cielo, para elaborar plegarias o para registrar himnos dedicados a las divinidades. Estamos hablando de que la escritura es de utilidad en sociedades complejas que incluyen un número considerable de personas. No sabemos qué es primero, si la ciudad o la escritura, pero podemos llegar a suponer que la escritura está ligada a la urbanización. Cuesta pensar que la escritura hubiera aparecido en sociedades puramente agrícolas, pues habrían sido autosuficientes y no habrían necesitado del control de bienes para el intercambio. Viendo además su sintonía con la naturaleza, no habrían necesitado de esta interrogación ansiosa de lo que ocurriría en el futuro, que es una preocupación más urbana derivada de la desconexión con el entorno natural.

Pregunta - En su opinión, no hubo distinción entre Sumer y Acad¿Podría explicarnos en qué se basa?
Respuesta– Esto es una hipótesis que han emitido varios asiriólogos como San Martin, Cooper, Gonzalo Rubio y otros, que han puesto de manifiesto que esta drástica distinción es una construcción moderna que responde a motivos ideológicos propios de los nacionalistas del siglo XIX y, posteriormente, de los fascismos de los años 20 y 30. Según estos autores no existieron dos pueblos separados, ni rivales. Es cierto que en el imperio llamado acadio se impuso la lengua acadia en la administración, otra cosa es lo que hablaran en la calle; es cierto que se recuperó el sumerio en el imperio de Ur III desde el punto de vista administrativo, pero también lo es que esto corresponde a un momento ya casi de decadencia (2100 a.C. - las primeras muestras de escritura son hacia el 3500-3300 a.C. Hace ya 1.500 años de las primeras manifestaciones escritas del sumerio). Parece claro que hacia el 2700-2600 a.C. no existía ninguna identificación con la lengua. Lo que sí parece es que había tribus que eran bilingües o trilingües. Se ha tratado de demostrar esta hipótesis estudiando los nombres que progenitores semitas o sumerios asignaban a sus hijos. Se descubre que los progenitores con nombres sumerios recurrían indistintamente a nombres acadios, sumerios o elamitas para sus hijos, por lo que no parece que se sintieran identificados con una u otra lengua.

Estatua masculina de pie. Khajafe (Irak). Templo de Nintu, nivel V.
Período dinástico arcaico II (2650-2550 a.C.) Penn Museum, Filadelfia.
Autor: Mario Agudo Villanueva.
Pregunta - Usted tuvo la ocasión de recorrer el sur de Irak en 2011 ¿Qué es lo que más le llamó la atención de los yacimientos arqueológicos que visitó?
Respuesta– A parte del tamaño que tenían, que estén actualmente medio desiertos, recubiertos de sal, que queda poco de ellos comparado con las fotografías que tenemos de los años 20. Es difícil reconocer Eridu, por ejemplo, no sé si porque han desaparecido sus restos con el paso del tiempo o porque han quedado de nuevo sepultados por su abandono. Los arqueólogos que nos acompañaron no lo sabían tampoco. Nadie ha conseguido dar una explicación a cerca de la situación de alguna de estas estructuras. De todos modos también sorprendía la fascinación que ejercían estos yacimientos. Una sorpresa positiva es que los que vimos no habían sido saqueados, aunque sí dañados. El zigurat de Kish presenta un hoyo muy importante en la cumbre, abierto por soldados norteamericanos para protegerse tras el paramento debido a su carácter elevado. Esto ha ocurrido también en el Kurdistán irakí. El yacimiento de Ur tiene la ventaja y la desventaja de que tiene cerca una base norteamericana y otra irakí. Lo positivo es que está más protegido, pero lo negativo es que sufre con el paso de los vehículos militares y aviones, que afecta a las estructuras. En todos los yacimientos había restos de combates, pero al menos no vimos grandes destrozos por la guerra ni por los saqueos. Las tumbas reales tenían grietas, pero pudimos entrar.

Pregunta - En la presentación de la exposición nos explicó que algunos yacimientos han sido más dañados por excavaciones arqueológicas incorrectas que por el expolio, sin embargo, algunos autores como Lawrence RothfieldAndrew Lawler alertaron sobre el grave expolio sufrido por yacimientos como Isin, Dahaila, GirsuHatra o Tell Billa, donde bandas organizadas de saqueadores camparon a sus anchas entre 2003 y 2006. De hecho, Rothfield nos aseguró que el área saqueada era mucho mayor que la de las excavaciones llevadas a cabo en Irak desde principios del siglo XX ¿Cuál es la situación real de estos yacimientos y sus principales amenazas?
Corona o tocado de oro, lapislázuli y cornalina. Ur (Irak).
Tumba particular 800.  Cuerpo número 1. Período dinástico arcaico IIIa
(2650-2450 a.C.)  Penn Museum Filadelfia.
Autor: Mario Agudo Villanueva.
Respuesta– Esos yacimientos no los vimos. El yacimiento de Girsu está tremendamente removido, pero al parecer los peores destrozos fueron causados por la primera expedición arqueológica francesa, puesto que no sabían distinguir las estructuras de barro del resto del terreno. Es un yacimiento que está inservible, nunca se podrá recuperar. Si hubiera habido un saqueado de generalizado y evidente, no se encontrarían restos en buen estado en la superficie.

Pregunta - En su memoria de viaje relata cómo se encontraron con objetos arqueológicos sobre la superficie, tanto en Tell-Telloh (antigua Girsu) como en la misma Uruk, donde encontraron un par de toritos de terracotas parcialmente enterrados ¿Hay margen para sorpresas arqueológicas en la zona?
Respuesta– Sí, seguro, porque los yacimientos están excavados una mínima parte. Creo que es Uruk que solo se ha excavado una décima parte. El yacimiento es inmenso, llega hasta el horizonte. Se veía un templo parto a lo lejos y era imposible ir andando. Algunas excavaciones habría que volverlas a repetir y hay todo un terreno circundante por explorar. Las sorpresas pueden ser diarias, al menos en algunos yacimientos. Otros han sido dañados por misiones poco cuidadosas, pero los que vimos, tienen mucho por excavar.

Pregunta - El Museo Nacional de Irak sufrió también un grave saqueo en 2003 ¿Qué se ha conseguido recuperar? ¿Qué piezas importantes siguen en paradero desconocido?
Respuesta– En la actualidad, el museo tiene una exposición de fotografías de piezas notables que faltan, entre ellas una de Gudea, de cuerpo entero. La máscara de Warka fue robada, pero se recuperó. El casco de Meskalamdug sí que está. El vaso de Uruk fue roto, pero por suerte se rompió por los sitios donde ya estaba roto anteriormente, así que no ha habido una gran pérdida. Una de las liras de Ur sí que quedó rota, pero también es cierto que lo que se rompió fueron las reconstrucciones modernas. Una gran estatua neoasiria que está en la sala de los relieves neoasirios fue derribada y rota, esto sí que fue una pérdida brutal.
Reconstrucción virtual del Templo Oval de Khafaje, III milenio.
Reconstrucción (3-D). © Luis Amoros y Miguel Orellana
(404Arquitectos), Barcelona y Vancouver, 2011
Las piezas no tienen mal aspecto, pero necesitarían una limpieza y restauración. Ellos dicen que faltan unos 7.000 objetos de 150.000 que había expuestos. Casi más grave que el saqueo fue el embargo, pues privó a las autoridades de muchos recursos para la restauración. Muchas tablillas que se guardaron entre algodón, han quedado reducidas a barro. Hay piezas que faltan que no se sabe si fueron almacenadas durante la guerra Irán-Irak o simplemente han desaparecido. Yo vi una de las zonas de reservas en 2009 que estaba en muy buen estado. Solo vi una zona de depósitos, pero había más. Me dijeron que algunas sí fueron saqueadas. Lo que vi estaba en buen estado y bien clasificado en estantes metálicos. Alguna otra pieza grande estaba rota en el suelo.

Pregunta - ¿Qué capacidad tiene el actual gobierno irakí para proteger su patrimonio?
Respuesta– Capacidad sí que tiene, voluntad no lo sé. El que es Ministro de Cultura lo nombraron de Defensa y el de Turismo y Antigüedades tiene un interés muy relativo por el período preislámico. Es verdad que les falta gente formada y guardias, pero dinero no les falta. El gobierno irakí es inmensamente rico, es el segundo productor de petróleo del mundo y el año que viene será el primero. Las cantidades de dinero que llegan al gobierno son sorprendentes. Pero solo llega al gobierno y al 40% de la población, el resto de la población no se beneficia en nada del súbito enriquecimiento del gobierno, viven en absoluta pobreza. Fondos tienen, otra cosa es la voluntad política. La corrupción, la desorganización, son sorprendentes. Hay además recelos religiosos.

Pregunta - Usted que ha estado sobre el terreno ¿volverá algún día la civilización que, en cierta medida, le ha sido arrebatada a Irak?
Respuesta– En este momento, si consigue mantenerse unido, quizás sí. Pero el gran problema es que hay un gobierno inestable, bastante corrupto y flojo, que además es sectario. Se ha encontrado petróleo en el Kurdistán iraquí. Los kurdos no necesitan a los irakíes, pero los irakíes sí necesitan a los kurdos para exportar el petróleo. Hay gente que dice que el país no aguantará. Dinero tienen, pero queda poca gente formada allí. Hay mucha gente que ha desaparecido: exiliados o muertos. Los que tienen las riendas del poder no son ninguna maravilla. Antes tenían un buen equipo de gobierno, pero pocas personas preparadas aguantan en Irak.

Autor
Mario Agudo Villanueva

Reportaje - El Museo Nacional de Irak: diez años después del saqueo

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Espectacular imagen de una de las salas de la colección neo-asiria. La
restauración corrió a cargo del gobierno italiano. Autor: Pedro Azara.
El Museo Nacional de Irak, situado en Bagdad, alberga una de las colecciones de piezas arqueológicas más importantes del mundo. No en vano, en sus 28 galerías se encuentran innumerables objetos arqueológicos y obras de arte que han sido testigo de más de 5000 años de historia de Mesopotamia, y hablar de historia de Mesopotamia es hablar de historia de la Humanidad. Las peripecias del al-Mathaf al-Watani, como se refieren los árabes al Museo Nacional, son las peripecias del Irak moderno, pues su historia arranca con la misma llegada al poder del monarca hachemí Faysal en junio de 1921, que aceptó el reparto territorial impuesto por británicos y franceses para alcanzar el poder.

El Departamento de Antigüedades: germen del museo
De la mano del monarca vino Sati al-Husri, hombre de ideas laicas y un gran nacionalista árabe, que quedó al cargo de la educación y la cultura. Al-Husri tuvo que comulgar con la ley de reparto sugerida por Gertrude Bell, que preveía la salvaguarda de parte de los objetos arqueológicos que se localizaran en territorio irakí. Eran los años en los que Leonard Woolley comenzaba a excavar en Ur. A la muerte de Bell, en 1926, Al-Husri contaba ya con un edificio en el que iban depositando las antigüedades que iban rescatando en virtud de la aplicación de esta ley. Tras constituirse el estado irakí independiente, el antiguo ministro de Faysal derogó las leyes inglesas en 1930 con el objetivo de crear una Dirección de Antigüedades, germen de un verdadero museo nacional.
Poco a poco, Al-Husri fue haciendo realidad su sueño. De su mano surgió una generación de arqueólogos irakíes que emprendieron campañas verdaderamente importantes y los límites del actual museo comenzaban a ser ya tangibles.

Imagen de uno de los depósitos del Museo Nacional de Irak.
Autor: Pedro Azara.
Tras la instauración de la República el 14 de julio de 1958, el sentimiento nacional irakí se acentuó y con él, la investigación de su pasado. Un año antes comenzaron las obras del museo, que fue inaugurado definitivamente en 1966. Ni siquiera las intrigas que acabaron con el
Partido Ba’az Árabe Socialista en el poder, pudieron frenar esta etapa de esplendor. Hasta 1980 se vivió la edad de oro de la arqueología en Irak y con ella, el Museo  de Bagdad brillaba con esplendor. La Carta Arqueológica de Irak recogía hasta 12.000 yacimientos arqueológicos, que fueron explorados por misiones nacionales e internacionales, con la colaboración absoluta de la población, que gracias al progreso de la educación, había alcanzado un alto grado de concienciación sobre su patrimonio. Sin embargo, llegó el fatídico año 1980, con el estallido de la guerra contra la República Islámica de Irán. El Museo Nacional fue cerrado, sus fondos embalados y los proyectos de modernización de sus instalaciones paralizados. Desde entonces, la involución ha sido absoluta. La victoria contra Irán en 1988 resultó pírrica, la crisis de la OPEP y convulsiones internas condujeron a la toma de Kuwait, cuyas consecuencias ya conocemos. En definitiva, más de 33 años de conflictos armados que han sumido al país en una absoluta parálisis que, lógicamente, ha afectado también a su Museo y a su patrimonio.

El saqueo
El 8 de abril de 2003, hace ya diez años, las tropas norteamericanas entraban en Bagdad. Antes de ello, en previsión de lo peor, su jefe supremo, Doony George, llevaba varios días turnándose con un grupo de colegas para proteger las colecciones del museo del pillaje generalizado que asolaba la ciudad. El fuego cruzado que tuvo como escenario el propio Museo, obligó a Doony y a los suyos a abandonarlo a su suerte. Debido a los combates y a los férreos controles policiales, el grupo no pudo volver hasta tres días después, pero ya era tarde. En

En una de las salas de los depósitos del Museo nos encontramos con esta estatua
decapitada de Sadam Husein. Autor: Pedro Azara.
declaraciones a
National Geographic, Doony George mostraba su desolación: “las oficinas estaban desvalijadas y una cantidad indeterminada de piezas destrozadas o desaparecidas”.

Reacciones
Internacional puso en marcha todos sus mecanismos para denunciar el hecho y tratar de recuperar las piezas expoliadas, incluso Estados Unidos se implicó encargando una comisión de investigación al coronel Matthew Bogdanos, cuyas conclusiones fueron publicadas el 16 de mayo de ese mismo año. National Geographic y Henry Wright, conservador del Museo de Antropología de la Universidad de Michigan, patrocinaron una misión arqueológica en octubre para conocer sobre el terreno el estado de conservación de los principales yacimientos arqueológicos del país y la Fundación Getty, en colaboración con la CGI, la World Monuments Fund, el Ministerio de Cultura irakí y el SBAH (Irakí State Board of Antiquities and Heritage), trataron de poner freno a esta situación de deterioro en marzo de 2004 con la firma de un acuerdo para la identificación y la fijación de prioridades para la conservación y la gestión de los sitios arqueológicos de Irak, así como para el desarrollo de herramientas y capacidades profesionales que sustentaran el rol que debía jugar la SBAH en la salvaguarda de los bienes culturales irakíes y para garantizar un apoyo económico para contribuir a esta labor.
La máscara de Warka, que fue robada en 2003,
está de nuevo expuesta en el Museo. Autor:
Pedro Azara.
Sin embargo, este despertar internacional llegaba tarde. El expolio y el saqueo continuado del patrimonio cultural irakí arrancó mucho antes. El embargo impuesto por Estados Unidos en 1991 tras la Guerra del Golfo impidió la importación de productos químicos básicos para tareas de restauración: acetonas, alcoholes, disolventes o resinas; pero lo más grave es que esta situación condujo al país a una coyuntura económica angustiosa, que destrozó los resortes del Estado, la vertebración social y los valores morales. En 1994 los saqueos en diferentes yacimientos se acentuaron enormemente. Las autoridades culturales iraquíes alertaron de la situación, pero la Comunidad Internacional no envió ni siquiera una misión indagatoria. Así las cosas, el expolio organizado y la impunidad fueron minando progresivamente su rico patrimonio.
En el año 2002, en vísperas de la Guerra de Irak, la situación era ya dramática. Lawrence Rothfield, en declaraciones a Mediterráneo Antiguo, nos explicaba que “los saqueos masivos se produjeron entre 2003 y 2006. Han disminuido un poco desde entonces, pero el área saqueada desde la invasión es varias veces mayor que el territorio excavado desde 1923 (año de la fundación de Irak) hasta 2003”.

El balance
Las noticias sobre el saqueo del Museo de Bagdad llegaban con cuentagotas y llenas de imprecisiones e, incluso, contradicciones, como suele ocurrir en estos casos. Las agencias informaban de ello el 11 de abril en estos términos “después de haber forzado la entrada en la parte administrativa del lugar, los ladrones entraron en los depósitos del museo y después en las salas de exposiciones. Cerámica, estatuas de la época asiria, una puerta de madera del palacio del rey Sargón II en Khorsabad del año 720 a.C. […] y otros objetos de cientos de años de antigüedad correspondientes a la antigua Mesopotamia eran robados o simplemente rotos en mil pedazos por decenas de ladrones”.
Restos de pintura asiria, uno de los pocos testimonios pictóricos de
esta cultura. Autor: Pedro Azara.
Gracias a la acción de John Curtis, conservador del Museo Británico, Doony George pudo hacer público en Londres un primer inventario de daños. En su intervención, el director del Departamento de Investigación de la State Board of Antiquities of Irak, acusó del saqueo a grupos organizados que, a parte de los ladrones espontáneos que pudieron haber actuado, eran perfectamente conscientes de los objetivos que buscaban y habían sido aleccionados por la mafia internacional del tráfico ilegal de obras de arte. De hecho, señaló George, "sabían quera era preciso destruir los archivos y la documentación de las piezas que iban a robar para dificultar su identificación y rastreo". Rothfield nos confirmaba este extremo: “estas mafias se vinculaban directamente, o al menos estaban toleradas, con Muqtada al Sadr, lo sabemos porque cuando Muqtada promulgó una fetua contra el saqueo, se paró de inmediato. Algunas de estas bandas se han informado, se han internacionalizado y han pasado a operar en Túnez u otras zonas del Norte de África. Están ligados a su vez con redes internacionales de contrabando que mueven los materiales robados por todo el mundo. Los artefactos de Irak han aparecido en apartamentos de millonarios en Beirut, en los aeropuertos de Nueva York, Tokio, París y en América del Sur también. La demanda es impulsada por los ricos coleccionistas de todo el mundo”.
El 10 de septiembre se publicó un informe del Pentágono con un nuevo inventario de materiales desaparecidos: del almacén del sótano habían sido robadas 10.337 piezas, unas 3.138 de los almacenes de la primera y segunda planta y en torno a 40 en las salas de exposición y restauración. Si a eso le restamos las 3.500 que se habían recuperado, quedaban un total de 10.000 piezas robadas. Sin embargo, las versiones varían según la fuente, pues desde el principio hubo un interés en minimizar los efectos del saqueo. Lawrence Rothfield fijaba en 15.000 los objetos robados que han sido recuperados. “La asistencia internacional, incluyendo la del Departamento de Estado de Estados Unidos, la Fundación Getty y organizaciones internacionales, han ayudado a restaurar y mejorar el sistema de seguridad del museo, los espacios de exhibición y la capacidad de conservación” nos explica.
El vaso de Uruk, en primer término, en la sala en la que se
encuentra expuesto. Autor: Pedro Azara.

La misión española de 2011
Pedro Azara, profesor de la UPC, lideró una expedición española a Irak en 2011. Su viaje nos proporciona información más actualizada del estado actual del Museo: “en la actualidad, el museo tiene una exposición de fotografías de piezas notables que faltan, entre ellas una de Gudea, de cuerpo entero. La máscara de Warka, que fue robada, se recuperó y pudimos verla. El casco de Meskalamdug sí que está. El vaso de Uruk fue roto, pero por suerte se rompió por los sitios donde ya estaba roto anteriormente, así que no ha habido una gran pérdida. Una de las liras de Ur sí que quedó rota, pero también es cierto que lo que se rompió fueron las reconstrucciones modernas. Una gran estatua neoasiria que está en la sala de los relieves neoasirios fue derribada y rota, esto sí que fue una pérdida brutal. Las piezas no tienen mal aspecto, pero necesitarían una limpieza y restauración. Ellos dicen que faltan unos 7.000 objetos de 150.000 que había expuestos. Casi más grave que el saqueo fue el embargo, pues privó a las autoridades de muchos recursos para la restauración. Muchas tablillas que se guardaron entre algodón, han quedado reducidas a barro. Hay piezas que faltan que no se sabe si fueron almacenadas durante la guerra Irán-Irak o simplemente han desaparecido. Yo vi una de las zonas de reservas en 2009 que estaba en muy buen estado. Solo vi una zona de depósitos, pero había más. Me dijeron que algunas sí fueron saqueadas. Lo que vi estaba en buen estado y bien clasificado en estantes metálicos. Alguna otra pieza grande estaba rota en el suelo”.
El Museo de Nasiriyah presenta este desolador aspecto.
Autor: Pedro Azara.
Eso sí, el afamado Tesoro de Nimrud, una de las joyas del Museo, quedó intacto, pues con motivo de la guerra de 1991, un trabajador del museo lo depositó en una cámara subterránea del Banco Central de Bagdad. Pese a que sus instalaciones fueron bombardeadas e incendiadas durante los combates, las piezas aparecieron prácticamente intactas. Se trata de un conjunto de piezas de oro de gran valor artístico e histórico, datas entre los siglos VIII y IX a.C. y pertenecientes a las consortes de los soberanos asirios.
El Museo de Bagdad sigue cerrado al gran público, pueden visitarlo misiones académicas o embajadas especiales, pero su acceso es un privilegio a día de hoy.

Otros saqueos
Lamentablemente, parece que el Museo Nacional, dentro de lo malo, corrió mejor suerte que otros. El gran museo de Nasiriyah fue ocupado por tropas norteamericanas y se produjeron notables daños. Afortunadamente, parte de las piezas más importantes habían sido trasladadas a los depósitos del Museo de Bagdad con motivo de la primera Guerra del Golfo. El equipo de Pedro Azara pudo ver piezas de este museo en la mesa del despacho de la dirección del Museo de Bagdad. Tampoco se libraron los museos de Mosul, Nínive o Kirkuk, que también han sufrido daños. Por no hablar de los yacimientos arqueológicos, pero esto nos aleja del objeto de este reportaje.

Autor
Mario Agudo Villanueva

Agradecimientos
A Pedro Azara, que a parte de prestarnos su testimonio, nos ha cedido el material gráfico.

Más información en:
Web oficial del Museo Nacional de Irak
The Rape of Mesopotamia: Behind the Looting of the Iraq Museum, Lawrence Rothfield(Chicago: University of Chicago Press, 2008). 
Crónica de la expedición del equipo de Pedro Azara publicada en el diario El País: En las marismas de la historia.
Proyecto de la Fundación Getty para Irak: Getty Foundation Project.
The Irak Museum Project
Iraq: memoria y expolio, Joaquín M. Córdoba Zoilo (Nación Árabe, 51. Primavera 2004).
Después del saqueo ¿qué ocurrirá con los tesoros de Iraq?, Andrew Lawler (National Geographic, octubre 2003).
Global Policy Forum (VIII). Informe sobre la destrucción del patrimonio cultural iraquí traducido al castellano por Iraq Solidaridad.

Entrevista con Gonzalo Ruiz Zapatero: "la arqueología preventiva resulta de gran importancia para el conocimiento del paisaje periurbano de la Antigüedad"

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Vista general del yacimiento arqueológico de El Llano de la Horca, en
Santorcaz. Autor: Mario Torquemada (MAR). 
El Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid fue el escenario del I Simposium sobre los carpetanos, un pueblo del que no se ha oído hablar mucho, pero que convivió con vettones, vacceos, lusitanos y otros que les superaron en fama y ahora está siendo investigado con gran profundidad gracias a las últimas campañas arqueológicas que se han centrado en su hábitat. Mediterráneo Antiguo ha acudido a Gonzalo Ruiz Zapatero, catedrático de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid y co-director de las excavaciones más importantes en relación con esta cultura.

Pregunta - Tradicionalmente se ha situado a los carpetanos al sur de la sierra de Guadarrama, extendidos por la meseta central hasta ocupar parte de La Mancha. ¿Cuál era el área de influencia de este pueblo?
Respuesta - El territorio de los carpetanos se extendía básicamente por las tierras del valle medio del Tajo, y comprendía buena parte de las provincias de Madrid y Toledo, las comarcas más occidentales de Guadalajara y Cuenca y una porción del norte de Ciudad Real. Los límites de este amplio espacio se han establecido tradicionalmente mediante la escasa información contenida en las fuentes clásicas pero el trasfondo arqueológico de ese territorio solo estamos empezando a conocerlo. Las fronteras con los pueblos prerromanos vecinos nunca fueron lineales y debieron fluctuar a lo largo del tiempo, habría que imaginarlas más como franjas de tierra variables en tamaño, probablemente con zonas de “tierra de nadie” moviéndose con el transcurso de los años. Una de las aproximaciones de la arqueología contemporánea más difíciles, pero sin duda alguna también más atractiva, es el estudio de las identidades étnicas prerromanas a través, básicamente, de los datos de cultura material. Y también sus etapas formativas, lo que llamamos procesos de etnogénesis. Son cuestiones complejas y difíciles pero, poco a poco, estamos “perdiendo-la-inocencia” y construyendo metodologías para abordarlas. No tenemos recetas, porque estamos en una fase exploratoria pionera y como digo es una arqueología en construcción parafraseando al historiador Pierre Vilar
 
Pregunta - ¿Qué han aportado al conocimiento de este pueblo las campañas del Llano de Santorcaz, Titulcia y Miralrío?
Sector I del yacimiento arqueológico del Llano de la Horca, Santorcaz.
Autor: Mario Torquemada (MAR).
Respuesta - Las excavaciones realizadas - y en curso - en estos yacimientos han arrojado mucha luz sobre muchos aspectos, pero quizás los más interesantes son los relacionados con el conocimiento de la oppida (los núcleos de mayor tamaño), como la existencia de un urbanismo con calles empedradas y aceras y casas distribuidas en manzanas. También la información lograda sobre la vida doméstica, conociendo mejor la distribución interna de las viviendas que, sabemos en muchos casos,  tenían un zaguán, una estancia central con el hogar - el punto focal de la casa – y bancos corridos en las paredes, alguna estancia lateral para guardar materiales y la despensa al fondo que guardaba lo más preciado para las gentes de la Edad del Hierro: el grano y los aperos e instrumental agrícola y otras herramientas. Por otra parte, en Miralrío se ha hecho una reconstrucción y se hecho visitable el sitio, uno de los pocos yacimientos de la Edad del Hierro que se puede visitar en la Comunidad de Madrid, mientras que en Llano de la Horca de Santorcaz tenemos la intención de realizar el acondicionamiento del poblado y un pequeño centro de interpretación. Es una perspectiva importante para divulgar a la ciudadanía los conocimientos de la arqueología, para hacer alfabetización arqueológica de toda la sociedad.    

Pregunta - Los carpetanos han estado a la sombra de sus vecinos, principalmente de vettones y lusitanos ¿Qué tipo de relaciones mantenían con ellos?
Respuesta - Sí, esa sombra de pueblos más fuertes y con organizaciones sociopolíticas más complejas ha provocado que, a pesar de que algún autor como Polibio los calificó como el pueblo más fuerte de la zona, los carpetanos aparezcan como menos importantes. Ciertamente hay dos hechos claros, primero, no conocemos la arqueología carpetana tan bien como la celtibérica, vaccea o vettona, y segundo el grado de centralización de poder y jerarquización social de las comunidades carpetanas fue sensiblemente inferior a la de los pueblos citados. En este sentido como bien ha dicho Jorge de Torres el proceso sociopolítico de los carpetanos es atípico. Desde luego que los contactos entre vecinos, no siempre amistosos, fueron frecuentes y en ocasiones persistentes en el tiempo. No se puede explicar de otra manera, por ejemplo, la presencia de esculturas de verracos vettones penetrando en el Tajo medio o el importante monetario celtibérico y la influencia de cerámicas pintadas de estilo celtibérico en la Carpetania. Estos fenómenos expresan bien a las
Vaso de los Caballos, Museo Arqueológico
Regional de la Comunidad de Madrid.
Autor: Mario Torquemada (MAR).
claras el carácter poroso de las fronteras entre pueblos. Pero nos faltan estudios analíticos para poder precisar los intercambios más cotidianos de materias primas y productos manufacturados entre ellos, que sin analíticas pasan desapercibidos. En fin, a nivel superior la capacidad de levantar ejércitos de coaliciones de pueblos vecinos para combatir a cartagineses y romanos indica que los contactos, los acuerdos y la colaboración eran frecuentes entre ellos. 

Pregunta - ¿Hubo contactos del mundo carpetano con pueblos del Mediterráneo?
Respuesta - Sí, al menos de forma indirecta, ya que productos mediterráneos fluyeron hacia el interior peninsular. Especialmente las tierras del SE. de la Carpetania, más abiertas y cercanas a las comarcas costeras, recibieron importaciones como atestiguan las piezas amortizadas en tumbas de cementerios del tipo Palomar de Pintado, sobre todo a partir de finales del s. V a.C. Con las importaciones mediterráneas se transmitirían también ideas, experiencias y narrativas que irían configurando la llegada de un tiempo nuevo. Y a su vez esas manufacturas y productos sirvieron para la construcción del poder de elites, “jefes” locales, como los que empezamos a entrever en las tumbas más ricas de ciertas necrópolis. 

Pregunta - ¿Qué sabemos de su religión?
Respuesta - No contamos con mucha información sobre este aspecto pero al menos hay tres tipos de datos que nos acercan a su mundo ideológico y simbólico. Por un lado, el ritual funerario de la cremación; con la posterior disposición de las cenizas en tumbas de hoyo y otras más sofisticadas incluyendo en casos túmulos de adobe, permite acercarnos a algunos de los gestos relacionados con el tratamiento de los muertos. Los detalles de la excavación de tumbas nos van informando de cuestiones como los tipos de madera empleados en las piras, los materiales dispuestos con el cadáver, la forma de recoger las cenizas, el orden en el relleno de las urnas funerarias y cómo se delimitaba el espacio de los cementerios entre otras cosas. Es decir, vamos reconstruyendo los rituales de la muerte y la consideración que tenían los carpetanos con sus antepasados. Pero necesitamos todavía mucha más investigación para acceder a estos aspectos del mundo funerario-religioso. En segundo lugar tenemos recintos, con rasgos estructurales y materiales que permiten su identificación como santuarios-domésticos, es el caso de la estructura del poblado toledano de El Cerrón de IIlescas con un extraordinario bajorrelieve de barro que podría representar una escena de heroización de un personaje fundador de la ciudad o el recinto del oppidum de Titulcia que ha deparado la famosa pátera de plata. Y por último, hay toda una serie de asas de jarros y pequeños recipientes relacionados con rituales de libación que debieron ser objetos especiales usados en el curso de ceremoniales religiosos dentro de una espiritualidad doméstica y familiar. Una religiosidad que no se podía separar de la cosmovisión que tenían los carpetanos.

Pregunta - ¿Qué actitud adoptaron frente a cartagineses y romanos?
Pátera de Titulcia. Museo Arqueológico Regional de la Comunidad
de Madrid. Autor: Mario Torquemada (MAR).
Respuesta - Como todos los pueblos prerromanos de la Meseta ofrecieron resistencia, primero, a la conquista de cartagineses a finales del s. III a.C. y romanos más tarde en las primeras décadas del s. II a.C. Pero las fuentes clásicas son muy parcas sobre los carpetanos. Hay pocas referencias que aludan directamente a ellos. Pero si sabemos que en la campaña meseteña de Aníbal en el año 220 a.C. un ejército coaligado de carpetanos, vacceos y olcades se enfrenta a Aníbal y son derrotados en un vado del Tajo por la fuerza de la caballería cartaginesa y los elefantes que reforzaban la tropas cartaginesas. Por cierto, en julio se inaugurará una exposición en el Museo de Alcalá de Henares sobre Aníbal y el choque con los pueblos prerromanos. Pero por otro lado, conviene desmitificar la visión decimonónica de los indígenas como defensores a ultranza de su libertad porque en otras ocasiones grupos de guerreros carpetanos, como hacían otros pueblos prerromanos, sirvieron como auxiliares en el ejército cartaginés. Por ejemplo, pocos años después, cuando las fuerzas cartaginesas se dirigen hacia los Pirineos hay una defección de 3000 carpetanos. Ya con la presencia romana el cónsul Nobilior derrotó a una coalición de carpetanos, vacceos y celtíberos y años más tarde los vuelve a vencer y ocupa la Toletum carpetana. A partir de mediados del s. II, la romanización empieza a ser fuerte y acabará a finales de la siguiente centuria  absorbiendo la identidad carpetana. En cualquier caso, si los comparamos con los pueblos vecinos - vacceos, vettones y celtíberos - parece que su fuerza, la capacidad de levantar guerreros para el combate fue menor; sin duda también porque sus efectivos demográficos eran más reducidos.     

Pregunta - La Medusa de Titulcia es quizás la pieza arqueológica localizada en el área carpetana que resulta más sorprendente ¿Cuál es su valor histórico?
Relieve del yacimiento arqueológico del Cerrón de Illescas.
Foto: Turismo Castilla La Mancha
Respuesta - Sí, es una pieza excepcional. Es una phiále, un plato o pátera, de plata procedente del oppidum de Titulcia que está decorada con un prótomo de felino cuyas barbas y cabellera son dos serpientes enroscadas, un tema muy mediterráneo que asombra por su belleza pero que no es sentido estricto una medusa. Sin duda alguna fue un valioso objeto de prestigio empleado en el desarrollo de ceremonias de carácter religioso que fue finalmente ocultado en un hoyo en el suelo de un santuario doméstico alrededor de mediados del s. II a.C. aunque la pieza fue fabricada en fecha claramente anterior. Se trata, en definitiva, de una importación que llegó del Mediterráneo, pasó de mano en mano y generación en generación, y  se adaptó a la cosmovisión carpetana reforzando ideológicamente la posición de las elites locales. La pátera de Titulcia, de alguna manera, es una ventana abierta a la mente de los carpetanos y su oppidum carpetano. Un objeto extraordinario encajado en el sistema social, ideológico, religioso y político de una comunidad carpetana.

Pregunta - ¿Qué otros yacimientos carpetanos tenemos documentados?
Respuesta - La arqueología carpetana se está realmente construyendo en estos últimos 15 ó 20 años,  con pocos proyectos a largo plazo como el del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, en el que participo, en El Llano de la Horca (Santorcaz, Madrid) o el de Dionisio Urbina en Plaza de Moros (Villatobas,Toledo) y sobre todo muchas excavaciones de empresas en intervenciones que generalmente no permiten trabajos continuados, salvo excepciones como el del poblado de El Cerro de La Gavía. Pero yacimientos como la Dehesa de la Oliva o la necrópolis toledana de Palomar de Pintado están aportando información muy relevante. El cementerio de Palomar es, si dejamos fuera alguna necrópolis clásica como Las Madrigueras, el primer caso en que empezamos a poder realizar una lectura social de la población enterrada y es importante porque conocemos pocas necrópolis carpetanas y además la documentación de muchas no es buena. Pero, sobre todo, falta publicar memorias de sitios excavados y me aplico la sentencia en lo que me toca. Para un conocimiento detallado de los yacimientos carpetanos el mejor resumen, es un excelente estudio, amplio y riguroso, que está a punto de salir de Jorge de Torres  "La Tierra sin límites: territorio, sociedad e identidades en el valle medio del Tajo (S. IX-I a. C.)", publicado por el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid. Para un acercamiento más ligero, una aproximación divulgativa con buena intención es "Tierra de Carpetanos" (2011), de Diego Salvador.
Yacimiento arqueológico de Miralrío, donde se ha reproducido un hábitat
carpetano. Rivas Vaciamadrid. Foto: Comunidad de Madrid.

Pregunta - ¿Cuáles han sido las conclusiones del Congreso celebrado recientemente en Madrid?
Respuesta - El I Simposio sobre los Carpetanos que celebramos en el Museo Arqueológico Regional el pasado mes de marzo ha servido para varias cosas. Primero, como puesta al día de los avances sobre la investigación, ya que además de las excelentes ponencias contamos con unas veinticinco comunicaciones que han realizado contribuciones significativas sobre aspectos muy diversos. Segundo, la importancia de la arqueología preventiva, con actuaciones de empresas, ofrece una gran ventaja: a veces se encuentra lo que no se busca, me explico. Al tener que hacer cortes para evaluar el impacto de obras se localizan cosas tan interesantes como terrazas, campos de cultivo y depósitos de almacenaje anexos a poblados. Cuando excavamos siempre nos centramos en los yacimientos y además, cuanto más grandes e importantes mejor, y perdemos las pequeñas granjas y alquerías dispersas por el campo o cómo era el paisaje alrededor de un oppidum de 10 o 15 Ha. Varios trabajos presentados al Congreso han recuperado este tipo de información, que alguien llamaría menor, pero para mí tiene un gran valor porque nos abre la puerta a investigar los territorios o espacios periurbanos alrededor de los oppida– se acaban de publicar las actas de un congreso internacional sobre este tema: "El paisatge periurbà a la Mediterrània occidental durant la protohistòria i l’Antiguitat" (2012) -  y también los centros rurales menores que nos pueden servir para reconstruir toda la trama de poblamiento a escala comarcal y explorar como organizaban el trabajo de la tierra y las parcelas. Tenemos la oportunidad de empezar a hacer algo parecido a los resultados espectaculares de los famosos “celtic fields”, los campos de cultivo relictos de la Edad del Bronce y del Hierro de regiones del Noroeste de Europa. Y en tercer lugar, hay espacio para una reflexión profunda y trascendente: el carácter limitado y perecedero de los sitios arqueológicos; no se trata solo de excavar yacimientos sino de proteger a largo plazo y crear “reservas arqueológicas” para el futuro. El futuro de la arqueología carpetana pasa, en gran medida, por la salvaguarda de yacimientos que permitan la investigación a las próximas generaciones de arqueólogos.   

Más información sobre yacimientos arqueológicos visitables de la Comunidad de Madrid en www.madrid.org.

Autor
Mario Agudo Villanueva

Entrevista con Miguel Valls: "creer que la cultura mediterránea es Grecia y Roma es como creer que la leche viene del supermercado"

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Miguel Valls, director de la serie, en el Monte Nebo. Foto cedida por
Miguel Valls.
El panorama televisivo actual es bastante anodino, por no decir otra cosa, pero de vez en cuando nos encontramos con sorpresas de gran valor. Una de ellas está por venir. De la mano de Miguel Valls. guionista, director y productor, tendremos ocasión de acercarnos a la raíz de nuestra espiritualidad. La serie "El Viaje a la Tradición Mediterránea" es uno de los proyectos de más contenido intelectual que ha llegado a nuestras pantallas en los últimos años. Mediterráneo Antiguo ha querido conocerlo hablando con su impulsor.

Pregunta - ¿Cuándo empieza la serie?
Respuesta - La primera jornada de grabación tuvo lugar a mediados de febrero de 2008, en el Éufrates, cerca de Sanliurfa (Turquía), para el episodio sobre “Abraham”. La última, en octubre de 2012 en Timimoún, desierto de Argelia, para “Islam”. “El Viaje a la Tradición Mediterránea” ha supuesto cinco años de trabajo, con periodos alternos de documentación y guión, grabaciones y postproducción; 150.000 km recorridos; 15 países visitados y 40 entrevistas a expertos y maestros realizadas. Las “primaveras árabes” supusieron considerables retrasos y cambios de planes. “La 2” de TVE comenzará a emitir la serie completa a partir de junio próximo (2013), aunque aún no hay fechas concretas. Se pasará tres veces durante dos años, previsiblemente en horarios distintos. Y también por el Canal Internacional de RTVE. Hay varias cadenas internacionales interesadas en emitir la serie y se prevé una amplia difusión en Europa, América y, principalmente, en los países mediterráneos y países miembros de la Alianza de Civilizaciones, primer patrocinador de la serie. También son de agradecer el interés y la ayuda de otras instituciones como Casa Sefarad Israel, Ministerio de Trabajo, Casa Mediterráneo y Acción Cultural Española.

Pregunta - ¿Cuántos capítulos tendrá y de qué duración?
Respuesta - La serie consta de 8 capítulos monográficos de 45 minutos de duración. “Abraham”, “Oriente y Occidente”, “Judaísmo”. “Cábala”, “Cristianismo”, “Islam”, “Sufismo” e “Ibn ‘Arabi”. En el enlace www.youtube.com/watch?v=jVtmuK-w_To puede verse un trailer informativo completo y bastante más ameno que lo que podría decir aquí. En una segunda fase se prevé la producción de cinco capítulos más: “El Mito Griego”, “Cristianismo (II), de Nicea a Lutero”, “Símbolos”, “Arquitectura Sagrada” y “El Fin de la Tierra” (sobre un Camino de Santiago ancestral que comienza en Egipto).

Pregunta - ¿Cuál será su enfoque?
Respuesta - “El Viaje a la Tradición Mediterránea” pone de relieve los valores que comparten los pueblos del Mediterráneo y cómo se expresan según el diccionario de cada una de sus principales manifestaciones. Es el viaje a todo lo que nos une por encima de las diferencias formales o aparentes. Parte del convencimiento de la Unidad Esencial, de la Tradición Unánime, y cómo se expresa esa única Tradición, que proviene de Adán, en cada contexto y en cada época.

Pregunta - ¿A qué se refieren cuando hablan de Tradición Mediterránea?
Respuesta - Desde luego, no a la religión, ni a la historia, ni a la filosofía, ni a costumbres locales, ni al folklore, ni a nada de lo que suelen presentar como tal los medios de comunicación habituales. Para todo eso ya existen numerosas producciones, muchas de ellas excelentes en sus términos. “El Viaje a la Tradición Mediterránea” tiene un planteamiento más próximo a lo metafísico, a lo espiritual en el sentido universal del término, dirigido a personas con interés en esa disciplina y con cierto conocimiento previo de la Ciencia Sagrada o familiarizadas con conceptos propios de la espiritualidad. El principal aporte de la serie es, precisamente, no quedarse en la periferia, en la mera anécdota, lo obvio o lo subjetivo, como suele suceder. Quien busque ese tipo de contenidos va a sentirse defraudado, aunque siempre podrá disfrutar de unas bonitas imágenes tomadas en localizaciones exóticas y atractivas. Pero quien tenga un interés sincero por el conocimiento y la espiritualidad, disfrutará a sus anchas. Quien no se ha hecho antes la pregunta no reconocerá una respuesta como tal cuando la tenga delante. “El Viaje a la Tradición Mediterránea” reproduce las respuestas de los sabios de nuestra Tradición para quienes han sido capaces de formularse esas preguntas antes. Para quienes se hacen “engarces” ante las “sabidurías”. Para los que se vuelven “loto” ante la “joya”.

Pregunta - ¿Qué debemos aprender de la Tradición Mediterránea en el siglo XXI?
Respuesta - En el siglo XXI podemos aprender lo mismo que en el siglo VII o en el V a.C. Porque todo estaba dicho ya. Ningún maestro ni ningún profeta ha añadido nada sustancial a lo que ya dijeron los maestros y los profetas del pasado, sólo han adecuado el mensaje, un mismo y único mensaje, a los dialectos de sus pueblos y épocas diversos. En lo sustancial, el hombre del siglo XXI es idéntico al del neolítico. Porque todo hombre es Adán. La clave para empezar a aprender es tomar conciencia de ello. Quien crea que nuestros textos sagrados son cuentos de cabreros sumerios no sabe lo que se pierde.

Pregunta - ¿Hasta qué punto es impensable la civilización occidental sin esa coctelera llamada Mediterráneo?
Respuesta - El capítulo sobre “Oriente y Occidente” trata en profundidad sobre ese particular. Mientras el Mediterráneo ya disponía de ciudades de cien mil habitantes y levantaba templos, la Europa interior estaba aún en fase tribal y megalítica, lo que supone un dato bastante elocuente. Los pueblos del norte siempre han codiciado el talento y el bienestar del sur. Por eso nos han ido invadiendo sucesivamente aunque en seguida fueran absorbidos por la cultura más desarrollada del sur. Los romanos invadieron Etruria y Grecia; los visigodos, Hispania; los selyúcidas, Asia Menor; los mongoles, China... Y los griegos, Egipto, no lo olvidemos. Lo que llamamos civilización occidental es una mezcla de la impronta mediterránea, en su sentido más amplio, reinterpretada según la mentalidad eminentemente práctica de los pueblos del norte. Sin el aporte mediterráneo quizá occidente no sería más que una gran fábrica o un inmenso centro comercial.

Pregunta - Cuando se habla del Mediterráneo a uno se le va la cabeza a Grecia y Roma, pero ¿no se ha dejado un poco de lado la influencia del Mediterráneo Sur?
Respuesta - Creer que la cultura mediterránea es Grecia y Roma es como creer que la leche viene del supermercado. El Mediterráneo, la civilización, nace en Sumeria. Y en Egipto, puro Mediterráneo Sur. El amor romántico como lo entendemos hoy fue traído a Europa por los sufís andantes, que dieron paso a los trovadores provenzales, a la música popular y a lo mejor de nuestro arte y literatura. Pero esos sufís provenían de Persia y profesaban una religión acuñada en Arabia que los persas adoptaron con naturalidad. Toda la mística cristiana del medievo y del renacimiento quedaría coja sin el aporte hermético, que recibe varios hervores en Egipto... Los grandes maestros de Asia Menor no habrían llegado a existir sin la llegada de los selyúcidas y su equipaje chamánico de Asia, sin Zoroastro y Persia, sin Lao Tsé, Buda, Confucio... El mayor talento que haya dado nunca Occidente es un andalusí del siglo XII, Ibn ‘Arabi de Murcia, conocido hasta el Renacimiento como Doctor Máximus y aún hoy llamado Sheij Akbar, el Mayor de los Sabios, en todo el mundo musulmán... No es que se ignore al Mediterráneo Sur, es que desconocemos una parte sustancial del Mediterráneo Norte y oriental. Y lo que es aún peor: mucho de lo que creemos conocer nos lo han enseñado mal.

Pregunta - El Mediterráneo sigue siendo un foco bastante candente: crisis económica, conflicto sirio, conflicto árabeisraelí, primavera árabe… ¿tendrá su programa una mirada a la actualidad?
Respuesta - No. Y de hecho se evita expresamente. “El Viaje a la Tradición Mediterránea” tiene una óptica Tradicional, esto es, trata de todo aquello que no depende del tiempo, del espacio ni de las circunstancias históricas. Es una producción contemporánea para un público contemporáneo y en un lenguaje acorde, pero su foco son los valores universales y la espiritualidad. En ese sentido, podría ser válida hace cien años o dentro de otros cien. El Vedanta, los Upanishads, la Torá, el Corán, Pitágoras, Hermes... serán igualmente valiosos después de la guerra de Siria, cuando se hayan agotado los combustibles fósiles, aunque los esquimales se conviertan en la gran potencia o colonicemos Marte. Sobre todas las cuestiones que menciona ya existe suficiente información disponible en todos los soportes de comunicación que quedará obsoleta en dos semanas. Para la óptica Tradicional, centrada en las preguntas esenciales del ser humano y su instinto de trascendencia, la dimensión histórica es irrelevante. Simplemente no es su ámbito.

Página web de Facebook: https://www.facebook.com/serieevaltm

Autor
Mario Agudo Villanueva

Artículo - Los códices jordanos: ¿las primeras imágenes del cristianismo?

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Imagen de uno de los códices. Autor: David Elkington
No hay nada seguro hasta que estén disponibles para un análisis adecuado, pero es muy probable que los objetos más antiguos encontrados en las cuevas de Jordania pertenezcan a una primitiva comunidad cristiana. El lugar donde fueron hallados fue habitado por comunidades cristianas muy primitivas, de hecho, podría tratarse de comunidades que antecedieron a los cristianos como grupo independiente de los judíos, probablemente una comunidad en la que Jesús emergió como líder. El simbolismo de los códices es coherente con el de los primitivos cristianos, cuyas manifestaciones artísticas no nos han llegado, pero de los que tenemos multitud de textos que describen sus símbolos y muestran cómo pudo haber sido su producción artística.

La localización
En algunos textos antiguos se menciona, o se puede deducir, la existencia de un lugar al este de Jordania donde se localizaba un asentamiento cristiano. En el Evangelio de Juan, por ejemplo, se muestra cómo Jesús visitó Jerusalén y Galilea desde un lugar situado al este de Jordania. Primero aparece cuando Juan el Bautista está bautizando al este del Jordán y entonces marcha hacia Galilea (Juan, 1,43). En La Ascensión de Isaías, un texto cristiano muy antiguo, también hay referencias a ese lugar, al que Isaías y los profetas se retiraron tras abandonar Jerusalén por la presión de Manasés (La Ascensión de Isaías, 2.7.-11). A estas referencias directas, debemos añadir también otras, como las de los textos de Clemente, obispo de Roma durante el siglo I, que al referirse a una escaramuza entra Saulo de Tarso y Santiago en Jerusalén, menciona la huida de una comunidad cristiana hacia Jericó, muy probablemente porque por allí ya existía otra comunidad de este tipo. También podemos acudir a Eusebio, que se refiere a la huida de los cristianos tras la toma de Jerusalén por los romanos en el 70 d.C. a un asentamiento en Pella, una ciudad situada al este del Jordán. El hecho de que los cristianos optaran por huir hacia Jordania en lugar de huir hacia Egipto, podría indicarnos la existencia de asentamientos importantes en la zona, como también lo atestiguarían descubrimientos recientes, como el que se anunció en 2008, cuando se comunicó el hallazgo de la iglesia cristiana más antigua del mundo en Rihab, al noreste de Jordania.

Una de las menorah en la que se ven las ramas de
sauce en la parte inferior, con las letras
paleo-hebreas. Autor: David Elkington
La forma de los códices
Algunos de los códices están, o estuvieron, sellados. Hay agujeros en las caras de todas sus páginas y anillos que las mantienen juntas, lo que sugiere un secreto. El texto más antiguo del Nuevo Testamentos es el Apocalipsis que, como todo el mundo sabe, se trata de una colección de visiones proféticas cuya autoría ha sido atribuida a San Juan. El simbolismo que emana de este libro es fundamental para conocer el simbolismo de los códices encontrados en Jordania. En el Apocalipsis se describe cómo Jesús fue considerado digno de abrir los libros sellados y revelar sus secretos (Apocalipsis, 5-5). Describe la visión y los sucesos derivados al abrir los siete sellos (Apocalipsis, 6-9). Antes de que el séptimo sello sea abierto, siete ángeles tocarán siete trompetas y con cada una de ellas hay otra visión. Después de que el séptimo sello ha sido abierto, los siete ángeles vierten siete copas de ira sobre Jerusalén, lo que suponía la profecía de la destrucción de la ciudad por los romanos (Apocalipsis, 16). Pero antes de que el séptimo ángel toque su trompeta, hay otra visión. San Juan vio al ángel vigoroso procedente del cielo portando un pequeño libro que había sido abierto. El evangelista fue conminado a comerse el libro, lo que significa que tenía que aprender y guardar el secreto que él había leído en el pequeño libro (Apocalipsis, 10). Hay, por tanto, algo en la historia del cristianismo, justo antes de la caída de Jerusalén, que implicaba a un libro pequeño. Los libros sellados son además mencionados en las escrituras hebreas. Otros dos textos del cristianismo primitivo son también relevantes. El primero es El Pastor de Hermas, que narra la historia de Hermas, un profeta cristiano que vivió en Roma hacia el año 100 d.C., que en dos de sus visiones se encuentra con una mujer que le lee de un pequeño libro que luego le cede para copiarlo. En segundo lugar, está la historia de Ezra (Esdras en griego), que escribió hacia el año 100 cómo fueron restaurados los Libros Sagrados tras la destrucción de Jerusalén en el año 70. Ezra tomó cinco escribas a los que iba dictando lo que le fue revelado y muy probablemente tomó su nombre de la práctica por la cual los judíos se nombraban igual que otras personas que realizaron hazañas semejantes en el pasado, es el caso del Esdras histórico que, en el siglo V a.C. mantuvo la integridad de los textos sagrados durante el exilio a Babilonia. Solo los cristianos preservaron este texto, por lo que debió de tener cierta importancia para ellos. Dice que 30 días antes de la destrucción de Jerusalén, los judíos decidieron qué libros deberían ser salvados como sus Escrituras. Ellos conservaron 24 (lo que ahora se conoce como Biblia Hebrea), pero otros setenta, considerados más importantes, fueron salvados solo para el sabio. Hay algo importante en estos libros para el cristianismo, que hizo que los judíos los rechazaran. ElMishná, que es el repertorio legal judío de la época del Segundo Templo, habla de ellos, indicando a los judíos que los lean que no tendrían cabida en el mundo.

Los símbolos de los códices
Los códices contienen los siguientes símbolos de forma reiterada:

- Dátiles, símbolo de Judea que aparece en multitud de monedas.
Menorah, el candelabro de siete brazos, símbolo del Judaísmo.
- Ramas de palma y etroguim, símbolos de la fiesta del Tabernáculo.
- Ramas de sauce, como los que llevaban los sacerdotes de la fiesta del Tabernáculo.
- Cruces diagonales, que eran el antiguo símbolo del Nombre del Señor.

Símbolo de una cruz diagonal. Autor: David Elkington.
Todo esto sugiere que el tema general de esta decoración era la fiesta del Tabernáculo, el Sucot, que marcaba el inicio del otoño. Junto con las de Pésaj y Shavuot, es considerada una de las festividades más importantes del judaísmo. Rememora las vicisitudes del pueblo judío durante su deambular por el desierto, aunque su origen está relacionado con la agricultura. En tiempos de Jesús, la fiesta del Tabernáculo era celebrada en el Templo casi en un ambiente carnavalesco, en el que aparecían todos los símbolos anteriormente descritos. Para los que apuntan que todos estos símbolos son sobradamente conocidos y, por tanto, podrían ser fruto de una falsificación, habría que añadir que el más complejo de todos ellos, que aparece varias veces en los códices, no se ha encontrado en ningún otro lugar, es único. Se trata de una gran Menorah, el candelabro de siete brazos, debajo del cual hay dos ramas de sauce unidas formando un arco más bajo. Entre las ramas, seis letras paleo-hebreas, con la forma Mtbkly, aunque la primera letra podría ser una “a”, significando “el (o yo) caminaremos con rectitud”. La palabra rectitud es clara y aporta el contexto de la frase. A la izquierda de la Menorah está el fruto de la rama del almendro, el símbolo del verdadero sacerdocio. Aarón y sus hijos fueron sumos sacerdotes porque la rama de Aarón había producido la primera flor de almendro y luego, cuando fue depositada en el Sancta Santorum, dio frutos. Es un signo del Señor, que él y su casa han sido elegidos como sumos sacerdotes (Números, 17. 1-12).  La forma hebrea tm es la raíz de taman/tam, que significa completar, finalizar y de tom, que es el nombre plenitud, integridad. Es el ideal de los antiguos sabios (Proverbios, 10,9: “quien camina en la plenitud/integridad, caminará seguro”). En el Antiguo Testamento tenemos muchas referencias a ello, por ejemplo, en el Salmo 101, donde David declara que gobernará con integridad, palabras que también refleja San Juan en su Evangelio en boca de Jesús. El equivalente griego a este termino es teleioo, traducido generalmente como “completo” y teleiotes, traducido como “perfección”. San Pablo enseñó a los cristianos a poner en “la misericordia el vínculo de la perfección” (Colosenses, 3,14), lo que es una referencia a la misma idea. De acuerdo con el Evangelio de Juan, las últimas palabras de Jesús al morir fueron “todo se ha completado” (Juan, 19,30). San Juan atribuye como postreras palabras de Jesús el equivalente griego de las letras en torno a la Menorah de los códices.

Las caras
Hay varias representaciones de la misma cara – un rostro brillante sin cuerpo y, a veces, con rayos como el sol – acompañada de escritura paleo-hebrea. No puede ser judío, porque para ellos la imagen está prohibida, por lo que una cara con palabras sagradas sería impensable. En hebrero, se utiliza la misma palabra para cara y presencia: panîm. Uno de los aspectos que distinguían al grupo de profetas que abandonó Jerusalén con Isaías para vivir en la montaña del desierto era su creencia de que podían ver al Señor. Las autoridades de Jerusalén seguían la Ley de Moisés, que decía que era imposible hacerlo. En tiempos de los primitivos cristianos, estaba prohibido interpretar la bendición de los sacerdotes, nadie estaba autorizado para enseñar lo que significaban. Ver la cara del Señor era un tema muy sensible. Por otro lado, los cristianos celebraban el hecho de haber visto el rostro del Señor. Cuando Jesús llevó a Pedro, Santiago y Juan a lo alto de una montaña cerca de Cesárea de Filipo, los discípulos le vieron transformado en una figura radiante (Mateo 17,2). En la visión de apertura del Apocalipsis, San Juan vio a Jesús resucitado en el cielo y le reconoció como el Señor. Estaba vestido como un sumo sacerdote con un largo manto de lino blanco, “sus ojos eran como el fuego y su cara era como el sol brillante con plena fuerza” (Apocalipsis 1,12-16). Junto con los códices aparecieron unas figurillas que los académicos no han interpretado todavía, pero que a través de las fotografías muestran dos cosas claras:

- Que con las mismas caras de los códices
- Que visten como un sumo sacerdote

En mi opinión, las figurillas representan a Jesús como sumo sacerdote. Son la primera aclamación de los cristianos sobre Jesús: “tenemos un gran sumo sacerdote” (Hebreos, 4,14) y así es como se aparece también a San Juan al comienzo del Apocalipsis.

Autora
Margaret Barker, presidenta de la Sociedad de Estudios del Antiguo Testamento y Doctor of Divinity por el arzobispado de Canterbury.

Más información en la versión completa del artículo

Entrevista con Jaime Alvar: "no puede haber un transplante religioso. Para que un culto ajeno funcione, se tiene que adaptar a las condiciones culturales de las gentes que lo acogen"

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Mitreo de San Clemente, Roma. Foto: Juan Antonio Olañeta Molina.
La historia de la religión en la Antigüedad es una cuestión que suscita mucho interés, pero para su estudio se requiere un gran esfuerzo intelectual que permita alejarnos de los lugares comúnes, las ideas preconcebidas, los prejuicios, el simplismo y el estatismo en los que habitualmente se cae al afrontar su análisis. En este sentido, las comúnmente conocidas como religiones "mistéricas", término un tanto cuestionado por la historiografía reciente, plantean una serie de interrogantes que Mediterráneo Antiguo ha querido abordar con uno de los mayores expertos en la materia, Jaime Alvar Ezquerra, catedrático en la Universidad Carlos III de Madrid y autor de multitud de ensayos sobre historia de la Antigüedad, así como de la novela "Tartesos: un reino soñado", editado por La Esfera de los Libros.

Pregunta - ¿Qué ocurre en torno al siglo I d.C. en el mundo romano para que los cultos orientales de carácter mistérico tengan tanta difusión?
Respuesta– La respuesta es larga. En primer lugar, el marco general en el que hay que establecer la respuesta es la consecución de una unidad territorial en el Mediterráneo por parte de Roma. Desde el momento en el que Roma se hace con la totalidad de los territorios comprendidos entre la margen septentrional (Rin y Danubio); el Sáhara, por el sur; el Oceano Atlático, por el Oeste y el Eufrates, por el este, se ha cerrado un espacio económico, social y político con una diversidad de pueblos y lenguas extraordinaria en la que confluyen trayectorias históricas muy distintas. Roma se ha convertido en la gran potencia militar, sin embargo reconoce la superioridad intelectual de la zona oriental del imperio (especialmente de Grecia) y también la tradición intelectual que los propios griegos atribuían a Egipto y Oriente. Esto es clave para entender por qué son fenómenos religiosos orientales los que se expanden y no occidentales. Por esa atribución de una categoría intelectual superior en la parte oriental. Otro segundo contexto desde el que abordar esta cuestión sería el de la propia vitalidad de los cultos procedentes de Oriente. Por un lado, los fenicios ya habían asumido muchas categorías divinas del mundo egipcio; los griegos, desde época arcaica, habían adaptado experiencias religiosas orientales en su propio contexto, de manera que antes de la llegada de Roma ya había una permeabilidad en todo el Mediterráneo en la que se fraguaba y aceptaba esa superioridad ideológico-intelectual de Oriente. En tercer lugar, hay que tener en cuenta la situación interna de Roma, en el sentido de que, como decía Cicerón: "la religión romana es la religión que practican los romanos". Esto parece una perogrullada, pero los habitantes del Imperio Romano no son los romanos, nos encontramos con una situación histórico-cultural muy compleja, en la que la supraestructura ideológica de los dominantes no tiene ningún interés en proyectarse como supraestructura ideológica de los pueblos conquistados, de suerte que la religión en ese momento deja de tener la función de cohesión supraestructural que ha de tener, porque la religión romana no es válida para la integración de los provinciales a excepción de los ciudadanos romanos de pleno derecho que viven en provincias. Es muy difícil que funcione un sistema en el que la mayoría de la gente está excluida. A partir de Augusto, fundamentalmente, aunque hay síntomas previos y experiencias previas, se busca un modelo ideológico-religioso que sea operativo para el nuevo modelo político, es decir, el imperio anda en búsqueda de una religión para la nueva realidad política, económica y territorial que se ha fraguado. Es ahí donde entra la experiencia del culto imperial, es ahí donde entra la experiencia de la profundización de la gnosis filosófica, la profundización en los equiparamientos divinos (interviene una figura grandiosa como Plutarco, que pretende renovar el primer ensayo de Herodoto, que intentó explicar cuál es la equivalencia de los dioses egipcios con los dioses griegos) y, por supuesto, ahí es donde se experimenta como una novedad en el ámbito religioso la difusión de unos cultos que no son romanos, pero que por sus características podrían ser valiosos para la totalidad de los habitantes del Imperio.
Isis lactante del mammisi de Edfú, Egipto. Autor: Mario
Agudo Villanueva.

Pregunta - ¿Y a qué se debe el éxito de este proceso?
Respuesta - El éxito de este proceso requería algunos condicionantes que se han venido gestando a lo largo del tiempo. Me centraría fundamentalmente en dos fenómenos que están muy de boga ahora mismo en los estudios de la historia de los religiones: uno es la transformación del culto a la divinidad, en el sentido de que los antiguos dioses del mundo Mediterráneo son dioses locativos o tópicos (todos conocemos los dioses de lugar, como el Apolo de Claros, el Apolo de Delos, el Apolo de Dídima…), que son dioses venerados por los habitantes del lugar en el que reside esa divinidad. A partir de época helenística, como consecuencia de las transformaciones experimentadas en el mundo Mediterráneo por el fracasado imperio de Alejandro Magno, nos encontramos con la aparición de dioses universales. Hay dioses que saltan de un lugar para convertirse en dioses susceptibles de ser venerados bajo la misma fisonomía en cualquier lugar del mundo. Es un concepto bonito, interesante y explicativo. Por otro lado, se transforma el sentimiento religioso, lo que es mucho más difícil de aprehender. El sentimiento religioso de un individuo es muy difícilmente accesible cuando no hay una intencionalidad de expresión de lo que uno siente, pero entre el mundo clásico y helenístico se percibe la creciente consciencia del yo, es decir, la responsabilidad individual en lo concerniente a la ética o moral, si se prefiere desde la perspectiva religiosa y, sobre todo, a la percepción del más allá. El yo interviene en esa percepción de una manera tremendamente innovadora: la vida de ultratumba no es ese lugar ignoto, tremendamente opaco que se nos expresa en la cultura clásica desde Homero hasta la época helenística, sino que empieza a vislumbrarse un más allá plagado de contenido, con una vida post mortem activa, de gozo en contacto con la divinidad y que eso no depende tanto del destino de cada cual sino de las opciones que uno toma en vida. Hay una responsabilidad individual en el desarrollo de tu vida de ultratumba, el desarrollo de esa inquietud personal requiere una adaptación de la oferta religiosa para dar satisfacción a esa necesidad y, al mismo tiempo, la oferta religiosa está generando esa inquietud. Es una relación dialéctica que se retroalimenta. Cabría preguntarse si es el miedo a la muerte el que propicia la aparición de estos cultos o es la aparición de estos cultos la que propicia el miedo a la muerte. Volviendo a la cuestión cronológica de su pregunta, yo me resistiría a pensar que todo esto ocurre en el siglo I, yo creo que comienza antes. Por ejemplo, el culto de Isis en Atenas se introduce en el siglo V a.C. La Isis moderna está ya presente en Delos en el siglo III a.C., de manera que es un proceso muy dilatado, como no podía ser de otra manera. Cibeles, la mater magna de los romanos, es introducida en Roma en plena Segunda Guerra Púnica. Deberíamos de hablar de un proceso largo que arranca en el siglo III a.C., que continua a lo largo del segundo y que, sin embargo, y ahí estoy de acuerdo con usted, se instrumentaliza por el poder político a partir de la época imperial porque la decisión de esos cultos le va bien al sistema.

Isis, Alcalá del Río (Sevilla). Siglo II d.C. Museo
Arqueológico de Sevilla. Autor: Mario Agudo Villanueva
Pregunta - Un tema de gran debate académico es el de las relaciones de los misterios con el cristianismo ¿qué nos puede decir del contagio entre religiones?
Respuesta– Para llegar al núcleo de la respuesta hay que dar un preámbulo. Existe una falsa imagen derivada de los estudios del patriarca del estudio de las religiones modernas, Franz Cumont, según la cual hay una continuidad entre los cultos profesados a las divinidades orientales en oriente y occidente. Pero desde los trabajos de Richard Gordon en adelante se ha ido demostrando cómo hay una desvinculación profunda entre las divinidades originales y las que se veneran en el Imperio Romano. En el caso de Mitra, por ejemplo, lo vemos con una cierta claridad. No hay Mitra en el mundo romano, latino, hasta el siglo I d.C. Los nexos entre el Mitra iranio y el Mitra romano son tan tenues que es mucho más sencillo defender la tesis de la discontinuidad. Mitra, en el Avesta, es una divinidad de segunda categoría, si hay una continuidad ¿por qué no se desarrolla el culto a Ahura Mazda en su lugar? Esto es difícil de argumentar. Otro elemento que nos habla de la discontinuidad es el sacrificio, en el mundo iranio y, en general, en todo el Mediterráneo, ningún dios sacrifica. Este fenómeno no está en oriente ni en el mundo romano. El Mitra latino sí que sacrifica ¿por qué aceptar que no es una invención de un grupo de individuos en un momento determinado? Es decir, que estamos ante la creación de un culto nuevo donde se ha echado mano de elementos antiguos para darle prestigio. En la liturgia, en el ritual, se introducen palabras que le dan credibilidad a esos orígenes extraordinarios, lo que explicaría la aparición de términos persas en el culto a Mitra, como nama o nabarzes, por ejemplo. Son elementos instrumentales para hacer creer que la religión es antigua, que no tienen nada que ver con que estemos ante una continuidad. Hay una ruptura que, por otra parte, es imprescindible, por una razón muy sencilla. Un sistema de creencias es una construcción de una comunidad, cuando este sistema abandona a la comunidad y se adapta a otra, tiene que modificarse para satisfacer las necesidades de la comunidad que la acoge. Nos produce mucho trabajo aceptar esa manipulación, la creación de un culto nuevo. Nos parece algo inverosímil, nos parece algo destinado al fracaso, una especulación poco histórica. Sin embargo, a propósito de los cultos egipcios, sabemos que Ptolomeo I, el sucesor de Alejandro que se queda con Egipto, ante la disyuntiva que se le plantea al tener un reino en el que la oligarquía macedonia tiene una cultura diferente a la de la masa productiva egipcia, que es la mayoría del país, plantea hacer un ejercicio de ingeniería religiosa para crear un culto que pueda calar en todos los sectores del reino al que gobierna. No tiene inconveniente en convocar a Manetón y a un sacerdote de Eleusis y no les deja salir hasta que creen un culto que sea adaptable a Egipto y a los macedonios. Es así como nace Serapis, que es el dios que luego se va a extender por el Mediterráneo. Tenemos una prueba documentada de la creación de un fenómeno de ingeniería religiosa que podría haber ocurrido también en el caso de Mitra. Es muy difícil tener el relato de construcción del origen de las cosas y si de alguno tuviéramos ese relato del origen, tendríamos que tenerlo en cuarentena. Es más, en el culto a Cibeles también vemos esta reelaboración. Esta diosa es traída de Oriente en plena Guerra Púnica porque es la que va a salvar a los romanos del peligro cartaginés. Lo que llega es un betilo con unos sacerdotes que se castran al servicio de la diosa, lo que resulta aberrante para los romanos, que proponen domesticar el culto, reconducirlo a unos parámetros de romanidad para que pueda ser objeto de veneración. Entonces se antropomorfiza, se convierte en una diosa como cualquier otra. Es verdad que ya habían habido procesos en esa dirección en el mundo griego.
Busto de Serapis, Museo del Louvre. Hallado
en Cartago, Túnez. Fotografía obtenida
en Wikimedia Commons.

Pregunta - Por tanto, es muy difícil que se produzca una tranmisión pura del fenómeno religioso entre diferentes culturas...
Respuesta - No puede haber un transplante religioso. Para que un culto ajeno funcione, se tiene que adaptar a las condiciones culturales de las gentes que lo acogen. En el problema del préstamo religioso, la pregunta está intelectualmente mal formulada, porque no hay préstamo, hay transformaciones, hay procesos de cambio. Puede haber una imposición, como en el caso español en América, que puede ser un estímulo inducido o impositivo que produce una respuesta determinada por el pueblo que se domina. Volviendo a la pregunta anterior sobre los préstamos religiosos, el problema está en que hay una lógica cronológica que indica claramente que los cultos que llamamos orientales o mistéricos son anteriores al cristianismo, por lo que cabría aplicar la lógica según la cual lo más antiguo es lo que ofrece a lo más moderno. Sin embargo, se da una paradoja y es que casi la totalidad de la información que tenemos sobre los cultos orientales en el Imperio Romano es posterior a los orígenes que tenemos de la expansión del cristianismo, es decir, los textos neotestamentarios. Cuando utilizamos a los apologetas para conocer cuál es el contenido de los misterios o cuando usamos autores tradicionales de época imperial romana (siglo II fundamentalmente), nos damos cuenta de que están produciendo sus textos literarios cuando los textos literarios cristianos ya tienen un siglo de existencia. Aunque sean más antiguos, la documentación que tenemos es posterior que la que tenemos para reconstruir el cristianismo. Esto plantea una dificultad terrible. Tiene que haber un proceso de comparación y un proceso de crítica que rompa con una forma de percibir el pasado que es demasiado estática. Los llamados cultos mistéricos sufren un proceso de transformación. Nos perdemos en problemas terminológicos y conceptuales que ensombrecen la percepción diáfana con la que deberíamos mirar los procesos históricos que son, por su naturaleza, cambiantes. En mi libro de los misterios yo propuse una nueva visión del fenómeno con una imagen que me parece muy plástica. Nos debemos imaginar cómo las distintas poblaciones del Mediterráneo, que tenían distintos dioses, se aproximan a un lugar común con un fardo cultural que les unía. Cuando van a comer en el mismo pesebre, echan todas las tradiciones que llevan encima y, cuando se levantan, lo que llevan en los fardos es otra cosa distinta, que ni es lo que habían aportado ni es un denominador común. Por eso yo hablo de comensalidad. No hay préstamos, sino comensalidad. Los sistemas religiosos se adaptan para dar respuesta a unas inquietudes que son semejantes y dispares al mismo tiempo.

Restos arqueológicos de Delos, lugar donde se encontraba el famoso
santuario de Apolo. Autora: Beatriz Ortuño.
Pregunta– ¿Estamos entonces ante la constatación del sincretismo religioso?
Respuesta - No se muy bien lo que es el sincretismo. El sincretismo es una palabra comodín que resume la totalidad de los contactos culturales y me parece que es poco sutil. ¿A qué llamamos sincretismo? Las formas en las que entran en contacto dos experiencias culturales da respuestas tan variopintas que no podemos llamar a todo sincretismo ¿es sincretismo el hecho de que Herodoto diga que Osiris es el equivalente a un dios griego?¿es sincretismo que una divinidad se adapte al ámbito local?¿la intelectualización de la realidad ajena es lo mismo que la adaptación de la tradición a la que me veo obligado como individuo que está viviendo un instante de la historia? Lo de sincretismo no sé qué es. Evidentemente hay cambios cuando Roma conquista el levante peninsular, pero ¿qué ocurre con los dioses de los iberos?¿por qué no los conocemos? Y sin embargo los dioses de los pueblos del norte de la península sí que los conocemos ¿hubo sincretismo en un sitio y no en otro? A lo mejor lo que hicieron los iberos fue venerar a los antiguos dioses bajo una nueva onomástica o una nueva iconografía. Este problema se ha planteado al investigar Tartessos: el indígena que tiene la figurilla de Astarté¿venera a Astarté o es que se asemeja a alguna divinidad local? La documentación epigráfica que tenemos para investigar los misterios es del siglo II, pero claro, ¿quién es indígena en el siglo II? Es un estigma de los investigadores, que aplicamos el término indígena a alguien porque mantiene su onomástica indígena, pero a lo mejor a muchos que llamamos romanos resultan ser tan indígenas como los que no han tenido la posibilidad de utilizar los trianómina. Es muy difícil saber quién es indígena y quién no lo es. Son preguntas que nos hacemos con frecuencia con muy poca sensibilidad. Tendemos a ver las cosas claras, al romano como romano, al indígena como indígena, a unos con sus dioses y a otros con sus dioses, estas estructuras de pensamiento son paupérrimas. Claro que había diferencias en la Antigüedad, pero con los documentos que tenemos, no alcanzamos a tener esa sensibilidad del día a día, que nos ayudaría a conocer la realidad del momento. A mis alumnos me gusta ponerles un ejemplo, a propósito del mundo micénico. El hijo de un basileus o de un wanax de un palacio micénico se educaba con otros individuos que no eran de su clase y jugaba con ellos. Al hijo segundón, el basileus lo mandaba a vivir como hetairos, como compañero del hijo de uno de su clase, ¿por qué? Porque mi hijo segundo puede tener aspiraciones de sustituir al primogénito y, si le aparto, no hago que peligre la estabilidad de la familia, pero teniendo a una persona de otra clase, no incurrimos en ese peligro, no hay confusión, porque ellos saben perfectamente que no llegarán a ser basileus. Es una cuestión sobre cómo se percibe el lugar que uno ocupa en la sociedad. Esto no se puede escribir, simplemente lo vives y lo asumes. El problema es que si no lo puedes escribir, luego no lo puedes historiar. Este es el problema con el que nos encontramos en la historia de las religiones. Justino Mártir, a mediados del siglo II, dice que los misterios se parecen al cristianismo porque el diablo, sabedor de cómo iba a ser la religión verdadera, hizo un simulacro ridículo para confundir a las buenas personas. Este planteamiento triunfa en la obra de Tertuliano, que se convierte en el paradigma explicativo de la similitud. ¿Por qué los cristianos tienen que dar explicaciones a la similitud?¿cómo podemos negar que hubo similitud cuando los apologetas estuvieron dando explicaciones?

Pregunta - El mitraísmo despierta muchos interrogantes por la ausencia de un corpus doctrinal, pero el
Representación de la diosa Roma y de la Tellus/Pax, de la madre
tierra pacificadora, del Ara Pacis de Augusto, Roma. Autor: Mario Agudo
Villanueva.
hecho de que se haya transmitido con una gran homogeneidad desde Oriente en todas sus manifestaciones occidentales, apunta a que quizás debió existir alguna especie de catecismo mitraico ¿Qué opina al respecto de esta posibilidad?
Bronce de Carriazo. Fragmento de bocado de caballo con representación
de Astarté. Siglo VII a.C. Museo Arqueológico de Sevilla. Autor: Mario
Agudo Villanueva.
Respuesta– Efectivamente, este es un problema del máximo interés. Como en todos los fenómenos que se explica, uno puede tener un prisma directo o inverso. Cuando miramos al pasado, lo miramos con una especie de anteojos históricos. Yo puedo coger los anteojos y ponerlos de manera que me acerquen o me alejen al problema. Yo puedo buscar denominadores comunes o elementos idiosincráticos y en virtud de lo que pretendamos buscar, encontraremos una cosa u otra. Por ejemplo, ¿España es una unidad cultural?¿son más los aspectos que nos unen que los que nos separan? Podremos encontrar rápidamente argumentos en una u otra dirección. En efecto, iconográficamente hablando hay una homogeneidad sorprendente porque el tema central de la tauroctonía lo que tiene son variaciones estrictamente estilísticas. Es como si me hablas de crucifijos, puede haber uno barroco u otro popular, pero hay una homogeneidad simbólica. En el mitraísmo pasa lo mismo, en los paneles en los que se exhiben o relatan las vicisitudes de Mitra, hay elementos muy diferentes entra unas áreas y otras. ¿Habría particularidades del mitraísmo acá o allá? Probablemente. Se ha dicho que lo de los grados iniciáticos es una peculiaridad dentro de Roma, en el resto del imperio parecen no existir. Si tiendes a homogeneizar, tiendes a extrapolar lo que ocurre en Roma al resto del imperio. Pensar que Roma es diferente porque es Roma y que el resto es diferente es un procedimiento excesivamente hiperpositivista, que puede ser tan erróneo como lo otro. Dicho esto, hay un núcleo de homogeneidad, creencias comunes de un extremo a otro del Mediterráneo (de Dura Europos a Troia, al lado de Setúbal). Tendría que haber particularidades locales. ¿Obliga esa homogeneidad a la existencia de un conocimiento derivado de un catecismo? Catecismo es una palabra muy fuerte, no lo asume casi nadie. Da la sensación de que hubo una colección de textos mágicos, no necesariamente mitraicos. Ahora, nosotros sabemos por la información literaria, que en el mitraísmo había textos escritos y que, en un mundo como el romano, donde la producción literaria era abundantísima, no podemos pensar que se mantuvieran en la oralidad. A nadie debería extrañar que hubiera textos escritos sobre Mitra o documentos sobre los que hicieran uso los sacerdotes para impartir la mystagogia, el instrumento para revelar el misterio de Mitra a los fieles. En el isismo existe, lo sabemos por los relieves y porque se menciona en los textos literarios. ¿Que se utilizara en todos los mitreos lo mismo? Estoy convencido de que no.

Pregunta - Otra contradicción aparente es que el último grado de la jerarquía iniciática corresponda a Saturno y no al sol ¿Qué puede significar esto?
RespuestaSaturno es el padre de los dioses, no necesariamente es una contradicción. No puede haber contradicciones en los asuntos que ignoramos. Solo podemos decir que ignoramos por qué Saturno. En muchos relieves mitraicos aparece Saturno dormido, mientras no sepamos qué pinta Saturno durmiendo en la iconografía mitraica, no podemos saber si lo que me pregunta es una contradicción o no.

Autor
Mario Agudo Villanueva

Entrevista con Antonio Tejera: "en Canarias no se conoce ni un solo fragmento cerámico que uno pueda atribuir a los fenicios"

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El Teide es visible desde todas las islas que forman el archipiélago canario.
Sus primeros pobladores lo consideraban una montaña sagrada. Autor:
Mario Agudo Villanueva.
El poblamiento de las islas Canarias es una cuestión que ha suscitado un gran debate historiográfico, aunque bien es cierto que un tanto ajeno a los círculos académicos peninsulares. Se trata de un archipiélago muy próximo a la costa africana, pero lo suficientemente lejos de tierra como para que la isla más próxima no se vea desde el continente, lo que añade una importante dificultad si tratamos de remontarnos a tiempos o sociedades en los que la navegación no estaba suficientemente desarrollada. Mediterráneo Antiguo ha acudido a Antonio Tejera Gaspar, catedrático de arqueología de la Universidad de La Laguna, para conocer más datos sobre éste y otros problemas que nos plantea la historia de las que Plinio bautizó como "islas afortunadas".

Pregunta - ¿Cuál es el estado de la cuestión sobre el poblamiento de las islas Canarias?
Respuesta– Esta pregunta forma parte del famoso enigma de toda la vida ¿cómo es posible que llegaran a las islas gentes que no supieron navegar nunca, ni se comunicaron entre sí nunca, ni tuvieron instrumentos de navegación? Esto ha sido un enigma durante mucho tiempo a pesar de que hay referencias en las fuentes clásicas que dicen que las islas fueron pobladas por los romanos con gentes africanas a las que dejaron con sus animales y cereales y los abandonaron a su suerte. Esta idea, que hace 400 años que está expresada en las crónicas canarias, ha cristalizado a medida que se ha pasado por distintas etapas de la investigación, pongamos desde 1850 hasta 1950, período durante el que se han intentado explorar todo tipo de alternativas. Al final hemos llegado a la conclusión, personalmente yo, de que efectivamente fueron gentes del norte de África traídas, desterradas o deportadas, pero no del Sáhara, sino con gentes traídas desde territorios de la antigua Numidia hasta Marruecos. ¿Cuál es el fundamento de esta hipótesis? Hay un argumento de peso esencial, que es muy importante, que es que los romanos desde el año 146 a.C. hasta que se produce la caída del Imperio, en el 476, sabemos que hicieron muchas deportaciones, con gentes que llevan desde el norte de África a islas del Mediterráneo, a diferentes puntos de la península y hacia territorios del Sáhara. Hay argumentos históricos suficientes para darle credibilidad a una historia que, a priori parece absurda, pero que la investigación puede ratificar. Fueron traídos entre mediados del siglo I a.C. y mediados del siglo I d.C. Es mi opinión personal y está publicado en un libro llamado “Canarias y el África antigua”, publicado en la editorial Centro de la Cultura Popular Canaria.

Pregunta - ¿Cuál era la actividad económica principal de estos primeros pobladores?
Sendos detalles de los relieves podomorfos de Tindaya, Fuertenvetura.
Autor: Antonio Tejera Gaspar. 
Respuesta– Hay que decir que las siete islas fueron pobladas por distintas culturas, diferentes entre sí, pero con rasgos comunes. Por ejemplo, la ganadería de cabra, cerdo y oveja, oveja sin lana, que es la oveja africana que hay antes de la conquista. Lo sabemos por los yacimientos arqueológicos, que nos han dejado muchos restos materiales. Después, según las islas, por ejemplo Gran Canaria y Lanzarote, aunque nos parezca mentira, tienen un desarrollo de la agricultura muy importante. La isla de más riqueza en desarrollo poblacional y técnico es Gran Canaria. La actividad económica principal es, por tanto, la ganadería, con animales muy adaptados al terreno. No hay más que ver, hoy en día, la cabra de Fuerteventura, que es el animal típico de la isla.

Pregunta - ¿Qué sabemos de su cultura?
Respuesta– Sabemos muchísimas cosas, se ha hecho un avance cualitativo muy importante en los últimos 50 años de investigación. Tenemos una información muy notable, por ejemplo, del tipo de vivienda. A veces tienen construcciones bastante notables, con estructuras complejas. Por ejemplo, en Gran Canaria las estructuras funerarias son de túmulos, similares a las del norte de África. Hay un desarrollo general para todas las islas del conocimiento de la cerámica, de la madera, de las pieles, de la industria lítica en general. Hay un conjunto material muy importante, muy bien adaptado a cada una de las funciones de la economía. El conocimiento es muy exhaustivo. Conocemos manifestaciones artísticas en grabados rupestres, en escritura líbico-bereber, elemento esencial para conocer las relaciones con el norte de África. Todo está “Arte prehispánico de las islas canarias”, escrito entre José Juan Jiménez y yo.

Pregunta - ¿Y de su religión?
Respuesta– Esa parte es muy conocida, aunque parezca una sorpresa. Primero porque tenemos la suerte de que los cronistas y primeros historiadores de Canarias, desde mediados del siglo XV hasta finales del XVI, recogieron muchísima información de costumbres, pensamientos, modos de vida, de muchísimas características de la población. Del mismo modo que sucedería a partir de 1492 con el conocimiento de las culturas americanas con la llegada de Colón. Este hecho, junto con muchísima información de carácter arqueológico asociada con esas manifestaciones y la comparación con el mundo norteafricano, nos está dando una riqueza extraordinaria, de un pensamiento muy rico, siempre difícil de interpretar, pero de una gran riqueza del conocimiento de los cultos solares, astrales, la relación de ritos, ritos propiciatorios de la lluvia, ritos sociales… Toda una cosmogonía y cosmología interesantísima. Lo último que estamos conociendo es cómo fueron interpretando algunos aspectos singulares del territorio. Por ejemplo, el Teide, que se ve desde todas las islas en según qué puntos y según qué momentos, tuvo un gran valor simbólico. Hoy sabemos que en los lugares desde donde se ve el Teide en cualquier época del año hay muchos yacimientos arqueológicos relacionados con la Gran Montaña Sagrada. Sabemos que las montañas son un referente importantísimo, no solamente en las culturas norteafricanas, sino también en el mundo griego (Olimpo), el mundo romano y la tradición indoeuropea. No es ninguna sorpresa que el Teide hubiera desempeñado un papel central en su visión del mundo y su concepto de lo sagrado. Hay muchísimos ejemplos arqueológicos de lugares rituales en los que aparecen cazoletas unidas con canales y que están orientados hacia el Teide. Te voy a poner un ejemplo, la famosa montaña de Tindaya, en Fuerteventura, tiene unas 250 figuras podomorfas, de pies humanos, orientadas en su mayoría hacia el Teide, que se ve desde esa montaña durante el solsticio de invierno y solo en el solsticio de invierno. Es un dato muy importante. Casualmente esas figuras están orientadas en esa dirección. Otro singularísimo caso, uno de los lugares desde donde el Teide se ve de una manera espectacular es desde La Gomera, desde Garajonay.
La montaña de Tindaya, Fuerteventura. Autor: Antonio Tejera Gaspar.
Hay una visión que es espectacular y casualmente hay una serie de estructuras que está clarísimo que son lugares que tienen una clarísima orientación religiosa. En este sentido hay un mundo de una riqueza muy interesante.

Pregunta - Hay algunos mitos mediterráneos que se han querido relacionar con las islas, como por ejemplo la aventura de Hércules en el Jardín de las Hespérides o, más remotamente, la Atlántida. Parece que en la antigüedad se tenía consciencia de su existencia y de su riqueza...
Respuesta– Todos esos mitos que, en principio son de todo el trasfondo mitológico mediterráneo, que arranca en Hesíodo y Homero, se intentaron asociar durante mucho tiempo con las islas Canarias y esto ha quedado muy marcado en el sello de identidad de los canarios. Hoy sabemos que no es posible, son mundos muy complejos, muy antiguos, que desde el Mediterráneo Oriental se fueron trasladando al Mediterráneo Occidental. También podrían ser las pequeñas islas del archipiélago gaditano, por ejemplo. No deja de ser el mito de las islas míticas. No es posible asociar una cosa con la otra. Es imposible, ni siquiera por intuición, que pudieran haber conocido las islas del Atlántico. Son las muchísimas islas que hay en el Mediterráneo las que pudieron inspirar este pensamiento. Desde el punto de vista histórico y científico no se puede relacionar esas islas con esos mitos.

Pregunta - ¿Qué tipo de relaciones se establecieron entre los pobladores de las Canarias y los habitantes de la costa del Sáhara Occidental?
Respuesta– Yo creo que no hubo relaciones, en absoluto. Hasta donde sabemos, hay una cosa importantísima: lo que está frente a las islas es arena pura, ni siquiera hay población. Hay un dato fundamental: las primeras relaciones bien documentadas que existen entre Canarias y el Sáhara son del año 1470, siglo XV, cuando Diego García Herrera construye la Torre de Santa Cruz de la Mar Pequeña, que es la primera construcción del reino de Castilla en tierras del Sáhara. Ese intento de la corona de castilla de hacer de Canarias avanzadilla hacia África solo se data en el siglo XV. Antes es prácticamente imposible que hubiera contactos porque no hay nadie. Con el descubrimiento de América, se estropeó el plan de utilizar Canarias como avanzadilla. Lo más cercano desde Lanzarote es Cabo Juby y el otro punto más próximoo está en Fuerteventura, pero hay 104 kilómetros de distancia a la costa. Es un mundo cerrado. Además, la ocupación de esas zonas de África es muy posterior, muy tardía. Los saharauis son poblaciones bereberes relativamente recientes. Ese tramo de costa estaba muy poco poblado. La ocupación del Sahara es prácticamente una creación de los españoles a partir de la toma de Sidi Ifni.
Playa de La Concha, isla de Lobos. Obtenida de Wikimedia Commons.

Pregunta - ¿Hay argumentos sólidos sobre los que podamos afirmar que los fenicios llegaron a establecer colonias en Canarias?
Respuesta– Mi opinión es muy sencilla, de lo que conocemos ahora por la arqueología, el último emplazamiento de los fenicios en la costa Atlántica es el islote de Mogador. Es el último lugar de ocupación fenicia con que nos encontramos documentado, en torno al 650 al 550 a.C. A partir de ahí, en toda la costa, no hay ni una señal de resto arqueológico fenicio. Ni un solo resto hasta llegar a Canarias. Es un área que ha sido prospectadísima, además. En lo que respecta a Canarias, no se conoce ni un solo fragmento cerámico que uno pueda atribuir a los fenicios. Es un tema que conozco bien, porque hice mi tesis sobre los fenicios y trabajé yacimientos fenicios en mi época de profesor en Huelva y Sevilla. Puedo decir claramente que no he visto material arqueológico puramente fenicio en las islas en ningún momento. Lo que se ha publicado como material de esa procedencia creo que es muy discutible. El material fenicio es tan claro, tan evidente, que no hay lugar a dudas. Si esos componentes no existen en los yacimientos que se han excavado en las islas, no se puede concluir que estuvieran.

Pregunta - ¿Podemos tomar el yacimiento arqueológico de la isla de Lobos como una prueba de la llegada de los romanos a las islas?
Respuesta– Lo que yo conozco de alguna información que se ha publicado en los periódicos es que algunos materiales, efectivamente, parecen romanos, pero el problema que tenemos es que es un islote de 5 kilómetros cuadrados  y no tiene agua potable. Que allí, en un sitio sin agua, se pudiera haber construido una factoría, es problemático. La cerámica recuerda a cerámica romana, pero el conjunto de los materiales arqueológicos produce ciertas dudas. No niego que sean romanas, pero tengo ciertas reservas al respecto por las características del lugar. Por otra parte, sabemos que desde 1402, cuando los franceses llegan allí, tienen asentamientos temporales en el islote. Sabemos también que a lo largo del XVI, cuando se producen los ataques piráticos a las islas de Lanzarote y Fuerteventura, también se resguardan allí. Hay restos cerámicos, pero quedan un poco descontextualizados. La información es muy interesante, probablemente sea romano, pero hay que esperar a que haya más resultados. En cualquier caso, el conocimiento de las islas Canarias por los romanos, no tiene, ahora mismo, ninguna duda. El texto de Plinio, publicado en el libro VI, parágrafos 202-206, en el que habla de las “islas afortunadas”, hace una descripción que es de una precisión exacta, lo que demuestra, efectivamente, que estas islas fueron conocidas en época de Juba II de Mauritania, entre el 25 a.C. y el 23 d.C. Esto explicaría, volviendo al inicio de la entrevista, el por qué a unas islas que se conocen se puede llevar personal castigado, desterrado o simplemente gentes que se llevan para ocupar un espacio de unas islas que terminan por pertenecer al Imperio Romano.

Autor
Mario Agudo Villanueva
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